Soluciones Lentas para Emprendedores

Soluciones lentas: menos esfuerzo y más resultados

“Confiamos mucho en juicios que formamos con muy poca información”

Kahneman.

 

 

Seamos sinceros. Todos buscamos resultados.

No queremos hacer ejercicio por que sí, queremos estar más en forma, ser más fuertes y vernos mejor.

No queremos estar más organizados por estar organizados, lo que buscamos es tener tiempo para trabajar en nuestro proyecto más importante.

No vamos a la Universidad porque nos parece divertido, estamos buscando aprender algo, queremos aprobar materias, queremos tener el título.

Siempre que hacemos algo deseamos un resultado. El problema es que no siempre hacemos las cosas de la manera correcta para alcanzar ese resultado.

 

Me gustaría compartir una idea que si la aplicamos más a nuestra toma de decisiones y a cómo resolvemos los problemas que se nos presentan, lograremos más resultados con menos esfuerzo y menos tiempo.

 

Tomar mejores decisiones aprovechando tu cerebro

¿Qué haces cuando se te presenta un problema? ¿Cómo tomas decisiones importantes en tu vida y para tu emprendimiento?

Hay dos maneras en las que nuestro cerebro crea el pensamiento, Kahneman los ha denominado Sistema 1 y Sistema 2.

El Sistema 1 es emocional, intuitivo, y actúa rápidamente, “en automático” realizando muy poco esfuerzo.

El Sistema 2 es más lento, deliberativo, consciente, analítico. Planifica, mira el problema en profundidad y a largo plazo.

El Sistema 1 es indispensable para que podamos manejarnos en el día a día y no tener que “pensar” y tomar pequeñas decisiones permanentemente: lavarnos los dientes, ordenar cosas, elegir qué comer, resolver pequeños problemas cotidianos. El problema es que si nos guiamos constantemente por este sistema tomamos como verdaderas algunas cosas que en realidad no son ciertas, pero que al percibirlas rápidamente nos parecen reales.

Y esto es particularmente grave porque tendemos a usar este mismo modo de pensamiento para tomar decisiones importantes y para resolver problemas que requieren más bien del Sistema 2.

Tendemos a poner “parches”, a resolver los problemas rápidamente y con el menor esfuerzo posible. Utilizar de forma constante respuestas artificiales perjudica ampliamente nuestra capacidad de lograr los resultados que buscamos, tanto a nivel personal como cuando emprendemos.

Algunos problemas requieren del pensamiento lento para ser resueltos.

Algunas decisiones necesitan ser analizadas en profundidad, de manera más consciente y pensando a largo plazo.

Cuando estamos en “modo automático” para todo, hay problemas que seguirán estando ahí, escondidos, latentes y algún día inevitablemente re aparecerán.

 

¿Por qué no usamos más seguido el Sistema 2?

Simplemente porque percibimos que demanda más esfuerzo y sus resultados más poderosos pueden disfrutarse en el futuro y no instantáneamente.

Además, en muchos ámbitos sociales la rapidez es más valorada. La intuición y la capacidad de dar respuestas rápidas es vista de manera positiva. Es cultural: hay culturas que fomentan acciones inmediatas (Occidente) y otras que prefieren las lentas (Oriente).

El problema es que utilizar de forma constante las decisiones rápidas, sin darnos cuenta de que estamos tomando decisiones sólo basados en percepciones tiene consecuencias de largo plazo.

Mientras necesitamos del Sistema 1 para vivir el día a día sin preocuparnos por tomar decisiones pequeñas todo el tiempo, cuando se presenten problemas que llamen nuestra atención es necesario saber poner en práctica el Sistema 2 para afrontar esas situaciones.

 

¿Y cómo avanzo en mis proyectos y objetivos?

Puede que estés pensando en este momento “Pero si para cada problema que se me presenta tengo que tomar el camino lento, ¡no voy a avanzar nunca!” . Yo también lo pensé.

Contra intuitivamente, el pensamiento lento es el que nos trae los mejores resultados y nos ahorra esfuerzo, tiempo y energías.

 

Soluciones lentas: menos esfuerzo y más resultados

soluciones lentas
Contra nuestra percepción, las soluciones lentas nos ahorran tiempo y esfuerzo y nos traen más resultados.

Para simplificar y poder tener foco en nuestra vida y en nuestros proyectos, siempre sugerimos hacer el ejercicio de identificar cuál es el 20% de las actividades que haces que te trae el 80% de los resultados (aplicando la regla de Pareto del 80/20). Además, Javier ya nos contó sobre la una mínima dosis de esfuerzo (MED) que produce los resultados que deseamos, y que todo lo que hagamos extra a esa dosis mínima es un desperdicio de energías y tiempo que no aumentará los resultados.

Identificando ese 20% y enfocando las energías y la dosis justa de esfuerzo allí, obtenemos los resultados que queremos en cuatro veces menos tiempo.

Aplicar una solución lenta implica que cuando se presenta un problema, es necesario dedicar tiempo y energía para resolverlo. Salir de modo automático y afrontarlo. La mayor parte de ese tiempo hay que destinarlo a comprender el problema, hacer un diagnóstico y mirarlo de forma amplia. No podemos pretender resolver algo sin frenar y contemplar todos sus aspectos.

Luego, podremos dedicar una porción más pequeña de tiempo a definir la solución, lo que será mucho más simple con un buen diagnóstico previo.

 

Tanto la idea del 80/20 como la de las soluciones lentas suenan bien ¿no?

La primera nos libera tiempo y esfuerzo, la segunda nos permite tomar buenas decisiones y dar soluciones definitivas a problemas importantes. Ambas son formas de lograr resultados administrando bien nuestro tiempo y esfuerzo.

Aunque parecen un tanto opuestas, aplicando estas ideas me di cuenta de que las soluciones lentas son parte del 20% de acciones que traerán la mayor cantidad de los resultados que buscamos y de la dosis mínima de esfuerzo que requieren esos resultados.

En términos prácticos: el tiempo que le dediques a frenar, analizar en profundidad, y resolver qué hacer para cambiarlo es mucho menor al tiempo, energías y dinero que perderás si al ver un error le pones un parche y sigues con tu “plan”.

Tarde o temprano los parches no aguantan la presión de los problemas escondidos y explotan. Y ahí sí que el problema será mucho más grande, complicado y necesitarás más esfuerzo y tiempo (y a veces dinero) para solucionarlo.

 

Un caso personal

Hace un tiempo se nos presentó un problema puntual: nuestro sitio web requería algunas reformas y mejoras. Varias cosas no estaban funcionando y el problema saltó a la vista. Tuvimos que decidir qué hacer y optamos por utilizar el Sistema 2 de pensamiento, dedicar el tiempo necesario, analizar la situación y darle solución.

A primera vista parecía que afrontar ese camino nos llevaría mucho más tiempo y trabajo. Pero en realidad mirando hacia atrás me doy cuenta de que fue la mejor elección porque nos ahorramos muchas preocupaciones, dinero, tiempo y energías.

En aquel momento con Mati decidimos frenar y dedicarnos a ese tema de lleno.

Nos sentamos una mañana, con lápiz, papel y la computadora.

Definimos juntos un objetivo claro y el resultado que buscábamos con este proceso.

Miramos el sitio parte por parte, fuimos anotando qué problemas veíamos, qué queríamos resolver o cambiar. Fuimos dibujando cosas que nos gustaría que tenga. Retomamos comentarios o críticas que habíamos recibido de lectores y de amigos.

Miramos muchos otros sitios que admiramos para aprender de cómo estructuran ellos la información.

Luego de varias horas analizando y pensando, decidimos qué hacer y qué no hacer. Este análisis en profundidad nos permitió ver que no se trataba de sumar alguna función o simplemente cambiar los textos de los elementos que ya estaban: había que cambiar la estructura del sitio en general.

De allí, nos dividimos las tareas y dedicamos un par de días más a implementar estas resoluciones.

Luego de una semana habíamos resuelto los problemas más importantes de nuestro sitio, habíamos logrado que muchas cosas que no funcionaban bien ahora funcionen, habíamos mejorado el estilo a la página, más claridad y navegabilidad.

Pudimos haber resuelto todo rápidamente en dos días de poner parches y atender a los pequeños errores más visibles, pero afrontando el tema en profundidad y dedicando el tiempo necesario a analizar, tomar decisiones y resolver, nos ahorramos muchísimo tiempo, esfuerzo y prevenimos problemas futuros.

Nos costó mucho, no es fácil ponerle «pausa» a otras cosas y dedicarse por completo a una actividad.

¿Cómo? Simplemente porque desde entonces no hemos necesitado hacer modificaciones al sitio, no hemos tenido ningún inconveniente ¡y varios indicadores muestran que las mejoras que hicimos nos trajeron más lectores y más personas que se suscriban y se sumen a la Comunidad! :)

Logramos más resultados, mejores, y dedicando una semana en profundidad evitamos que problemas latentes aparezcan desde entonces hasta hoy.

Cómo aplicar soluciones lentas (a tu vida y a tu emprendimiento)

El primer paso para solucionar un problema en profundidad es aceptar los errores y aprender de ellos.

el primer paso para aplicar soluciones lentas
Mantener la mente abierta y aceptar los errores para aprender, es el primer paso para dar soluciones profundas a los problemas que enfrentamos.

Nos cuesta ver los errores que cometemos. Es natural. Pero es importante mantener la mente abierta y estar atentos a los errores que cometemos para poder frenar a tiempo, entender el problema en profundidad y darle una buena solución profunda y duradera.

Asumí un proceso lento de resolución de problemas y hacelo con la tranquilidad de saber que está dentro del 20% de las cosas que más resultados te traerán y más tiempo, dinero y energías te ahorrarán.

 

Te propongo que esta semana cuando tengas que tomar una decisión importante o se presente un problema que demande tu atención, asumas el enfoque de las Soluciones lentas y no intentes darle una solución rápida, no intentes tomar la decisión al instante para terminar con eso y pasar a otra cosa.

  • Dedica un tiempo para frenar, mirar la situación, analizarla desde diferentes ángulos, anotar en una hoja todos los aspectos que ves, conversar con alguien que pueda ayudarte.
  • Luego de que tengas una pintura completa, piensa libremente soluciones, posibles alternativas y recién ahí toma la decisión o elige cómo resolver el problema.

Hacer esto te permitirá multiplicar esas horas y el esfuerzo que dedicaste a resolver la situación por resultados. Y de ahora en más no tendrás que volver a preocuparte por este tema.

 

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Contáme en los comentarios ¿hay algún problema o decisión que debas atender en estos días para lo que podrás aplicar esta idea?

También podemos seguir conversando por mail (lucia[arroba]superhabitos.com) ¡Me encantaría verte en mi bandeja de entrada!

¡Que tengas una linda semana!

 

Ph: Mir EHublich