Iniciar un negocio propio es un camino de aprendizaje y desafío constante que requiere de habilidades emprendedoras particulares.
Cuando decidimos que queremos ser independientes, de repente pensamos en TODAS las habilidades emprendedoras que «deberíamos tener» y lo que “deberíamos saber” para poder “ser verdaderos emprendedores”.
Y ahí es donde nos complicamos y enredamos en lecturas infinitas de libros y artículos, vamos a cientos de cursos y vemos video tras video tratando de descifrar cuáles son las habilidades emprendedoras que tenemos que adquirir y qué conocimientos debemos tener para ser como esos emprendedores exitosos…
Y así llegamos a sufrir la “parálisis por análisis” tan común (lamentablemente).
Si llevas un buen tiempo enredado en lecturas e ideas, dándole vueltas al asunto sin lograr un verdadero avance, esta Mega Guía te va a cambiar la vida por completo.
Lector atento: “Pero Lu, ¿no estarás exagerando un poco?”
Muchas gracias, lector atento, por tu pregunta y por cuestionar mi frase aparentemente exagerada sobre que esto te va a cambiar la vida.
Pero no, no estoy exagerando y verás que es así en cuanto leas un par de párrafos más.
Lo que te voy a compartir hoy cambiará la forma en la que estás viendo el problema, cómo estás encarando el iniciar tu propio negocio (sin éxito), y además te daré el paso a paso para que lo resuelvas de una vez.
Esto cambiará rotundamente los resultados que obtengas y la velocidad con la que avances a ser un dueño de negocio con todas las letras.
¿Y no te parece que esto cambiará tu vida completamente? Bueno, te lo dije :) No estaba exagerando.
Ahora, nos metamos de lleno en esta Mega Guía y comencemos a ver cada parte.
¿Qué habilidades emprendedoras necesito para iniciar mi negocio?
Esta es una de las preguntas iniciales, ¿verdad?
Toda persona que desea emprender se hace esta pregunta.
Siempre pensamos que “nos falta algo” para poder comenzar, que “no tenemos lo necesario”, “no sabemos lo suficiente”.
Y para responderla solemos ir a nuestro querido amigo Google.
De ahí terminamos haciendo cursos y capacitaciones, suscribiéndonos a decenas de blogs para recibir más y más información.
En el 99,9% de los casos, lo que logramos es complejizar el proceso, abrumarnos y perdernos en el mar de información que consumimos.
Lo primero que tienes que saber (y que no te dicen en todos esos artículos que consumes) es que para iniciar tu propio negocio y ser un emprendedor exitoso solo necesitas enfocarte en dos cosas: tener tu propia definición de éxito y desarrollar ciertas habilidades personales.
Déjame que te explique POR QUÉ.
Cuando lees mucho y miras las noticias sobre los emprendedores “exitosos”, solo ves una parte de la información (y eso es lo que te confunde).
Muchas de las ideas que tenemos sobre qué es ser un emprendedor exitoso vienen de eso que vemos y terminamos persiguiendo una idea de éxito que no nos pertenece.
Por ejemplo, pensamos que para ser exitosos como ellos tenemos que usar traje, estar muy ocupados todo el día o hacer una startup tecnológica super innovadora.
Si te mareas con esas ideas, es posible que te estés alejando de tu definición personal de éxito. Sí, cada uno tiene una idea de qué es el éxito y es 100% personal.
Tiene que ver con qué estilo de vida deseas tener tú, qué tipo de trabajo te gusta hacer a ti, con qué personas disfrutas trabajar, cuáles son tus creencias más profundas, cuál es tu valor único y tu misión en la vida, entre otras cosas.
Por otro lado, incluso si sigues tu propia definición de éxito y no te dejas llevar por la de otros, necesitas estar enfocado en desarrollarte como emprendedor y no desvivirte primero por el emprendimiento.
El factor más importante de tu futuro negocio eres tú mismo. Eres tu recurso más importante, mucho más que la idea o el capital.
Si te enfocas en desarrollar las habilidades que te hagan un buen emprendedor, podrás llevar adelante proyectos y poner en marcha ideas, no importa si son super revolucionarias o no.
Lo que te garantizará el éxito como emprendedor es que logres llegar a tu definición personal de éxito y que tengas las habilidades que hacen falta para pasar a la acción y ejecutar una idea de forma efectiva.
Cuando hablo de esto, suelen preguntarme:
¿Por qué ciertas habilidades emprendedoras son la clave del éxito?
Tener las habilidades emprendedoras correctas es mucho más importante que encontrar la idea más innovadora del planeta o que tener cientos de dólares en capital para iniciar.
Casi ningún emprendedor tiene éxito con su primer proyecto, ¿lo sabías? De hecho, la gran mayoría tiene varios negocios fallidos antes de lograr ESE que funcione.
Quizá tuvieron malas ideas, quizá iniciaron proyectos sin dinero o recursos, puede que hayan encontrado ideas innovadoras y no hayan resultado, o también es posible que hayan tenido mucho dinero a disposición pero de todas formas no hayan tenido éxito…
Sea como sea, lo que es 100% seguro es que si luego de varios proyectos fallidos, lograron montar un negocio al que le vaya bien, el factor clave ahí es el emprendedor, sus habilidades y su crecimiento, no la idea X o la cantidad de capital.
Adoptar este enfoque cambiará la manera en que tomas decisiones y en qué pones tu tiempo y energías.
También cambiará la velocidad con la que avances.
Los emprendedores a los que les va bien se caracterizan por tener ciertas conductas naturalizadas como HÁBITOS. ¡No dependen de su fuerza de voluntad para avanzar!
¿Y cuál es la diferencia fundamental?
Los hábitos son acciones que hacemos en automático, que no nos demandan energía ni esfuerzo. Hacer algo que es un hábito que has incorporado te requiere la misma cantidad de energía cerebral que dormir.
En cambio, la fuerza de voluntad es siempre limitada.
Todos (absolutamente todos) tenemos una cantidad limitada de fuerza de voluntad. Si confiamos en ella para hacer lo que requiere montar un negocio y que funcione, nos frustramos constantemente.
¿Cuántas veces pensaste que no avanzabas en algo por no tener más fuerza de voluntad como otros? Esto lo solemos sentir en relación al ejercicio, a la disciplina y el orden, a cuánto avanzamos en un proyecto.
Pues te tengo una noticia que es buena y mala a al vez ;)
Tu fuerza de voluntad es exactamente la misma que la de ese emprendedor exitoso que tienes de referencia. Eso es bueno ¿no?
Quiere decir que si él pudo lograr poner en marcha su negocio y ser independiente, tu también puedes.
Lo que él hizo a diferencia de ti es enfocarse en incrementar sus habilidades emprendedoras formando los hábitos clave que lo sostengan en el proceso y que no le demanden un esfuerzo constante.
Si adoptas este enfoque, no solo podrás avanzar y convertirte en un emprendedor al que le va bien, sino que no sufrirás en el proceso y no tendrás que desangrarte en cada paso exprimiendo al máximo tu fuerza de voluntad.
Suena bien ¿verdad?
Si aún no te convencí, piénsalo así: entre el 45% y el 95% de las cosas que hacemos todos los días son hábitos. Repito: ¡entre el 45% y el 95%!
Somos lo que hacemos, y la gran mayoría de lo que hacemos son hábitos. Entonces, SOMOS nuestros hábitos.
Y nuestros resultados están determinados directamente por lo que hacemos, es decir, por los hábitos que formamos.
Puedes continuar luchando contra la corriente, tratando de exprimir tu fuerza de voluntad o culpando al destino que no te hizo organizado o enfocado…
O puedes ELEGIR qué acciones quieres incorporar para poder hacer sin esfuerzo y dedicar tu limitada fuerza de voluntad a formar los hábitos necesarios.
Eso es lo que hacen las personas productivas y los emprendedores a los que les va bien.
Por eso parece que no les cuesta organizarse, mantenerse motivados, hacer ejercicio, tener buenas relaciones con otros, etc.
Forman hábitos que les permite crecer en cada área de su vida, y se transforman gracias a los hábitos que incorporan uno a uno.
Los obstáculos más comunes al emprender y cómo resolverlos con el enfoque correcto
Enfocarte en incorporar las habilidades emprendedoras que te ayuden a ser un emprendedor al que le va bien y dejar de luchar contra tu fuerza de voluntad será clave para enfrentar los obstáculos que se te cruzarán en el camino…
Hay obstáculos muy comunes que enfrentarás y que puedes resolver de dos formas diferentes: la tradicional, o la correcta :)
Veamos un par de ejemplos.
OBSTÁCULO #1.
Problemas para llevar ideas a la acción, mantenerse constantes y disciplinados
Este puede ser un problema tremendo que frena a cientos de emprendedores a la hora de lograr su independencia.
La forma tradicional de encarar este obstáculo sería:
- Pensar que todavía no tenemos los conocimientos necesarios para comenzar a hacer algo concreto, entonces dedicarnos a hacer más y más cursos, leer más y más artículos.
- Pensar que nacimos desorganizados y poco constantes, y auto obligarnos a estar más ocupados y a “hacer más cosas” creyendo que así avanzaremos.
La forma superadora de encarar este obstáculo sería:
- Enfocarnos en formar los hábitos que tienen las personas organizadas.
Con esos hábitos, no estar más ocupados sino solo dedicar tiempo y energía a lo más importante y a lo que trae resultados.
OBSTÁCULO #2.
No saber por dónde comenzar
La forma tradicional de encarar este obstáculo sería:
- Romperse la cabeza (figurativamente) pensando y buscando una idea innovadora y original sobre la cual crear un negocio.
- Tratar de aplicar todos y cada uno de los consejos que lee en Internet o que escucha en una charla.
La forma superadora de encarar este obstáculo sería:
- Buscar un modelo a seguir, alguien que haya logrado lo que que queremos lograr. Descifrar cómo hace las cosas y, si es posible, preguntarle o contratarlo como mentor.
- Empezar formando los hábitos clave para asegurarse de poder avanzar de manera constante, de no arriesgarse innecesariamente ni frustrarse pronto.
OBSTÁCULO #3.
No saber dónde encontrar motivación o mantenerse motivado en el proceso.
La forma tradicional de encarar este obstáculo sería:
- Leer libros sobre mentalidad y ver videos motivacionales, o ir a charlas inspiracionales.
La forma superadora de encarar este obstáculo sería:
- Tener claro el horizonte y encontrar verdadera motivación en tus motivos más profundos.
- Tener un ritual para reconectarte a diario con ese horizonte.
El ABC para formar cualquier hábito
Antes de meternos de lleno en cuáles son esas 7 habilidades emprendedoras fundamentales, me gustaría que tengas las herramientas para poder asegurarte de incorporar esos hábitos con éxito.
Es fundamental que sepas que:
- Debes desarrollar uno por vez. Una vez que consolidas un hábito, este se vuelve automático y puedes dedicar las energías y fuerza de voluntad a formar uno nuevo. Si intentas hacerlo con varios en simultáneo es probable que te compliques, te abrumes y termines con todos a medias.
- Contrario a lo que solemos leer, no hay tiempo establecido en el que sí o sí se forma un hábito. Puede que sean 21 días, o 66, o 7. Todo depende del proceso y de que sigas bien los consejos que te daré ahora.
- El orden sí es importante, cada hábito será la base para el siguiente, entonces te será más fácil aún si lo haces en determinado orden :)
Siguiendo esos principios básicos y los consejos que te voy a dar ahora, podrás formar cualquier hábito que desees.
Consejo 1: Definir un disparador
Para formar CUALQUIER hábito, tenemos que tener un disparador claro. Esto es una acción que dispare y facilite el nuevo hábito que estamos formando.
Por ejemplo: «apenas me levante por la mañana», «cuando entre en casa y deje mis cosas en la mesa», «inmediatamente después de almorzar».
Consejo 2: Definir la conducta clara
Debes definir cuál será esa acción que deseas formar como hábito de la forma más específica posible, cualquier ambigüedad sólo te complicará el proceso.
Por ejemplo: «hacer 10 flexiones de brazos» (la forma incorrecta sería proponerte «hacer flexiones»).
Consejo 3: Establecer una recompensa
Este punto es casi tan importante, o más aún, que los anteriores.
Tener una recompensa al instante de haber cumplido con la conducta que estás formando como hábito es muy importante para fijar esa conducta y que tu cerebro interprete que es algo bueno y positivo, y lo naturalice con más facilidad.
Por ejemplo: «comer un pedacito de chocolate luego de haber cumplido con las 10 flexiones de brazos»).
Consejo 4: Tener momentos de revisión
Tener un momento de revisión es una de las habilidades emprendedoras más importantes.
Así como tienes momentos semanales y diarios para organizarte, tener un momento en el que revises cómo vas con un hábito garantizará que logres consolidarlo.
Puedes incorporar esta revisión en el ritual diario por la mañana.
Para profundizar en esto puedes leer este artículo, o este, o este :)
O descargar la Guía práctica para formar cualquier hábito AQUÍ.
Las 7 habilidades emprendedoras fundamentales
Ahora sí, ya sabes cuál es el enfoque correcto, cómo superar los obstáculos con este enfoque y cómo formar cualquier hábito.
Estás listo para meterte de lleno en cuáles son las habilidades emprendedoras fundamentales de todo emprendedor exitoso (al final te dejaré más información para que profundices en los 24 hábitos clave).
#1. Tener un horizonte claro y tomar decisiones sobre cómo avanzar en función de él
Los emprendedores realmente exitosos tienen claro qué es el éxito para ellos y cuál es su norte.
Tienen una misión clara y una imagen de cómo desean que sea su vida en el futuro.
Esto es lo que orienta sus acciones y decisiones.
Cuando tienes claro TU horizonte y cómo se ve el futuro que deseas construir, tomar decisiones día a día priorizar y mantenerte enfocado es mucho más natural que si intentas mantenerte orientado siguiendo una idea de éxito de otros.
Esta habilidad implica tener clara tu misión personal, tu visión personal, saber priorizar en función de eso y asegurarte de no procrastinar lo importante.
En el Kit gratuito de Herramientas para pasar de empleado a emprendedor puedes encontrar Guías prácticas que te servirán para definir tu misión, tu visión y también encontrarás ejemplos que te facilitarán el proceso.
#2. Ser Proactivo
La proactividad es un hábito fundamental para cualquier persona que desee disfrutar de sus días y ser más feliz.
Pero en el caso de quienes desean ser dueños de negocios que aporten valor, la proactividad es doblemente necesaria.
¿Por qué?
Simplemente porque en el proceso de iniciar un negocio nos topamos con obstáculos, incertidumbre, otras personas, realidades que no conocíamos, el contexto en el que vamos a trabajar, comenzamos a vincularnos con pares y con clientes, entre otras muchas cosas.
Y en ese contexto, no ser proactivos es la receta perfecta para frustrarnos, no disfrutar del proceso en absoluto y hasta no tener el impulso necesario para llevar adelante un proyecto.
Ser proactivo es hacernos cargo de nuestras decisiones, enfocarnos solo en lo que podemos controlar y no amargarnos por aquello que no podemos influenciar. Y tomar la iniciativa SIEMPRE.
Sin proactividad, ningún negocio puede comenzar, crecer y mantenerse, así que es una de las habilidades emprendedoras básicas sin dudas.
Puedes leer más sobre cómo ser proactivo aquí.
#3. Tener sistemas que sean mejor que tú
No conozco emprendedor al que le vaya bien que no tenga o que no esté desarrollando constantemente sistemas.
Tener la habilidad de crear sistemas para sostenerte es clave.
Si bien al comienzo siempre hacemos lo que hay que hacer, y eso suele ser un poco de todo (literalmente), con el tiempo se va notando cada vez más la necesidad de tener sistemas.
Para medir los procesos y poder mejorar, para no tener que hacer tareas repetitivas y poder automatizar, para tener información valiosa de la audiencia o los potenciales clientes y hacer mejoras a partir de ahí.
Incluso para poder incorporar personas al equipo.
Montar un negocio que funcione y hacerlo crecer a largo plazo requiere que tengas la habilidad de generar sistemas que sean mejores que tú.
El emprendedor «multitasking» es muy útil para los primeros pasos, pero es muy probable que nos estanquemos si no sabemos generar sistemas que nos sostengan y potencien.
#4. Organizarte semanalmente
¿Organizado se nace o se hace?
Muchas veces pensamos que “debe ser que no soy organizado, simplemente no tengo el don”, y miramos a otros avanzar constantes y firmes y pensamos “claro, ellos son naturalmente disciplinados”.
Pues no es así.
¿Recuerdas que somos nuestros hábitos? Organizarse es un hábito.
Puedes desarrollar los hábitos de organización y convertirte en una persona organizada.
Para esto solo tienes que entender un principio básico: organizarse es simplemente poder priorizar en función de lo importante (para ti), administrar el tiempo para hacer lo importante y dejar de hacer lo que no lo es (lo que no te acerca a realizar tu misión o lograr tus objetivos más importantes).
Dentro del universo de la organización, la organización semanal es un hábito que te permitirá mantenerte enfocado y poder hacer ajustes rápidamente.
Piénsalo así:
Si te propones un objetivo para el año, y llega fin de año y te das cuenta de que varias decisiones que tomaste te alejaron de tu misión y que descuidaste algunas actividades que querías hacer porque te acercaban a tu visión…
Es un poco frustrante y un poco tarde para hacer ajustes ¿verdad?
En cambio:
Si tienes un momento semanal para reconectarte con tu misión y visión, para elegir cómo será tu semana priorizando lo más importante para ti y eliminando todo aquello que te puede distraer y alejar de tus objetivos…
No pasará más de una o dos semanas sin que hagas los ajustes necesarios para “re-encauzarte” hacia lo que deseas alcanzar.
Suena bien, ¿verdad? ;)
En el Kit de Herramientas Gratis para pasar de empleado a emprendedor encontrarás la Guía para hacer tu Súper Mapa Semanal :)
#5. Tener un ritual diario
Si complementas la organización semanal con un momento diario, tienes en tus manos el poder máximo para mantenerte enfocado y organizado la gran gran mayoría del tiempo.
Un momento diario para pensar y decidir con calma cómo será tu día, y cómo todo lo que hagas ese día te acercará a lo que más deseas, es increíblemente gratificante.
En ese momento diario te reconectas con lo que decidiste en ese rato de calma en la organización semanal.
Además, incorporas algunas acciones que hacen que tu día comience de la mejor manera y con un enfoque insuperable (como tener un rato sin apuro para leer o estudiar; como poder pensar cómo enfrentar una situación que se te presentará ese día, etc.)
El ritual matutino es muy, pero muy poderoso.
Puedes ver más de sus superpoderes y algunas ideas de cómo armar el tuyo aquí.
#6. Aportar valor siempre
Los emprendedores que tienen éxito y logran ser independientes entienden la esencia detrás de iniciar un negocio: aportar valor, solucionar problemas.
Entonces, procesos como definir una idea de negocio, validar, llegar a tener los primeros clientes, aprender a vender, poder escalar el negocio, no son un problema sino pasos que van resolviendo de forma natural.
En cambio, cuando te enfocas en lo que crees que sería una buena idea, o en algo que parece lo suficientemente original y revolucionario, pero no sabes si ayuda realmente a alguien, estás perdido.
Aportar valor es una habilidad emprendedora que debes tener como emprendedor y que te ayudará a avanzar con mucha más naturalidad que otros.
Estarás más conectado con tu audiencia o tus clientes potenciales.
Sabrás qué necesitan, cómo comunicarte con ellos de forma efectiva y cómo vender para hacerles llegar tu solución.
#7. Aprendizaje constante: desarrollar nuevas habilidades como dueño de negocio
La última habilidad emprendedora de esta lista es aprender de manera constante.
Si no tienes el hábito de aprender permanentemente, no solo te costará muchísimo arrancar el negocio, sino que no podrás hacerlo crecer, porque no estarás abierto a aprender lo que sea necesario, a desarrollar nuevas habilidades como dueño de negocio.
Cuando el negocio comienza a agrandarse, nos pide que aprendamos nuevas cosas como sistematizar, automatizar, delegar, vender de forma más masiva, etc.
Sin esta habilidad, estarás muy limitado.
Por dónde empezar hoy y cómo asegurarte de mantenerlo
Piensa en esto como un proyecto muy importante a largo plazo.
Esta es una Guía, un mapa para que orientes tus acciones y cómo estás mirando el proceso de iniciar tu negocio.
Con esta orientación, es momento de comenzar a poner en acción poco a poco y que formes las habilidades emprendedoras que necesitas para tener éxito con tu proyecto.
Como ya viste en los consejos que te di hoy, comienza en orden y ve formando uno a uno los hábitos fundamentales.
Recuerda, si te enfocas en formar una acción como hábito, luego será parte de lo que eres y haces sin esfuerzo.
Y sobre éste podrás formar otro, y así hasta tener un combo de habilidades emprendedoras que te lleven directo hacia tus objetivos más importantes.
Comienza por aclarar tu norte: define tu misión y tu visión. A partir de ahí, continúa con los demás hábitos y habilidades fundamentales.
Cómo saber si vas bien
La revisión es una constante en el proceso de formar hábitos, de desarrollarse como personas y emprendedores, y de crecer y hacer mejoras.
Procura tener momentos de revisión y, específicamente, de revisión de tus hábitos.
AQUÍ puedes aprender cómo hacer un Control de hábitos diario (incluso puedes descargarte una planilla de ejemplo para hacer tu propio control).
Una forma simple de formar una a una las habilidades emprendedoras fundamentales
Antes de irme a conversar contigo en los comentarios aquí abajo, quiero dejarte una herramienta para ayudarte a formar los 24 hábitos fundamentales de los emprendedores exitosos.
Se trata del Libro «Superemprendedor».
Escribimos este libro para tener sistematizados los hábitos, con una descripción detallada de cada uno, consejos prácticos para formarlos y el orden adecuado.
PUEDES ACCEDER A SUPEREMPRENDEDOR AQUÍ.
Y no te olvides que en el Kit de Herramientas Gratis tienes más de 15 Guías prácticas para desarrollar las habilidades emprendedoras clave e iniciar tu propio negocio