¿Estás listo para iniciar un negocio sobre lo que apasiona?

Llevas un buen tiempo pensando qué negocio iniciar. Sabes que no quieres trabajar para otros toda tu vida, y que la manera de hacerlo (sin mudarte a la selva) es volver independiente económicamente.

Sabes también que no te entusiasma pasarte los próximos 10 años abriendo y cerrando archivos en Word, Excel o algún sistema interno de la empresa, llenando informes que nadie lee y deseando estar en cualquier lado que no sea tu escritorio.

Parte del plan al emprender es poder pasar más tiempo haciendo actividades que te apasionen, con personas que saquen lo mejor de vos. Como dice la famosa frase: «encuentra un trabajo que te apasione y no tendrás que trabajar un sólo día de tu vida».

Pero hay un problema: sabes lo que te apasiona, pero no tienes suficiente experiencia o conocimiento en el tema como para crear un negocio alrededor de eso. No sientes estar preparado para iniciar un emprendimiento sobre el tema que te apasiona.

Este Post se trata de cómo solucionar ese problema utilizando una herramienta concreta (la Escala de Experticia) para descubrir si estás listo para iniciar un negocio sobre lo que te gusta y qué mercado necesita de tu servicio.

Pero antes, recordemos un poco…

La Teoría de la Chispa para Elegir un Negocio que te Apasione

Hace un tiempo escribí una entrada sobre «Cómo elegir tu propio negocio» y en ella exploramos la idea de la Chispa, que se basa en una realidad indiscutible: la mejor forma de aumentar resultados y acelerar nuestro proceso emprendedor es construir un negocio en el espacio donde se encuentran nuestras pasiones, talentos y principios con las necesidades de otras personas (pueden leer el Post completo aquí).

En ese Post no sólo analizamos la idea, sino que también les dejé una Guía para que descubrieran cuál era el negocio ideal para cada uno. Si no la completaron aún, les sugiero que lo hagan antes de continuar. Para descargarla sólo deben acceder a área exclusiva para suscriptores usando su mail y el formulario a continuación (funciona tanto para quienes ya están en la Comunidad como para nuevos miembros):

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Un obstáculo común para elegir un negocio: «No sé suficiente del tema como para montar algo propio, ¡no estoy listo!»

A partir del Post sobre la Chispa recibí varios correos con problemas que algunos estaban enfrentando al llevar la Guía a la práctica.

Algunos de esos obstáculos se repitieron varias veces, y nuestra experiencia hasta ahora es que por cada persona que se anima a escribirnos por un problema hay muchísimas en la misma situación. Por ello decidí recopilar la respuesta a las situaciones más comunes y compartir con toda la Comunidad cuáles son las herramientas para enfrentarlas.

Uno de esos problemas, y en el que nos enfocaremos hoy, es este:

«Sé lo que me gusta y apasiona, pero no puedo vender ni armar un negocio que tenga que ver con eso, porque me faltan experiencia y conocimiento»

El Escritorio en que estaba trabado por no sentirme listo
Sentir que no sabemos lo suficiente para dedicarnos a lo que nos gusta nos frena y frustra. Este es el escritorio que veía todas las mañanas antes de descubrir las herramientas en este Post :)

Completamos la Guía de la Chispa, identificamos qué nos gusta y en qué somos buenos. Eso se convierte en un servicio que podríamos brindar a otros y que contribuiría a que el mundo sea un mejor lugar.

Pero no avanzamos  porque no sentimos saber lo suficientemente como para vender servicios o productos relacionados al tema. No sentimos ser expertos, y eso nos frena.

Así, por ejemplo, al terminar la Guía se me ocurrió crear un negocio que enseñe a niños a cocinar. La idea está anclada a mi Chispa y es algo que me divertiría hacer incluso si fuera gratis.

Pero cuando estoy transformando esa idea en negocio me topo con un problema: siempre me gustó cocinar, pero no tengo credenciales formales al respecto y tampoco puedo acreditar mi experiencia.

Esta preocupación normalmente va acompañada de imágenes de personas a quienes admiramos, que saben más que nosotros (de hecho, leemos su material para aprender), tienen listas eternas de logros y certificaciones y negocios gigantes que funcionan perfecto.

Nuestra primer pregunta es: ¡¿Cómo puedo competir con los grandes expertos si no sé tanto, ni tengo sus credenciales?!

En esa pregunta está la raíz del problema. Comparamos nuestra situación actual, en el inicio del camino empresario, con la de otros que están varios pasos más adelante. Nos medimos con los mayores expertos en la materia y eso nos frena. Pensamos que necesitamos prepararnos más, estudiar más, hacer más cursos. Y posponemos nuestro proyecto para cuando «estemos listos».

La realidad es que los problemas, herramientas y actividades cambian a medida que uno crece como emprendedor. Tener modelos y mentores es clave, ¡siempre que comparemos nuestro comienzo con su comienzo, no con su estado actual!

Uno de los puntos claves en esto es qué tan expertos tenemos que ser para poder iniciar un negocio sobre un tema. Contrario a lo que piensan la mayoría de los no-emprendedores, para hacerlo no hace falta ser un mega-experto. Alcanza con ser experto «lo suficiente».

¿A qué me refiero con suficientemente experto?

A saber lo suficiente como para dar los primeros pasos, y ofrecer algún producto o servicio que le aporte valor a alguien.

Eso es todo lo que importa. No tienes que ser el # 1 en el Universo para poder empezar un negocio. Simplemente tienes que estar en una posición que te permita aportar valor.

El detalle sobre «ser experto» e iniciar negocios que omiten la mayoría de los Libros

Esto va, aparentemente , en contra de muchos consejos que se pueden encontrar online. Hace un par de semanas estábamos conversando sobre esto por correo con una emprendedora de la Comunidad y recibí un correo que decía:

«Si lees algunos Libros sobre emprender encuentras frases como «que los noveles no ganan nobel». Esta frase (que puede estar mal escrita, no le recuerdo bien) se refiere a que es un fracaso anticipado emprender en un sector en el que no se tiene experiencia. El conocer bien el sector hace que un emprendedor pueda romper las reglas y generar innovación. Incluso, algunos «gurús» de Internet pregonan que una herramienta que incrementa la tasa de éxito es el incursionar en algo que conoces muy bien.»

Estos 2 consejos no están mal, sin embargo, sino muy incompletos. Utilizan palabras como «tener experiencia», «conocer muy bien» o «ser un experto» de una forma completamente vaga y genérica.

¿Un entrenador amateur de basketball, que entrena al equipo de su barrio hace 20 años y que a diario en su tiempo libre lee noticias sobre el deporte y ve partidos, conoce muy bien? ¿Tiene experiencia? ¿Es un experto?

Seguramente si te pregunto a ti, que nunca has entrenado un equipo, me dirás que sí, claramente. Pero lo más probable es que si le pregunto a él me diga que no, y diga también que expertos reales son los entrenadores profesionales, con formación especializada y que pueden dedicarse todo el día a la temática.

¿Y quién tiene razón ahí? ¿Tu? ¿El Entrenador?

Ambos. El entrenador sabe más que tú, seguro. Mucho más. Por otro lado, el Entrenador es víctima de la famosa «ignorancia consciente», que afecta a quienes han pasado mucho tiempo metidos en una temática: mientras más sabemos, más sabemos todo lo que no sabemos.

Lu compartiendo ser experta en negocios online.
Todos somos expertos en la medida en que tenemos talentos y pasiones únicas, y dedicamos tiempo (sin darnos cuenta) a desarrollarlos. El tema es lograr ver cuáles son y aprovecharlas. Esta es Lu compartiendo sus conocimientos en la Cátedra de Comunicación Digital de la Universidad Nacional de Quilmes :)

La escala de experticia. Entre no saber nada y ser un experto está «suficientemente experto».

Leí hace un tiempo ya una idea de Corbet Barr que logra explicar todo esto a la perfección. Para todo tema o industria existe una escala de experticia que va, digamos, del 1 al 10. 1 equivale a «no tener ninguna idea sobre el tema» y 10 a «ser un experto a nivel mundial».

Así, por ejemplo, existe una escala que va del 1 al 10 basada en cuánto saben las personas sobre entrenar equipos de basketball. En el 1 hay personas como mi abuela, que nunca vio un partido ni entrenó a un equipo. En el 10 están Phil Jackson y Greg Popovich, que ganaron múltiples campeonatos y administraron equipos en la NBA, que es la liga #1 del deporte a nivel mundial.

Con esto, la pregunta cambia. En lugar de preguntar si el entrenador es experto o no, cambiamos la pregunta a: ¿Qué tan experto es el entrenador? ¿Del 1 al 10, cuánto sabe sobre entrenar equipos de basket?

La respuesta tal vez sea 5. Y eso puede traducirse de la siguiente forma: el entrenador es un experto respecto de todas las personas que se encuentran entre el 1 y el 4. Si entre esas personas existe la necesidad de aprender más sobre entrenamiento, él puede crear un negocio alrededor de esa experticia.

El entrenador es, entonces, lo suficiente experto. Y lo mismo se aplica a ti y tu idea de negocio puntual.

¿En que lugar de la escala te pondrías?

Yo, por ejemplo, no me pondría en la cima de la escala para el tema de mi negocio (saber sobre qué hábitos ínfluyen sobre el éxito a la hora de emprender y cómo desarrollarlos).

Hay muchos grandes autores y empresarios a nivel mundial a quienes pasamos mucho tiempo estudiando, que me inspiran y sobre cuyos trabajos empezamos el nuestro. Su legado nos sirve de vara con la cual medirnos y a la que aspirar, y podemos dar fe de que mientras más aprendes más crítico eres contigo, porque sabes cuánto no sabes.

Menos me hubiera puesto en la cima cuando arrancamos. En ese momento conversamos como Equipo y nos pusimos un 6. Claro que entre que desde que empezamos a trabajar con emprendedores en Salta y abrimos el sitio hasta ahora las cosas han cambiado bastante.

Hemos tenido la magnífica oportunidad de ver cómo nuestras ideas sirven a emprendedores de toda Hispanoamérica, de entrevistar a grandes empresarios y autores, pasar más tiempo estudiando y trabajar cada aspecto en una profundidad que nos era imposible cuando esto era un Proyecto a la par del trabajo y la Universidad. Eso ha ido aumentando nuestro nivel como expertos, seguro, pero hubiera sido un error terrible esperar a tener este nivel de experticia para lanzar el negocio.

Mati y Lu hablando sobre cuándo empezar un negocio.
Conversar con emprendedores de la Comunidad (como Lu, que está en camino a desarrollar una aplicación) es un desafío constante, y la mayor fuente de aprendizajes. Poner en juego lo que sabés «en el mundo real» es la clave para crecer como experto.

Pero ser un 6/7 no es un problema. Al contrario. Porque significa que hay un grupo enormes de personas que están entre 0 y 6 y a quienes puedo ayudar. Llegar a 6 nos requirió muchísimo tiempo y esfuerzo, y puedo ahorrarle eso a otros. Además, probablemente un 10 en mi tema esté demasiado ocupado como para dar atención de calidad a ese grupo.

En el caso del entrenador este ejemplo es claro. Phil Jackson no va a dar formación a nuevos entrenadores barriales de basketball en Montevideo, ¡pero nuestro entrenador sí que puede empezar allí!

En el caso de Superhábitos, la mayoría de los grandes autores sobre hábitos a nivel mundial no van a hacerlo, porque están demasiado ocupados vendiendo al mercado corporativo norteamericano. Nosotros aportamos un valor especial al crear para personas en Latinoamérica que quieren emprender, y prefieren utilizar su tiempo haciendo crecer su negocio, y no leyendo todos los libros y probando qué funciona y que no.

Eso les tomaría años, y nosotros podemos ahorrárselos adaptando el conocimiento a su situación y dejando sólo lo que realmente es efectivo y esencial en su contexto.

El secreto para llegar a ser del top-mundial es empezar tu negocio y aprender de servir a otros

Ver que hay personas a quienes puedes servir con tu nivel de experticia permite que empieces y, al hacerlo, generas el ambiente ideal para seguir creciendo. Con el tiempo la misma práctica de crear, compartir y aprender te hace más experto, tu servicio mejora, logras nuevos resultados y atraes nuevas personas.

Hay un nivel de experto al que se puede llegar como amateur, y otros niveles de experto a los que sólo puedes llegar luego de lanzar tu negocio sobre el tema. Esto es porque sólo teniendo un negocio que ofrezca servicios a otros vas a poder llevar tus ideas a la práctica y ver cómo funcionan en tu realidad, y sólo con productos que te permitan ganar dinero para continuar formándote vas a poder acceder al material y eventos específicos de la temática que te apasiona.

Para empezar no tienes ni siquiera que pensar que eres un 6. Puede ser mucho menos. ¿Notaron alguna vez que hay videos en Youtube sobre como abrir una cuenta en Gmail? ¿O cómo revisar tu correo allí?

El que los hizo tal vez era un 3 en Gmail, pero supo crear algo para los 1 y los 2. Seguramente a partir de los comentarios en su vídeo descubrió más preguntas y necesidades de ese grupo y ganó algo de dinero, con lo que pudo seguir aumentando su nivel como experto y creando nuevos productos.

El error en la mayoría de los blogs y libros, entonces, está en que hablan de «ser experto» en general, en lugar de suficientemente experto. Poder crear un negocio sí requiere saber sobre un área, y el hacerlo también aumenta tus posibilidades de competir e innovar. La pregunta correcta no es si hay que ser experto o no, sino cuán experto.

Si algo te gusta, le dedicaste tiempo y lo has puesto en practica ya eres suficientemente experto como para compartirlo y ayudar a miles de personas que no dedicaron al tema la misma energía.

Eso no significa que tengas que empezar cobrando carísimo por tus servicios o productos (si alguno está preocupado porque no sabe si ofrecer sus servicios gratuitos para empezar o cuánto cobrar por ellos puede escribirme a matias[arroba]superhabitos.com y lo conversamos). Puede ser empezar con un Blog o canal de Youtube gratuitos. O empezar a ayudar de forma ordenada a personas cercanas, o dar clases en una organización sin fines de lucro para practicar.

Es pasar de la etapa de consumir conocimiento a empezar a producir para otros, y luego subir por esa escalera desde el punto en que haces todo gratis hacia el punto en el cual cobras tranquilo por lo que haces porque sabes cuál es el valor concreto que aportas a otros.

Es darte cuenta de que eres suficiente experto como para empezar, y luego utilizar la experiencia para los pasos siguientes.

Santiago Salom y Matías Salom en el Encuentro de Superhábitos
Y así de feliz se está cuando dejamos de intentar ser un experto absoluto y utilizamos la Escala de Experto Suficiente para (finalmente) empezar un negocio.

Resumiendo: para estar listo e iniciar un negocio que te apasiones debes desarrollar el paradigma de ser experto «lo suficiente»

Resumiendo, entonces, hay 3 cambios concretos que puedes implementar de este Post para dejar de lado el problema de «no puedo iniciar un negocio de lo que me gusta porque no sé lo suficiente»:

  • Si quieres algún día estar a al nivel de los grandes autores o empresarios en la temática que te apasiona debes poner tus conocimientos al servicio de otros lo antes posible, y aprender de esa experiencia. No compares tus conocimientos o situación con la situación actual de tus modelos a seguir, sino estudia sus comienzos. Recuerda, cuando los veas o escuches, que ellos han recorrido un camino que tu aún no.
  • Si algo te apasiona y te resulta natural lo más probable es que ya eres un poco experto en el tema, simplemente porque le dedicaste tiempo en forma de hobbie y además ese tiempo tuviste resultados casi sin darte cuenta. Si no fueras un poco experto en el tema no podrías hablar de cuánto no sabes. No te dejes llevar por el hecho de que eres consciente de cuánto te queda por aprender. Eso, al contrario de lo que se piensa, es una buena señal.
  • Piensa la temática de tu negocio e intenta crear una escala de experticia. Piensa quiénes son los expertos mundiales y quiénes las personas que no saben nada del tema. Luego ubicate en algún lugar de esa escala y piensa maneras en que puedes servir a quienes saben menos que tú. Para ganar puntos dobles, piensa puntualmente a quienes en la escala quieres ayudar.

¡Y cuéntame en los comentarios cuál va a ser el primer paso que vas a dar para ofrecer esos servicios a otras personas! :) (Estamos para acompañarte en ese camino).