Dejar malos hábitos largo plazo

¿Cómo hago para dejar malos hábitos?

Hay muy pocas personas que no estén luchando con algún mal hábito. Normalmente nos enfocamos en cómo desarrollar mejores hábitos para emprender, pero ¿qué pasa cuando hemos incorporado en automático una conducta que nos hace mal? ¿Cómo hacemos para dejar malos hábitos?

La lista de malos hábitos que podemos tener es muy variada, y puede incluir cosas como:

  • Comer en exceso, o elegir malas comidas.
  • Fumar.
  • Beber más alcohol del que nos parece bueno o saludable.
  • Pornografía.
  • Decir groserías, malas palabras o mentiras.
  • Gritar, o decir comentarios hirientes.
  • Relacionarnos con personas que no nos hacen bien.
  • Mordernos las uñas.
  • Pensar demasiado.

Los malos hábitos tienen como resultado que pasemos días con ansiedad o cansados, nos sintamos tristes, nuestras relaciones se deterioren y nuestros sueños se alejen. Nos vuelven menos productivos, menos saludables y nos quitan energías en el largo plazo.

Claro que esto no es una novedad. Si sabemos que un hábito es malo, ¿por qué no lo cambiamos simplemente? Seguramente ya lo hemos intentado y no funcionó. No sentimos tener la fuerza de voluntad para hacerlo, entonces lo aceptamos como una parte de quienes somos y cómo vivimos.

Sin embargo, es posible. Es muy duro y requerirá toda tu atención por un tiempo, pero es posible. Si eres nuevo por estos lugares, te sugiero que antes de afrontar esta batalla pases por el proceso de desarrollar algún buen hábito (como levantarte temprano), para fortalecer tu confianza.

Si estás comprometido con dejar un hábito que está perjudicándote, hoy quiero compartirte algunas ideas sobre cómo lograrlo:

¿Cómo dejar un mal hábito? 7 Pasos.

1. Comprende cómo funcionan los hábitos.

En primer lugar, dedica algunos minutos a leer el post que Lu escribió sobre cómo funcionan los hábitos. La estructura de los hábitos buenos y malos es la misma:

  1. Un disparador: algo que “desata” el hábito, que nos recuerda lo que debemos hacer.
  2. Una conducta clara: aquello que hacemos cada vez que aparece el disparador.
  3. Una recompensa: algún tipo de “premio” que nuestro cerebro percibe por haber realizado la conducta y que lo lleva a crear conexiones neuronales que refuerzan su repetición.

Básicamente nuestro cerebro percibe que una conducta tiene “premio” y se dice a sí mismo: “Vaya, cada vez que suceda esto [disparador] mejor realizo aquello [conducta] así recibo un premio [o recompensa]”.

Entender cómo funciona ese sistema es una herramienta maravillosa. Por un lado, podemos utilizarla para generar conductas que nos hagan más fuertes, productivos y alegres. Por otro, y lo que nos importa ahora, sirve para atacar los malos hábitos y dejarlos fuera.

2. Identifica cuál es el hábito que quieres dejar y por qué.

¿Cómo hago para dejar de fumar? ¿Cómo hago para dejar de comer por ansiedad?

La primer pregunta debe ser: ¿Por qué? ¿Por qué dejar de fumar? ¿Por qué dejar de comer por ansiedad?

Dejar un mal hábito requerirá tu esfuerzo y concentración, así que más vale que tengas muy claro por qué lo estás haciendo.

No lo hagas porque otros te lo digan o porque esté mal visto. El compromiso debe ser enorme, y debe provenir de ti mismo. Piensa en las cosas que más te importan. En vivir más o mejor. Piensa en tu familia. Si tienes una misión personal, leela. Dedica tiempo a recordarte y ver con claridad cómo es ese mal hábito.

Encuentra tu motivo para dejar ese hábito y escríbelo.

Dejar malos hábitos largo plazo
Dejar malos hábitos requiere que veamos a largo plazo qué es lo que realmente nos importa, para ver con claridad por qué el esfuerzo vale la pena

3. Descubre los disparadores.

¿Cuándo realizas el hábito que ahora quieres dejar? ¿En qué momentos te muerdes las uñas? ¿Cuándo dices groserías o comentarios hirientes?

Ya vimos que el motivo por el cual hacemos en automático algo que nos perjudica es porque nuestro cerebro lo ha asociado a ciertos disparadores. Si logramos identificarlos será más fácil evitar los problemas.

Los disparadores pueden ser eventos externos o internos. Un disparador externo puede ser salir con tus amigos al bar, o ver TV durante la cena. Un disparador interno puede ser enojarte con tu pareja, o sentirte tapado de trabajo.

Haz una lista de los disparadores. Si no los tienes claro, ten paciencia durante un par de días y toma nota de los que surjan.

4. Descubre la necesidad detrás

Casi siempre los malos hábitos cumplen la función de ayudarnos a lidiar con algo que nos pasa. Tal vez es un sentimiento de incomodidad, demasiado stress o un problema para el cual no hemos encontrado aún la respuesta. El problema es que los malos hábitos jamás solucionan realmente la causa, sino que nos perjudican y distraen de la búsqueda de una verdadera solución.

Por ejemplo, si el disparador es ver TV durante la cena tal vez es que no encuentras maneras de tener conversaciones profundas con tu familia y eso te angustia. Si el disparador es sentirte tapado de trabajo la causa es que no estás correctamente organizado y no ves cómo puedes hacer para lograr cumplir con todo y con todos.

En todos estos casos hay una necesidad de la que el mal hábito “nos distrae”. No la soluciona y te aleja de hacerlo. Vuelve sobre tu lista de disparadores y analiza cuál es la necesidad detrás de cada uno. Ver y aceptar estas necesidades puede ser difícil, pero abre la puerta a encontrar una solución. Si te cuesta ver cuál es la necesidad, lee este post sobre cómo desarrollar tu auto-conciencia.

5. Reemplaza el hábito viejo por uno nuevo.

Aquí está uno de los puntos centrales. Si simplemente nos proponemos “no fumar” “no comer” o “no gritar”, estamos usando una receta para el fracaso. Detrás de un mal hábito hay una necesidad que requiere se resuelta y no desaparecerá simplemente. En lugar de “no hacer”, vuelve sobre la lista que creaste y piensa qué harás para cada disparador.

Es importante que el nuevo hábito sea una conducta clara, tenga una recompensa y se relacione con la necesidad detrás del mal hábito. Si fumas por ansiedad cada vez que estás tapado de trabajo, un hábito nuevo podría ser apagar la PC por unos minutos y organizarte mejor con papel y lápiz, festejando después con salir temprano de la oficina si lo haces, por ejemplo.

Una vez que hayas pensado el nuevo hábito para cada disparador, cumple cada vez que sucede. Así la nueva conducta y recompensa empezarán a fortalecer a nivel neuronal y en ti mismo.

dejar malos habitos con nuevos habitos
La comida es uno de las mejores recompensas que existen para fortalecer hábitos. Piensa algo que disfrutes y utilízalo para premiarte cada vez que cumplas con tu nuevo hábito.

 

6. Sé consciente y mejora de a poco.

¿Cómo hago para dejar malos hábitos? ¡Kaizen!

Te propongas ir de a poco, o te propongas abandonar completamente, surgirán problemas y cometerás errores. Tal vez no previste todos los disparadores, quizá el nuevo hábito es algo que no puedes realizar o puede ser que estés poniéndote excusas.

En todos los casos, no dejes que un error te tire atrás. Tampoco cinco. Cuando suceda, vuelve en paz al plan que te propusiste.

Si cometiste alguna equivocación analiza cuáles fueron los motivos y piensa cómo evitarás que suceda de nuevo. Cambiar y desarrollar hábitos no se trata tanto de acertar siempre como de evitar cometer el mismo error varias veces.

Si estás poniéndote alguna excusa (lo cual es muy normal con los malos hábitos), date cuenta de que estás racionalizando y vuelve a conectarte con tus motivos. Observa cómo esas excusas están afectando aquello que realmente te importa.

En el Kit Gratuito para suscriptores puedes encontrar una planilla y un tutorial para hacer el seguimiento y reunir las lecciones de este proceso. También hay una Guía de 10 Hábitos para Emprendedores con los que reemplazar malos hábitos. Puedes descargar todo gratis dejando tu mail en el formulario a continuación:

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7. Rodéate de personas que te hagan responsable

Una de las mejores maneras de reforzar tu compromiso es rodearte de otras personas que te hagan responsables. Al decir en voz alta “quiero dejar de morderme las uñas” o “quiero dejar de beber cerveza” estás poniendo en juego tu integridad y eso refuerza el sistema a nivel mental.

Habla de esto con algún ser querido, tu pareja o un amigo, y pídele que te haga responsable y pregunte periódicamente por tu progresos. Haz el compromiso de ser honesto y transparente con él o ella.

Es normal, sin embargo, sentir vergüenza o incomprensión respecto de hacer esto con quienes nos rodean. Recuerdo mi adolescencia y cómo mi grupo de amigos pensaba que tomar o fumar era signo de ser más duro o más adulto. Esa realidad aún es cierta para muchas personas, y mencionar que queremos dejar un mal hábito que para los demás es normal puede ser exponernos a una serie interminable de cuestionamientos, excusas de otros e incentivos a no cambiar.

Si no tienes personas a tu alrededor que te comprendan y acompañen, utiliza Internet para buscar algún grupo personas que quieran dejar el mismo mal hábito; sé honesto y transparente con ellos.

Dejar un mal hábito es difícil, pero vale el esfuerzo.

Dejar detrás una conducta que hemos repetido durante años jamás será fácil, especialmente cuando el mal hábito es un mecanismo para no enfrentar problemas profundos. Sin embargo, entendiendo cómo funcionan los hábitos y siguiendo los pasos en este artículo podrás dejar los malos hábitos, reemplazar las conductas por otras más productivas y empezar a sentirte mejor y realizado.

¿Te está costando reemplazar algún hábito? ¿Cuál es el mal hábito que deseas dejar? ¡Cuéntanos en los comentarios y analicemos cómo lograrlo juntos!