¿Por qué a veces parece tan complejo avanzar con nuestros proyectos? ¿Cómo se podemos hacer que sea más simple y que nos alcance el tiempo? ¿De qué va todo esto del Principio de Pareto y como puede ayudarte a sacar adelante un negocio?
Para responder estas preguntas, quiero que te transportes a la mañana de un lunes. Suena el despertador y suspiras. Por tu cabeza pasan miles de pensamientos, que pueden resumirse en «quisiera descansar un rato más», «ojala fuese domingo» y «esto no termina nunca».
Tendemos a pensar que esa sensación por las mañanas viene de que, simplemente, nos cuesta despertarnos temprano. Sin embargo, hay algo más grande detrás: nuestra relación con el tiempo.
Cuando hablamos del tiempo lo relacionamos a cumplir: cumplir con horarios, cumplir con reuniones y cumplir con compromisos. Pero saber manejar nuestro tiempo en realidad tiene que ver con controlar la dirección que lleva nuestra vida. Tiene que ver con decidir, y con incluir en cada día actividades que disfrutemos y veamos como importantes, como parte de una construcción más grande y de nuestros proyectos.
El problema aquí es que aunque sabemos cuáles son nuestros proyectos y sueños, muchas veces no sabemos cómo seguirlos, o qué hacer para alcanzarlos. Eso nos paraliza, y empezamos a dejarnos llevar por compromisos y lo que otros dicen que «deberíamos». De repente el tiempo se trata de cumplir, y cuando menos queremos darnos cuenta, ya estamos en automático.
Claro que podemos auto-justificar lo que hacemos frente a otros y a nosotros mismos, ¿no? Decimos que lo haremos en un tiempo, cuando ahorremos algún dinero o cuando pasemos este traspié.
Pero cuando suena el despertador el lunes por la mañana no podemos engañarnos. No importa cuán bien se haya sentido el fin de semana, cuando suena el despertador no tenemos ganas de levantarnos, y eso es porque va a ser otro día de cumplir sin saber cómo o cuándo eso va a conectarse con esos proyectos que tenemos guardados y que vuelven a nuestra mente cada tanto.
¿Cómo es que quedamos atrapados en ese círculo?
Casi todas las personas en algún momento intentamos ir tras algún sueño. Todos hemos escuchado que hay gente que hace algo que nos gustaría hacer, e intentamos imitarlos. La mayoría lo hace en la adolescencia o juventud.
Pero muy pocos lo logran, por dos motivos:
- Aunque tienen una idea clara de qué les gustaría hacer, no saben cómo. Tampoco tienen nadie cerca que lo haya hecho. Eso genera el sentimiento de «estar perdido». Es cierto que ahora existe Internet, pero aunque sea fácil saber la altura de la muralla china (16 metros), no es una máquina automática de generar respuestas profundas.
- El no saber cómo lleva a intentarlo mal. Con esfuerzo, pero mal. Entonces nos chocamos contra una pared, porque ponemos esfuerzo y tiempo y no obtenemos ningún resultado (o muy pocos). Y eso nos lleva a pensar que todo el mundo que dice «eso no se puede» tiene razón. Nos frustramos.
Y empezamos a detestar el despertador del lunes. Claro que tu situación, si estás leyendo esto, es muy distinta. Porque ahora vamos a ver una herramienta concreta que te permitirá descifrar cómo lograr lo que quieres, y hacerlo de una manera que te traiga resultados rápidamente.
Enfrentando el Monstruo, ahora con la visión correcta: El Hábito de Vivir en la Zona del 20
Un economista italiano llamado Vilfredo Pareto esbozó una respuesta que se aplica a preguntas muy variadas, y también a tu situación. Pareto notó que en su país el 80% de las tierras eran poseídas por un 20% de las personas.
Cuando salió a su huerta se encontró, también, que el 80% de las habas eran producidos por el 20% de las plantas. Eso lo llevó a generar una observación, y dejar nota.
Con el tiempo su descubrimiento empezó a contrastarse con otras situaciones, sólo para ver que el parámetro se repetía. Se llamó a este fenómeno «Principio de Pareto», o «principio de distribución desigual».
La idea básica es que entre todas las causas que contribuyen a que se produzca un efecto, una parte pequeña es responsable de la gran mayoría.
Hagamos nuestra contribución a la ciencia, y veamos si es cierto, con 3 preguntas al azar:
- ¿Cuánta ropa utilizan las personas, entre toda la que tienen? Sólo el 20% (fuente: iWarda). Aunque parezca increíble, ya vives con 100 cosas (o menos).
- ¿Cuántos equipos entre todos los que conforman la NBA han ganado campeonatos? El 26% de los Equipos de la NBA el 82% de los Campeonatos (fuente: NBA.com).
- ¿Cuántos jugadores en el Barcelona han hecho goles? Sí, adivinaste. El 21% es responsable del 80,8% (fuente: ESPN).
Todas esta son búsquedas que hice al azar, y corroboran la idea de Pareto. Por eso es un principio.
El problema con la mayoría de los intentos es que se concentran en el esfuerzo y tiempo que ponemos al proyecto, sin ninguna consideración adicional.
Asumimos que simplemente: TIEMPO + ESFUERZO = RESULTADO.
Esto no es cierto, claramente. Si no, no podríamos explicar cómo es que personas que empiezan en situaciones similares obtienen distintos resultados con la misma cantidad de tiempo o esfuerzo.
La realidad es la siguiente: (TIEMPO + ESFUERZO) x ACCIONES DEL 20 = RESULTADO
Lo cual nos lleva a la pregunta central: ¿cuánto de lo que hacemos cada semana nos trae resultados realmente? ¿Qué tareas son el 20% que puede hacer realidad nuestro proyecto?
Esta no es una pregunta menor. Poniendo el tiempo y esfuerzo en ese 20% de las tareas, no sólo el tiempo nos rinde 4 veces más, sino que además empezamos a ver resultados antes, con lo cual no dependemos demasiado de mantenernos motivados. Los resultados están ahí, y listo.
Este enfoque del 20% puede ser aplicado de forma aislada para un problema. O puede ser convertido en un hábito, para tomar decisiones en los distintos roles y tareas que nos ocupan. Personalmente lo he usado para trabajar, estudiar y emprender al mismo tiempo.
Cuando nos enfocamos en el 20% de los resultados podemos obtener resultados geniales invirtiendo una fracción del tiempo. Cuando tenemos resultados nos alegramos y estamos orgullosos. Y no nos cuesta levantarnos, ¡al contrario!
¿Cómo funciona esto de aplicar el Principio de Pareto como hábito? ¿Cómo un emprendedor vive en la Zona del 20?
Empezamos hablando de que todo esto tiene que ver con la frustración de no poder sacar adelante Proyectos propios. Cuando menciono esto, quiero referirme puntualmente a la frustración por no poder emprender.
Emprender implica transformar ideas en realidad, y hacerlo de un modo que esas ideas ayuden a otros (y nos permitan a nosotros ganar dinero, para poder continuar).
Creo que emprender en la zona del 20 se reduce a 3 aspectos fundamentales, si sos un emprendedor individual, o 4, si es en equipo:
#1. Aprender, pero sólo de fuentes seleccionadas y aplicando.
Nadie sabe todo cuando empieza, y la verdad es que la mayoría de los retos que vamos a enfrentar sacar adelante ni siquiera podríamos imaginarlos antes de comenzar. Por eso tenemos que dedicar tiempo a aprender.
Este aprendizaje, por supuesto, tiene que tener una serie de características: a) estar orientado a resolver un problema o aclarar el camino; b) no intentar leer todo lo que existe un tema, sino elegir las 2 mejores fuentes (estamos emprendiendo, no haciendo una tesis), y algunos casos reales de éxito de los cuales podamos tomar ideas; c) pasar más tiempo aplicando o ejercitando que leyendo.
No me voy a extender más en esto, porque ya hemos escrito artículos sobre las mejores formas de aprender y los resultados que ese aprendizaje trae.
#2. Crear un Producto o Servicio que aporte valor.
Cada empresa tiene un Producto o Servicio, y aquí hay que invertir mucho trabajo.
Ese trabajo, de nuevo, debe hacerse de una forma muy particular: a) esforzarnos en aclarar para quién creamos, y qué resultado estamos buscando dar (no pensemos en cuánto cobrar sin antes pensar en qué problema concreto vamos a solucionar); b) salir «ahí afuera» y comunicarnos con nuestros potenciales clientes, ¿realmente quieren o necesitan esto? ¿es algo por lo que pagarían? (mil horas en el laboratorio no compensan un café y charlar con un potencial cliente); c) tomar todo esto y pensar una versión muy simple del Producto o Servicio (si es algo físico, sería hacer un par de prototipos); d) Salir e intentar venderlo, aprendiendo de qué funciona y qué no; e) Volver, tomar esa información y mejorar un poco, sacando otra versión; f) repetir c y d hasta el infinito.
Este es un enfoque basado en el 20%, y que es muy distinto a pasar meses intentando llegar a una idea perfecta, luego armando un complejo plan de operaciones y luego gastar mucho dinero en crear algo impecable antes de salir a hablar con los posibles interesados.
#3 Hacer conocer tu emprendimiento.
Como ya se debe haber notado en el punto anterior, la creación de productos o servicios no se da en el vacío. Al salir a conversar con los potenciales clientes estamos reconociendo que el Producto en nuestra mente o en nuestro almacén no sirve para nadie. No alcanza con crear valor, hay que saber comunicarlo y hacerlo llegar a las personas adecuadas.
El enfoque del 20% aquí está en no intentar ocupar todos los canales de comunicación que existe, sino elegir uno y volvernos muy buenos en manejarlo. No vamos a elegirlo, claro, por una simple preferencia personal.
Las preguntas son: a) ¿qué canal de comunicación utiliza la mayor cantidad de nuestros potenciales clientes?; b) Pasando la vista a lo financiero: ¿qué canal de comunicación nos trae más resultados de acuerdo a lo que necesitamos invertir?
Es dejar de intentar alcanzar a todo el mundo por todos lados, y estar en donde están nuestros clientes. Puede hacer falta un par de experimentos para aclarar estas preguntas, pero vale la pena.
#4 Si trabajas en equipo, alinear ideas y objetivos.
Si uno no trabaja solo, esta es probablemente la actividad #0. Muchas veces podemos distraernos saliendo a «hacer», y desestimar la importancia de pensar en nuestro equipo. Esto implica pasar tiempo conociendo a quienes trabajan ahí, sus aspiraciones y talentos. También implica trabajar y desarrollar sistemas y plataformas que faciliten la colaboración y que los talentos se complementen. Las inversiones en este aspecto multiplican, por sinergia, los resultados. Claramente es parte del 20%.
Todo muy lindo, ¿pero cómo es esto en la práctica?
Creo que sería poco claro de mi parte simplemente dejar esto aquí, sin más. Por eso pensé que podría explicarles en cuatro párrafos cómo usamos esto al iniciar Superhábitos:
#1 Elegimos un par de fuentes y las pusimos en práctica (Aprender).
Antes de iniciar Superhábitos ya éramos ávidos lectores de Blogs, entre ellos Live Your Legend y Zen Habits. Como sabíamos que ambos funcionan bien, y se basaban en las mismas ideas, decidimos pasar un tiempo estudiando los distintos aspectos de cómo trabajaban y leer el material de Think Traffic, que ambos mencionaban. Deliberadamente no buscamos más allá. Tomamos estas fuentes y arrancamos.
#2 Lanzamos Servicios y Productos simples, y luego los mejoramos siguiendo el 20/80 (Crear).
En Superhábitos empezamos desde «La Chispa Interior». La idea es que los mejores emprendimientos surgen cuando se cruzan los talentos, pasiones y principios con la capacidad de convertir eso en soluciones para otros. Así que nos sentamos y pensamos qué teníamos para aportar.
La Guía que usamos para pensar nuestra Chispa y llegar a Superhábitos es parte del Kit Gratuito para pasar de Empleado a Emprendedor, y podés acceder completando el formulario a continuación:
Cuando nos dimos cuenta que nuestros experimentos con hábitos, productividad y emprender eran lo mejor, el paso siguiente fue abrir el Blog y llamar a 6 personas que pensamos que podían beneficiarse de la idea e invitarlas a tomar un café. Charlamos y les comentamos. Anotamos todas las ideas, preguntas y problemas que surgieron.
Con ese aprendizaje modificamos el sitio, y nos animamos a empezar Encuentros Mensuales en Salta (Live Your Legend Local fue un buen empujón). Era Enero. En los Encuentros hicimos preguntas y nos esforzamos por escuchar mucho: ¿cuáles eran los problemas reales? ¿Lo que la gente valoraba del Encuentro o del Blog era lo que nosotros valorábamos? La respuesta casi siempre era no. Había algo más. Fuimos aclarando.
Largamos 2 cursos en Mayo, con grupos chicos y presenciales. Hicimos lo mismo, y los Encuentros seguían. Para Julio habíamos aclarado mucho nuestro rol y nuestro aporte, así que en Agosto modificamos el sitio de arriba abajo y largamos un Programa online con pasos concretos para que puedas desarrollar los hábitos que caracterizan a los emprendedores de forma definitiva y simple.
A la par que el Programa salía al aire, dimos charlas en la Universidad de Quilmes y en Mar del Plata, participamos en TEDxPeatonalAlberdi y luego en Be.Ideas (un evento en el Teatro Provincial de Salta, y para más de mil personas). Las charlas de cada uno de esos eventos se «alimentaban» de las anteriores. Siempre nos quedamos después para conversar con los asistentes y ver qué funcionaba y qué no, hacemos encuestas y las leemes y nos preocupamos por ver quiénes llevan las ideas a la acción con el tiempo. Así sabemos a quienes ayudamos realmente y podemos repetir lo que funciona.
Con toda esa información nos reunimos en Diciembre y Enero los cuatro integrantes del equipo y planeamos cambios para este año. Entendimos mejor nuestras fortalezas, a quién servimos y cuándo un evento, texto o material produce resultados. Empezamos a mejorar y re-diseñamos varias páginas, hicimos un Taller Intensivo, lanzamos la posibilidad de trabajar 1 a 1 con nosotros y empecé a escribir un libro sobre cómo emprender mientras trabajas (que está en camino).
¿Pueden ver cómo el proceso nunca se detiene? Encuentras tu chispa, sales afuera y pruebas, aprendes y mejoras. Superhábitos recién tiene un año y medio, y durante Julio decidimos hacer otra reunión para analizar los resultados, aprender y planear este segundo semestre :).
#3 Hacer conocer, poniendo los esfuerzos en los canales que traen resultados.
Facebook, Twitter, TV, Radio, Eventos, Congresos, Mail, otros Blogs, Revistas, etc. Literalmente probamos todos esos canales para hacer conocer Superhábitos (y algunos más). Cada vez que probábamos uno volvíamos y evaluábamos el resultado: ¿a cuántas personas habíamos alcanzado? ¿Las personas a las que llegamos, les sirvió?
Eso nos llevó a la conclusión de que la mayor cantidad de resultados venía de colaborar con otros Blogs y de estar en Eventos especializados para emprendedores. Entonces pusimos el esfuerzo ahí, y nos ahorramos andar buscando más oportunidades en el Diario, la Radio o la Televisión, mientras que miles de otras personas están gastando tiempo y dinero para lograrlo. Poner el esfuerzo en contactar a las personas con alma emprendedora, que comparten nuestros principios y la aspiración de que en Latinoamérica hacen falta más emprendedores y personas viviendo sueños para solucionar los problemas de todos llevó luego a que ellos nos inviten a nuevos lugares. Así fue que llegamos a dar una charla en TEDx.
#4 Invertimos tiempo en comprender los objetivos y fortalezas del Equipo.
A diferencia de muchos sitios, Superhábitos nació como un Proyecto de Equipo. Encima somos un Equipo Familiar. Sería fácil decir que nos llevamos bien y trabajamos juntos porque somos familia. También sería una mentira.
En diciembre de 2013 pasamos un día completo de retiro de Equipo pensando los horizontes del nuevo Proyecto. Fue nuestra primera planificación anual de Superhábitos. Antes habíamos pasado 2 años trabajando juntos en otras ideas, teniendo una reunión así cada 6 meses.
Todas las semanas nos reunimos los 4, para evaluar desempeño y aprender de los demás, y cada día tenemos reuniones de 15 minutos con los demás miembros del Equipo. Cuando tuvimos que ponernos de acuerdo en la base de funcionamiento pasamos más de una semana. Invertimos tiempo en conocernos, ayudarnos y entendernos. Pero ese esfuerzo puesto ahora se paga con creces. Mientras escribo este artículo sé que Santi está trabajando en el Podcast, Lu está optimizando el Programa y Guada planeando cómo realizar los próximos talleres. Nadie necesita estar vigilando a los demás, porque hay un acuerdo claro de qué hacemos, cuál es el objetivo y cómo los talentos de cada uno contribuyen a eso. La sinergia es invaluable, y hay que saber invertir lo necesario para generarla.
En resumen: saber cómo y tener resultados son consecuencia de aplicar el 20/80 en cada aspecto del emprendimiento
Hoy es jueves. Cuando sonó el despertador, salté de la cama. Lo apagué, me puse auriculares y arranqué la mañana con «Bang your Drum», de Dead Man Fall. No suspiré mientras calentaba agua o preparaba el desayuno, sino que sonreía y pensaba en cómo escribiría este artículo.
Sonreí, y me senté a dejarlo listo. Mientras lo hacía, estaba tranquilo porque antes apliqué el Principio de Pareto. Gracias a eso tengo claro qué es lo que debo hacerlo, qué resultados me va a traer y cómo se conecta con mis proyectos y planes a futuro, y de qué manera me permite aportar valor a todos Ustedes.
Estoy tranquilo, y contento.
Esa tranquilidad y alegría es Vivir en la Zona del 20, y es lo que deseo para todos Ustedes esta semana.
Mati
PD: ¿Sientes que ya leíste esto antes? Es probable :) Este artículo había sido publicado como artículo de invitado en «Vida en Hack». Como el sitio ya no está en línea (y varios de Ustedes nos dijeron que les había resultado muy útil), pensamos que sería útil para los demás. Esta es una versión actualizada y corregida :)
PD2: En el área con herramientas exclusivas para suscriptores hay una planilla que puedes utilizar para pensar qué actividades serían el 20/80 en tu caso particular, junto con un par de ejemplos que puedes utilizar para guiarte. Si este Post te pareció interesante y estás comprometido con disfrutar tus mañanas, completa el formulario a continuación y pon las ideas en práctica :)