Camino Salta a Iquique, Obstáculos y Frustración

Superar La Frustración al Desarrollar Hábitos

¿Cómo se lograr superar la frustración de intentar incorporar un hábito y no poder? ¿Alguna vez enfrentaste dificultades al intentar cambiar?

Si lees Superhábitos es porque te interesa tener mejores hábitos, tanto para tu vida personal como para emprender. Seguramente a comienzo de año pensaste cambios que querías lograr. Puede haber sido algún hábito saludable, como tomar más agua o dormir mejor. Tal vez hayas elegido hábitos para ser más productivo, como organizar mejor tus días. Puede que simplemente quieras leer más, o mejorar la calidad de tiempo que pasas con tu familia o pareja.

El año nuevo estuvo lleno de ideas, posibles cambios y proyectos, ¿no?

Y parecería que eso fue ayer. Estábamos empezando el año, pensando qué hábitos queríamos incorporar y disfrutando de unas pequeñas vacaciones.

Sin embargo, ya ha pasado un buen trecho del año y la vida ha empezado a hacer de las suyas. Aparecieron dificultades, obstáculos y eventos inesperados que requieren nuestra atención. Nuestros objetivos y planes no hacen desaparecer las obligaciones, y manejar todo puede volverse pesado y frustrante.

Camino Salta a Iquique, Obstáculos y Frustración
El camino de Salta a Iquique se parece al camino a desarrollar nuevos hábitos: hay muchos obstáculos y retos en el camino :)

El resultado es que muchos (o todos) de los hábitos que nos propusimos ya han sido descartados y reemplazados por el ritmo normal, con las actividades normales. Y lo otro quedó para después, ¿pero después cuándo?

No sabemos, y eso nos genera una sensación de frustración: ¿cómo puede ser que nos cueste tanto cambiar algo simple? ¿cómo puede volverse tan difícil?

Todo esto lo digo desde la experiencia propia y, también, desde lo que hemos estado conversando en las últimas semanas con todos Ustedes. Lu envió un correo preguntando sobre qué les gustaría que escribamos, y luego de leer todas las respuestas hubo una que captó mi atención. Lucía M. pensó que un buen tema sería:

«Cómo superar la dificultad o la frustración de no poder incorporar un habito. Tras varios intentos y en diferentes oportunidades me pasó que no pude, y le atribuí mi fracaso a algunos errores que quizas había cometido, pero no logre superarlos. Me imagino que no soy la única a la que le sucedio esto alguna vez :)».

Y no, no es la única. A mí también me pasa. Me pasó. Este 2015 lo arranqué planteándome varios objetivos, y muchos incluían cambiar hábitos.

Hoy me gustaría compartir con Ustedes las herramientas y prácticas que uso cuando me cuesta incorporar un hábito. Para superar la frustración no necesitamos frases de motivación, libros o técnicas super-complejas. Poniendo en práctica los 4 puntos en este post van a volver a enfocarse como estaban en Enero y desarrollar los hábitos que desean en este año.

Empecemos:

# 1. Poner por escrito los hábitos que queremos desarrollar

No hay forma más sencilla de que algo quede en la nada que olvidarlo. Tampoco hay forma más sencilla de hacer probable que algo suceda que ponerlo por escrito y en un lugar que veamos a diario.

No se trata de magia negra o algún sortilegio del más allá. Si todos los días recordamos algo que nos propusimos y nos hacemos la pregunta «¿cómo puedo lograrlo» se activa en nuestro cerebro la búsqueda de esa respuesta. Estanislao Bachrach aborda esto en «Ágilmente», mientras analiza el Proceso Creativo:

«La primera [etapa] es un período de preparación. Uno se sumerge, conscientemente o no, en una serie de problemáticas o en algún desafío, objetivo, que le interesa o le despierta curiosidad. ¿Qué quiero resolver? ¿Qué me interesa? Lo que llamamos nuestro desafío creativo. […] La segunda etapa de este proceso es un período de incubación . Las ideas se agitan por debajo del nivel de la conciencia. En este momento aparecen conexiones inusuales, y las ideas se empiezan a asociar unas con las otras, sin que nosotros las llevemos conscientemente por un camino derechito y angosto. Algo está por suceder. […] La tercera etapa es la de la revelación o insight. El momento eureka de Arquímedes».

Eso es exactamente lo que queremos lograr: mantener a nuestra mente en la búsqueda de la respuesta, hasta que lo encontremos.

Si empezaste el año haciendo nuestra Súper-Guía para el 2015, entonces este es un buen momento para volver sobre lo que escribiste en ese momento, copiar tus objetivos en una hoja de papel y ponerlos en un lugar visible.

Y si no lo pensaste por escrito al empezar el año, te pido que antes de seguir leyendo agarres lapiz y papel, escribas los hábitos que querés incorporar y pienses un lugar visible para ponerlos.

Este paso implica, por un lado, analizar seriamente las conductas que queremos desarrollar. Debemos elegir conductas que estén alineadas con aquello que es más importante para nosotros en el largo plazo. Si vamos a recordarnos algo todos los días tiene que ser algo que se conecte con quienes queremos ser, o proyectos que queremos concretar.

El otro lado es aceptar que es muy probable que en el camino a desarrollar hábitos encontremos obstáculos. Mejorar a nivel personal, profesional o familiar es un proceso. Entre que nos proponemos algo y lo alcanzamos la vida continúa, y a veces nos resulta muy difícil (o imposible) cumplir el plan exactamente como lo habíamos ideado. A veces son factores externos, como un familiar que se enferma o un problema laboral urgente. A veces son factores internos, como malos hábitos con los que nos cuesta luchar.

El proceso de empezar y que algo no funcione a la primera es natural, y tenemos que ser pacientes y gentiles con nosotros mismos. No debemos torturarnos por intentar y no lograrlo, pero sí debemos crear sistemas adecuados para mantener presentes los hábitos y objetivos que más nos importan, y este es el primero de ellos.

Poniendo por escrito los hábitos que queremos desarrollar, recordando por qué nos lo propusimos y viéndolos a diario nos aseguramos de que no importa cuántas veces haya dificultades u obstáculos, vamos a volver a enfocarnos y cada intento será mejor que el anterior (al mejor estilo Kaizen ;) ).

Y entonces muchos de Ustedes pensaron… «¡Pero eso suena muy difícil! ¿Por qué me expondría a semejante tormento?»

Veamos la herramienta # 2.

# 2. Comprender que el desarrollo de hábitos es una inversión de largo plazo

Vivimos en una época en la que queremos todo, y lo queremos rápido. Y eso se ve en los hábitos y cómo queremos desarrollarlos.

El 1 de enero nos propusimos: dormir 8 horas, salir a correr 1 hora por día, dedicarle 3 a nuestro proyecto, estar más presentes en el tiempo con nuestra pareja, hacer rendir el doble las horas en la empresa, no usar Facebook, todas las semanas tener tiempo con nuestros hijos, tomar 5 litros de agua por día, leer 1 libro a la semana, ir más seguido al cine, llamar a nuestra madre cada tarde y sacar a pasear el perro al amanecer escuchando un Podcast muy interesante.

Nos propusimos, además, desarrollar todos estos hábitos al mismo tiempo.

Y colapsamos, por supuesto. No hay persona, cerebro o agenda que aguante un cambio de 365° de la noche a la mañana. Cuando a la primera no lo logramos nos frustramos y pensamos simplemente «es que esto de cambiar no es para mi», «a un perro viejo no se le enseñan trucos nuevos», etc.

El afán por la rapidez puede verse, también, en las preguntas respecto a cuánto tarde un hábito en incorporarse. Seguido escucho la pregunta: ¿y en cuánto se incorpora un hábito? o ¿En cuánto se rompe un vicio? ¿21 días? ¿1 mes? ¿66 días? ¿En lo que tarde Venus en dar 3/5 de la vuelta al Sol?

Queremos todo rápido, certero y sin vueltas.

Pero la vida no funciona así.

Por eso quiero compartir con Ustedes un pensamiento al que vuelvo cada vez que las cosas se ponen difíciles:

Aunque cambiar un hábito tome un año, una vez incorporado queda para el resto de tu vida.

Y eso nos lleva a otro hecho: un hábito efectivamente incorporado vale más que 20 conductas geniales hechas por un par de semanas.

Esta es la reacción normal que obtengo al mencionar esto en una conversación:

Una cabeza explota por un nuevo paradigma para superar dificultades y cambiar hábitos

Cambiar mucho de un día al otro es una tentación para todos. Querer acelerar el proceso es normal. Pero cuando empezamos a sentir fricción, frustración o problemas es una buena idea recordar esto:

Un hábito efectivamente incorporado vale más que 20 conductas geniales hechas por un par de semanas.

Y tomemos ese pensamiento como base para superar los obstáculos. Así:

  1. Volvamos sobre nuestra lista y elijamos 1 hábito. Entre los que estén ahí busquemos cuál es el que más impacto va a tener sobre los demás hábitos y proyectos, cuál va a hacer que los demás sean más fáciles. Tal vez, por ejemplo, descansar mejor es el primero, porque los demás requieren que tengamos más energías.
  2. Siguiendo la Filosofía de la Represa, pongamos todas nuestras energías, foco y fuerza de voluntad en transformar esa conducta en hábito. No nos preocupemos si al mismo tiempo vemos otras actividades que podríamos hacer mejor. El secreto para superar la frustración respecto de un hábito es concentrarnos con paciencia y decisión en desarrollarlo. Así que recordemos: un hábito efectivamente incorporado vale más que 20 conductas geniales hechas por un par de semanas.

Puede ser que incluso luego de enfocarnos en sólo un hábito a incorporar no sea fácil hacerlo, y que tengamos que volver a empezar en varias oportunidades, ¿cómo nos aseguramos de estar más cerca cada día?

# 3. Registrando las fuentes de la Dificultad o Frustración y Pensando Alternativas

Llegamos así, a la creme de la creme en este proceso: una forma simple de ir mejorando constantemente.

La brecha entre pensar que nos gustaría que una actividad se vuelva un hábito está repleta de obstáculos y posibilidades. Nuestras vidas, después de todo, son un sistema, y no podemos conocer de antemano cómo nos va a afectar un cambio. Cuando pensé en despertarme a las 05 de la mañana no contaba con que eso iba a afectar el tiempo que separamos con Lu para ver series juntos. Era imposible de prever, en realidad. Lo mismo le puede pasar a cualquiera que emprenda el desarrollo de nuevos hábitos: tal vez no nos guste el resultado, o cómo afecta otras áreas, tal vez hay elementos en nuestro día a día que hacen demasiado difícil mantenerlo y que no habíamos pensado.

Las posibilidades son infinitas.

Por eso debemos irlas aislando, pensando y resolviendo. Necesitamos, también, que ese proceso sea sencillo y que no requiera un esfuerzo adicional (¡lo único que falta es que sea más difícil o frustrante!).

La solución que yo encontré es crear una planilla en que ir registrando mi progreso y obstáculos al desarrollar hábitos.

Igual que con el papel en el paso 1, esta planilla debe estar presente día a día sin que lo pensemos, y debe ser MUY rápida de llenar (para que no la posterguemos).

A continuación les dejo un vídeo que hice sobre cómo pueden crearse y usar una planilla igual, y en el paso siguiente continuamos viendo cómo utilizar la información que hay allí:

# 4. Para superar la frustración, ir mejorando los aspectos del hábito que queremos incorporar

Perfecto, entonces ya pusimos por escrito los hábitos a desarrollar, comprendimos el proceso, elegimos uno y le hicimos un seguimiento al abrir el explorador de Internet cada día de la semana. Una semana es suficiente tiempo para ver cuáles son los primeros grandes obstáculos que tendremos en este proceso.

Llegó la hora de tomar acciones concretas para eliminar las dificultades y mejorar.

Para ello vamos a separarnos 30 minutos el fin de semana, y en ese momento reflexionar siguiendo estas preguntas:

  • ¿Cuál fue el principal obstáculo esta semana? ¿Cómo podemos eliminarlo?
  • Cuál de los elementos que integran un hábito está trayendo los problemas:
    • Disparador: ¿te olvidaste? ¿tu rutina varió demasiado? ¿a qué elemento cotidiano infaltabale podés unir el nuevo hábito? (ir al baño, despertarse, dormirse, comer, etc.)
    • Conducta: ¿es una conducta clara? ¿podrías empezar con una versión más simple, o más breve, y crecer desde allí?
    • Recompensa: ¿se siente bien cumplir con el hábito? Si no, ¿por qué? ¿qué cambio podrías realizar para que tengas ganas de cumplir y no dependa de tu fuerza de voluntad ese día?
  • ¿Qué funcionó bien esta semana? ¿Podemos asegurarnos de que se repita la próxima semana?

Una vez que hayamos hecho ese repaso (en general es rápido, porque está enfocado en un sólo hábito) veamos lo que escribimos y elijamos una acción para la próxima semana.

Así, la semana 2 nos encontrará con el hábito a desarrollar claro, escrito y además con una mejora concreta.

Repetir hasta incorporar hábito, y festejar :)

Punto Extra: Los hábitos son la herramienta por excelencia para crecer como personas y emprendedores

Atardecer en Iquique con Lu, festejando superar las dificultades y frustración
Hay otro parecido entre el proceso de desarrollarnos y el viaje: ambas cosas valen la pena, nos cambian y acercan a lo que deseamos :)

Cuando enfrentemos frustración al intentar desarrollar un hábito en particular podemos verla como un problema (algo mal en nosotros), o como una gran oportunidad: significa que hemos identificado un área clara de debilidad, y que podemos empezar a resolverla. Tanto pensando en emergencias a futuro (como un accidente automovilistico), el día en que dejes tu trabajo y te lances 100 % como emprendedor, o algún momento en que tu familia vaya a necesitar lo mejor de vos, ver esas áreas es una oportunidad para resolver problemas que aún no son urgentes, pero sí absoluta y claramente importantes :).

Recuerda qué te habías propuesto este año y toma consciencia de que aunque ningún jefe o factura te obligue, es lo más importante en tu vida y misión personal.

El momento perfecto para cambiar tus hábitos era hace 6 meses, claro. Pero el segundo mejor momento es ahora.

Entonces, para superar la frustración al desarrollar nuevos hábitos sólo debes seguir estos 4 pasos:

  1. Poner por escrito el hábito que quieres desarrollar.
  2. Entender que es un proceso de largo plazo, y elegir el primer hábito para empezar.
  3. Crear una planilla de seguimiento e identificar la causa de las dificultades o tus sensaciones.
  4. Rever esas causas y pensar una acción concreta para mejorar esta semana.

Una vez que incorpores el primer hábito, sin apuros pero de forma efectiva, pasas al segundo.

¡A cambiar hábitos se ha dicho! :)

Mati

PD: Contanos en los comentarios, ¿cuál es el habito que más te cuesta desarrollar? :) ¡Así podemos ayudarte con herramientas a medida!