3 formas de aprovechar tu trabajo para tu negocio (o la solución a tu mayor problema de disciplina)

¿Sientes que eres más disciplinado en tu trabajo que en tu propio negocio?

Hace poco me llegó este problema de un miembro de la Comunidad. Se sentía desenfocado y frustrada por no lograr todo lo que se proponía cada semana para su negocio. Me preguntó: «¿cómo puedo hacer para cumplir con mi propio proyecto de la misma forma que lo hago con mis jefes y clientes en mi trabajo?»

Y recordé que cuando yo trabajaba en un estudio jurídico, una vez me enfrenté a la misma situación tan frustrante como para olvidarla. Me decía a mí misma:

«¿cómo puede ser que en la oficina soy de las más responsables, cumplidas, organizadas e innovadoras siempre, pero a veces cuando me pongo a trabajar en mi propio negocio me encuentro desenfocada y siento que no cumplo ni la mitad de lo que me gustaría hacer?»

¿Te pasó esto alguna vez?

¿No es eso contradictorio?

Se supone que tu negocio es eso que te entusiasma, eso que haces antes o después de trabajar con mucha pasión y disfrute. Tu emprendimiento es lo que te llevará a la verdadera independencia que deseas, y tu trabajo es algo que por ahora necesitas mantener para vivir.

Sin embargo, ¿cuántas veces eres más cumplido, disciplinado y responsable en tu trabajo que en tu negocio?

En otras palabras, ¿cuántas veces haces las cosas mejor para otros que para ti mismo?

 

Cómo aprovechar tu trabajo y acabar con la frustración: comienza a ver el problema desde otro ángulo

Esto puede parecer un poco contrario al sentido común: tendemos a pensar que en nuestro propio emprendimiento seremos esa persona que tanto deseamos, sólo porque estamos eligiendo emprender y es algo que nos entusiasma más que ir a la oficina.

Creemos que es automático. Que sólo por «ser emprendedores» o tener un proyecto en marcha, automáticamente seremos máquinas de productividad y estaremos felices todo el día.

Y al no lograrlo, nos frustramos.

Pero no somos de una u otra forma según la actividad que hagamos.

Somos de una u otra forma según los hábitos que tenemos.

Mati dijo hace poco que crear y hacer crecer un negocio no es distinto que lograr empezar y ser bueno en cualquier actividad: requiere aprender, practicar y dedicar tiempo.

Y eso es lo que hacemos en los trabajos.

Formamos ciertos hábitos que nos resultan útiles, que nos ayudan a cumplir con nuestras tareas y los objetivos que nos plantean (y a conservar el trabajo también ;) ).

Entonces, lo que debemos hacer es formar esos hábitos en el área de nuestro emprendimiento. Se trata de trasladar todo lo bueno que aprendemos con la gimnasia de trabajar a diario a nuestro propio proyecto.

Ya sabemos que no todos los hábitos adquiridos en el trabajo son buenos y nos van a potenciar en otras áreas. Pero dejemos de ver todo como si fuese completamente malo o completamente bueno, y nos enfoquemos en lo que nos sirve.

¿Y cuáles son esas prácticas clave que trasladadas a nuestro negocio nos ayudarán a «ser más disciplinados» con nosotros mismos?

Hay 3 fundamentales:

#1 Poner plazos y aprovechar el poder de las exigencias externas

Podríamos decir que queremos luchar contra las exigencias externas, liberarnos de las ataduras de los jefes (que son todos malvados, por supuesto), y vivir en el reino de la libertad absoluta en el que nos proponemos cosas a nosotros mismos y eso es más fuerte que la imposición de un otro.

Pero no es completamente verdad. No siempre funcionamos así y no en todas las situaciones reaccionamos igual.

Cuando otro nos está mirando o nos exige algo, tendemos a funcionar distinto que si la única persona que nos está viendo somos nosotros mismos.

Tendemos a ser más cumplidos con otros que con nosotros mismos.

Y esto tiene que ver con dos cuestiones:

Primero, que no estamos acostumbrados a hacernos promesas y cumplirlas. Estamos acostumbrados más bien a que siempre haya una exigencia externa y a ser evaluados por ese otro: nuestros padres, los profesores de la escuela, los de la universidad, los jefes.

Un elemento importante para formar cualquier hábito es exponerse. Cuando nos exponemos frente a otros, sean conocidos o desconocidos, sentimos un compromiso mayor y una necesidad de cumplir para demostrar y demostrarnos que podemos. Por eso el trabajar con un equipo, si lo haces bien, potencia todos tus resultados. Al trabajar en equipo y hacer buenos acuerdos, siempre tendrás que exponerte ante otro, «rendir cuentas» y tendrás muy claro cuál es la importancia de tu tarea dentro del negocio.

No te frustres por no sentirte igualmente disciplinado en tu negocio como en tu trabajo. 

Es normal y, más importante aún, es modificable. Trabajar en tu propio negocio es una actividad completamente distinta a lo que nos enseñan en la mayoría de los ámbitos en los que crecemos, entonces inevitablemente todo será distinto a lo conocido.

En lugar de frustrarte, busca una manera de reemplazar a tu jefe en el área de tu emprendimiento. Puedes hacer alguna de estas actividades:

  • Pedir a un conocido, amigo o familiar que te ayude haciéndote un seguimiento de qué te propones cada semana o cada mes, si formas parte de alguna comunidad o quieres crear una en tu cuidad o de forma virtual, también puedes aprovecharla para eso.

Cada mes en los Encuentros de la comunidad nos proponemos un objetivo para el mes, lo compartimos con alguien de la comunidad y nos hacemos un seguimiento mutuo durante el mes.

Hoja de trabajo que usamos en los Encuentros.

  • Si no quieres exponerte con otro, mejora el uso de las recompensas. Dentro de los elementos básicos para formar hábitos, la recompensa es importantísima para afianzar el hábito que desees como algo positivo. Puedes usar contigo mismo recompensas para motivarte al cumplimiento. Si bien es algo que estableces tu mismo, actúa como una exigencia externa.

Por ejemplo:

Si hago X hasta el Sábado, el Domingo descanso todo el día y puedo ver tres películas. Si no hago X hasta el Sábado, el Domingo debo trabajar todo el día hasta terminarlo y no veo ninguna película.

Este es sólo un ejemplo, presta atención a que la recompensa debe ser algo personal que te motive a ti, no algo genérico. Esto fue clave para mí para retomar el ritmo cuando estaba desenfocada, me di cuenta de que no tenía pensadas buenas recompensas entonces no estaba manteniendo cada día lo que me proponía (levantarme a las 5am, escribir, etc.)

Presta atención a que una buena recompensa es algo que te entusiasma hacer, pero sobre todo es algo que te duele muchísimo no hacer.

  • Exponerte con tus clientes. Hace un tiempo recibí un mail con esta reflexión:
    «Cuando pienso en que ´no quiero tener jefe´, me doy cuenta de que ´mis futuros clientes serán mis jefes´; no sólo no dejaré de tener jefe, sino que tendré muchos».

Y me hizo pensar bastante. ¡Es cierto! Nuestros clientes y potenciales clientes son nuestros jefes, pero esos que elegimos y con los que podemos entablar un vínculo profundo.

Puedes exponerte frente a ellos, comprometerte a algo y verás como generas un mayor sentido de compromiso y aumentas tu productividad. Si tienes un negocio online, pues quizá te podrás exponer con tus lectores, comentándoles lo que te propusiste hacer este mes, o haciéndoles una pregunta con una promesa, por ejemplo:

«cuéntame cuál es el obstáculo más grande ahora entre A (situación actual) y B (su objetivo más importante) y en cuatro semanas te traeré una guía gratuita para solucionarlo». 

Si en cambio tienes un negocio físico, fuera del mundo virtual, puedes hablar con todas las personas que conozcas que sean lo más parecido a tu cliente ideal y hacer algo parecido.

  • Trabajo 1 a 1. Esta es una manera fantástica de un 3 en 1: ofreciendo un servicio de trabajo personalizado con tus clientes o potenciales clientes puedes 1) aprender muchísimo, 2) tener la obligación de prepararte y aportarle valor en cada encuentro, y 3) si no lo haces gratis, generar algunos ingresos.

#2 Plantearte objetivos y tareas súper específicas

No siempre y no en todos los trabajos tenemos tareas específicas. De hecho muchas veces hacemos «un poco de todo» y en el día a día van surgiendo eventualidades.

Pero casi siempre en el trabajo tenemos más claro qué hacer y en cuánto tiempo que cuando nos sentamos a trabajar en nuestro negocio y tenemos que ordenar una lista enorme de actividades en un cierto bloque de tiempo (y mientras más tiempo tengamos, a veces es más complicado).

Debemos reproducir la situación siguiente: viene nuestro jefe y nos dice «necesito este informe para mañana» o «hay que hacer 40 llamadas esta tarde», o lo que sea.

Esto conjuga dos hábitos fundamentales en la organización personal y en la productividad: priorizar lo importante, aquello que está en el 20% de actividades que nos traen el 80% de los resultados + plantearte tareas específicas y no ambiguas. Acá puedes ver más sobre cómo aplicar el 20/80 y acá sobre cómo plantearte buenos objetivos.

Ante objetivos o tareas muy grandes, nuestro cerebro se paraliza, en cambio si sólo hacemos lo importante y lo desarmamos en pequeños pasos accionables y simples, nuestro cerebro será nuestro aliado y no el freno.

Además te lo digo por mi dolorosa experiencia. Mientras menos específico sea lo que quieres lograr y cada paso que vas a dar, habrá más caos y menos disciplina. Sumado, claro, de la sensación de frustración al sentarse todos los días a trabajar en tu negocio pero sentir que no avanzas ni para atrás ni para adelante ¿no?

Una pared con una flecha roja que indica hacia dónde ir.

#3 Tener horarios fijos al menos al comienzo

Estarás pensando: «Pero Lucía, ¡si quiero emprender para tener libertad, no para seguir teniendo horarios fijos!»

Sí, pero tener una rutina con algunos horarios te va a ayudar muchísimo, sobre todo al comienzo.

Cuando renuncies a tu trabajo tendrás todo el tiempo libre para decidir qué hacer, cuándo trabajar, cuándo no, pero aún en ese momento te resultará útil tener algunos rituales estables de trabajo.

Porque el orden es bueno. Y tener anclas mentales es necesario.

Por ejemplo, si con ese afán de libertad permanente cada día te levantas sin tener ni idea de qué vas a hacer, y simplemente vas con la corriente de la libertad plena, no lograrás hacer un buen trabajo enfocado, ni aplicar el 20/80. Harás mucho, pero no verás resultados.

En cambio, si desde ya ejercitas para tu negocio el hábito de tener una rutina como lo tienes en tu trabajo, pues el día que llegue esa libertad absoluta tendrás un poco de orden y podrás sostener lo que ya construiste.

Piensa en qué haces ahora.

Quizá es algo así como llegar al trabajo, tomar un café, prender la PC y ver facebook o el mail, quizá conversas con alguien y luego te pones a trabajar. Trabajas X horas hasta que llega la hora del almuerzo, vas a almorzar y luego das unas vueltas hasta que vuelves a enchufarte con el trabajo. De a ratos te distraes (no te preocupes que hasta hay estudios que muestran que nadie trabaja completamente las 8 horas).

Eso, aunque no lo creas, es una rutina.

Seguramente hay una, varias o ninguna de las cosas que mencioné en el ejemplo con las que te sientas identificado. Pero estoy segura de que cada día desde que llegas al trabajo hasta que te vas, repites ciertas actividades en ciertos momentos.

Tienes entonces que generarte una rutina para tu momento de trabajo en tu negocio, lo cual implica conocerte y saber qué funciona para ti y qué no.

Y eso no se logra más que con práctica, práctica y práctica.

Ten en cuenta estos elementos para pensar tu rutina de trabajo:

  • Momentos claros. ¿En qué momentos del día trabajarás en tu negocio? ¿Te resulta más productiva la mañana o la tarde?

Si aún no resuelves cómo generarte el tiempo para tu negocio, necesitas la Guía de Cómo tener más tiempo: las 7 herramientas para que tengas el tiempo necesario para tu  negocio. Si sabes que la mañana te funcionará mejor pero no logras levantarte más temprano para aprovechar un momento antes de ir al trabajo, este artículo te ayudará. 

  • «Tragarse el sapo» es la clave de la productividad. Si lo que te cuesta es hacer determinadas actividades porque te resultan incómodas, difíciles, porque no sabes hacerlas aún, etc. el hábito #3 de los 7 hábitos de los emprendedores productivos es lo que necesitas en tu rutina. Puedes leer más en profundidad acá.

Se trata de hacer la tarea más importante que tenemos que hacer y la que menos nos gusta primero, antes que cualquier otra cosa. Como afirma Maximiliano Hapes:  «La estrategia de tragar un sapo cada día es una forma de reducir culpas y excusas. Todos los días lo primero que hago es una tarea muy importante y que no me gusta. Así una vez que la termino todo lo que queda en el día es mejor. Haber hecho algo pesado y que no me gusta y haberlo cumplido me genera una satisfacción muy grande.”

  • Bloques de trabajo productivos. Trabajar varias horas seguidas sin levantarnos de la silla ni sacar la vista de la pantalla es auto boicotear la productividad y la posibilidad de avanzar. Sí o sí, sean como sean, debes trabajar en bloques con recreos y descansos en el medio.

Esto debe ser parte de tu rutina. Así como en el trabajo a veces cortas un rato para conversar con alguien o tomar un café, cuando estés trabajando en tu negocio haz lo mismo.

  • Anclas. Las anclas son importantes en la rutina sobre todo para trabajo creativo. Por ejemplo, mientras escribo escucho una lista de reproducción que uso casi siempre, porque al escuchar esa música en particular me conecto con la actividad de escribir. Es música que a mí me ayuda a concentrarme, aislarme del ambiente, no distraerme con la letra, pero a la vez me da cierto ritmo.

Tener un espacio ordenado en el cual trabajar también es un ancla. Y usar ese espacio para trabajar en tu emprendimiento y nada más, es un ancla.

Por ejemplo, usar un escritorio para eso, y el resto de las actividades como ver facebook, comer, leer una revista, etc. hacerlo en otra mesa hace que ese espacio, ese escritorio esté asociado sólo a tu negocio, y que cuando te sientes a trabajar en él tu mente se ponga en modo negocio porque sabe que ese lugar es para eso y nada más.

 

Aquí está todo para que tu emprendimiento crezca, ¡manos a la obra!

Lo que más queremos es que tu y tu emprendimiento crezcan, que aproveches tu trabajo para tu negocio y que encuentres las claves que te ahorren tiempo y errores (esos que nosotros ya cometimos y queremos evitarte).

Para eso creamos el Kit de Herramientas Gratuitas para Suscriptores, ¡para que no te quedes con lo que lees sino que puedas llevar todo esto a la acción de forma simple y ver los resultados que tanto deseas!

Niña preparándose para construir un castillo de arena a orillas de un gran dique.
¡Manos a la obra!

Puedes acceder al Kit en la sección exclusiva para Miembros de la Comunidad mediante el formulario de abajo, sólo colocando tu mail (si ya eres parte de la comunidad también).

Entre las más de 12 herramientas del Kit podrás encontrar:

  • una Guía para Organizarte Mejor cada Semana,
  • Guías para Aplicar el 80/20 para tener más clientes y reducir tus costos fijos,
  • y una Planilla de Excel para analizar cómo se da el Principio de Pareto en distintas situaciones.

Deja tu mail a continuación y automáticamente te re-dirigirá a la Sección exclusiva:

ACCEDER AL KIT GRATUITO

***

Intenté hacer este artículo simple y útil, pero si deseas profundizar en algunas cosas me gustaría dejarte una serie de artículos y material complementario para formar estos hábitos y llevar lo bueno de tu trabajo a tu negocio: