Camino Emprendedor vs. Espera del Wantrepreneur

Wantrepreneur: 5 hábitos para NO ser uno (el #2 es el más importante)

¿Qué es un wantrepreneur? ¿Qué lo diferencia de los entrepeneurs (o emprendedores)? ¿Cuál de los 2 queremos ser?

«Wantrepreneur» es un término que surgió en Estados Unidos, en el círculo de personas que se dedican a la creación de start-ups. Hace referencia a las personas que dedican mucho tiempo a pensar en (o hablar de) crear negocios, pero que nunca realmente lo hacen.

Una traducción de Wantrepreneur -inventada por mí- podría ser «emprendesoñadores»

Emprende-soñadores son personas que sueñan con ser grandes empresarios, pero que nunca llegan a serlo. Realizan tareas para sentirse o parecer más cerca, pero no dan el paso que hace toda la diferencia: vender los primeros productos y tener un negocio que realmente funcione.

Los wantrepreneurs tienen un grupo de actividades favoritas:

  • Leer muchísimos libros de negocios, sin aplicar ninguno.
  • Contarles a sus amigos sobre todos los libros que leen y criticarlos por tener mentalidad de empleados.
  • Ir a eventos «para emprendedores» a hacer networking.
  • Ir a estos eventos vestidos con ropa de primera línea, para verse «más profesionales».
  • Pensar grandiosas e innovadoras ideas de negocios, como el próximo Twitter, y decir: «Te la cuento, pero no me la robes, ¿eh?».
  • Pasar muchísimas horas pensando en cómo se van a llamar sus empresas, con logos y colores incluídos.
  • Crear Planes de Negocios de 50 páginas que quedan en su disco duro.

El estado del emprende-soñador es muy frustrante: intenta mostrarse hacia afuera como versado en negocios, innovador y ejecutivo, pero por dentro sufre una frustración e inseguridad gigante: ¿Realmente pertenezco al mundo de los empresarios? ¿Cuándo voy a encontrar la idea y despegar? También es un estado peligroso cuando debemos mantener un empleo a la par. Trabajar y crear un negocio propio implica poco tiempo. Perder ese tiempo entre sueños y eventos es la mejor receta para quedar estancados en la misma situación.

No es que emprender sea un camino de rosas (una gran parte de la incertidumbre siempre va a estar ahí), pero ese es el motivo por el cual en un evento para empresas se puede distinguir los grupos con claridad a los wantrepreneurs de los emprendedores. El primer grupo está muy arreglado, con maletines y mirando para todos lados al mismo tiempo. Los segundos siempre están relajados, y su actitud y vestimenta lo reflejan.

¿Cómo sé tanto de este grupo?

Fácil: yo era un Wantrepreneur.

Eventualmente, sin embargo, tuve que enfrentarme a una realidad incómoda: nada de eso me estaba trayendo resultados. Aparentemente soñar con algo no alcanza para hacerlo realidad (shockeante, lo sé). La parte más incómoda era la lección de humildad: otras personas hacían las cosas distinto a mí, y distinto era mejor. Eran verdaderos emprendedores, y ellos tenían resultados.

Mis opciones eran seguir soñando e inventando excusas, o asumir mis errores y cambiar el rumbo.

Así como los wantrepreneurs tienen actividades favoritas, los emprendedores también. Corregir el rumbo tuvo que ver con descubrir esas actividades y convertirlas en hábitos.

Hoy quiero compartir con ustedes 5 de esos hábitos, para que empiecen a incorporarlos y, especialmente, para que pasen de Wantrepreneurs a Emprendedores. Para que sueñen menos y creen más, y para que dejen de preocuparse por si pertenecen o no y empiecen a preocuparse por cómo llevar su emprendimiento al siguiente nivel.

5 Hábitos para aniquilar a tu Wantrepreneur Interno

Hábito #1: Cuando tengas una idea, ejecútala o déjala ir

«Se me acaba de ocurrir un muy buen negocio»…

¿Cuántas veces dijimos esa frase?

Un wantrepreneur empedernido pasa mucho tiempo pensando en empresas, así que tienden a tener muchas de productos, marcas o negocios completos. Los más astutos incluso las van anotando.

Recuerdo que tenía una carpeta en Mis Documentos llamada «Business», llena de Bloc de Notas o Archivos de Word con ideas. Algunas sólo eran una oración. Otras estaban en varias hojas con dibujos u opciones. Un par incluso estaban en planes de negocios completos.

Eventualmente, tanto pensar se vuelve un problema. Tenemos 15 ideas, ¿cuál elegir? No sabemos, postergamos esa decisión y la ejecución. Disfrutamos de la emoción y la adrenalina de descubrir una oportunidad y empezamos a pasar mucho tiempo pensando y desarrollando ideas. Se las contamos a nuestros amigos y nos dicen «es cierto, sería una buena idea».

Sonreímos, pero eso no cambia nuestro problema: aún no tenemos un negocio. Para salir de wantrepreneurs tenemos que evitar pasar tiempo divagando en ideas que no van a servirnos. Debemos tomar la idea apenas surge y decidir si realmente vale la pena pasar tiempo en ella. Si no, la descartamos, y no gastamos ni un segundo más en ella. Si es una idea sobre la que podemos construir un negocio, nos abocamos a pleno. Esto significa que no dedicamos tiempo a otro tema de negocios, hasta que hayamos comprobado que no funciona o hayamos convertido la idea en un negocio que nos dé ingresos pasivos.

No es la ideas lo que vale, sino su ejecución. Una idea promedio ejecutada correctamente, vale muchísimo más que mil buenas ideas, sólo pensadas. Las ideas carecen de valor si no son llevadas a la acción.

Hábito #2 (el más importante): ¡Lanza de una vez!

Ejercitando el hábito #1, nos abocamos por completo a una idea. Esto es un gran paso adelante, pero ¿qué hacemos con esa idea?

Primero, elaborar desde la idea hacia el negocio concreto (utilizar un Modelo Canvas es una buena manera). Luego ver qué presupuestos hay detrás del modelo, comprobar si son ciertos y si el negocio es rentable. Es importante asegurarnos de pensar la versión más simple posible del negocio y del producto. La rentabilidad, por otro lado, no es una intuición. Es sentarnos a transformar ese Canvas en un Excel, y completarlo. Si es rentable, es hora de producir.

*Si no fui claro con esa explicación o si te gustarían más datos para esta parte del proceso te sugiero escribir a santiago[arroba]superhabitos.com. Santi es el capo del Equipo en Modelos y Estrategias de Negocios*

Todo esto es consecuencia del primer hábito. Enfocados en una sola idea y comprometidos con pasos simples, deberíamos pasar de la idea a producir en un mes o menos. Es la ventaja de un minimalismo mental y eliminar las posibles excusas.

Producir implica crear una primer versión del producto (el famoso «producto mínimo viable», por más rústico que sea) y ponerlo ahí afuera. De la idea a crear, de crear a vender. Todo esto en 60 días o menos.

Con esto dejamos de postergar y procrastinar soñando e hicimos algo concreto. Pasamos de Wantrepreneur a Emprendedor. Es el paso más importante, pero hay 3 más que ayudan a consolidar lo hecho.

Un montañista es como un emprendedor. Un wantrepreneur es una persona sentada viendo documentales.
¿Quién sabe más de supervivencia? ¿Quien vio documentales? ¿O quién estuvo «ahí afuera»? :). Foto en el Cerro San Lorenzo.

Hábito #3: Cuando leas un libro o un blog, no pases al siguiente sin antes poner algo en práctica

Este hábito es parecido al hábito #1, e implica asumir que saber no es hacer, y que leer sobre emprendimientos es muy distinto de llevar uno a cabo. Un wantrepreneur lee mucho. Un emprendedor hace algo con lo que lee.

Todos en el equipo de Superhábitos leemos mucho, y estamos convencidos de que los libros y los blogs son útiles, pero sólo cuando nos tomamos el tiempo para transformarlos en acciones. Llevar lo leído a la práctica permite descubrir cuáles de los aprendizajes se aplican y tienen resultados en su contexto y a su idea concreta. 1 libro aplicado vale por 50 leídos.

De hecho, este es uno de los motivos por los cuales iniciamos Superhábitos: nos dimos cuenta de que la mayoría de los libros para emprendedores que estaban dando vueltas provenían de un contexto distinto al hispanoamericano. Las historias e ideas básicas de los libros norteamericanos son útiles, pero es necesario un gran trabajo adicional para bajar esas ideas y moldearlas a realidades que son completamente distintas (por la cultura, por la situación económica o política y hasta la situación personal).

Un wantrepreneur termina un libro de negocio y piensa: «Estuvo bien, voy a dejarlo anotado para cuando lo aplique». Un emprendedor está enfocado en un proyecto concreto (hábito # 1) y lo ejecuta (hábito # 2), por lo cual toma de cada libro lecciones concretas y las pone a prueba, adquiriendo un aprendizaje concreto que supera la genialidad de los libros.

No es lo leído lo que hace la diferencia, sino los cambios y las acciones tomadas.

Hábito #4: Menos networking y más relaciones reales

Como dije, un wantrepreneur pasa mucho tiempo preocupado por las apariencias. «El Lobo de Wall Street» (y muchas más imágenes idealizadas y falsas de los emprendedores) le hizo pensar que debe estar vestido de traje y tener un gran reloj para que lo tomen en serio. También escuchó que «lo más importante para crear un negocio son los contactos», así que se la pasa en eventos repartiendo tarjetas y sumando gente a su agenda personal.

El problema es que nadie explicó realmente qué significa «tener contactos». No se trata de tener más números, sino de tener relaciones reales.

Debemos resistir la tentación de auto-justificarnos teniendo muchas relaciones superficiales y hacer lo que los verdaderos emprendedores: construir relaciones profundas con mentores, colegas y clientes.

Relaciones profundas implica poner calidad por sobre cantidad. Implica frenar un momento, no hablar de lo genial de nuestro plan y comprender a las personas en toda su profundidad. Conociendo quiénes son, cuál es su realidad, sus problemas y sus necesidades podemos pasar a lo que realmente importa: aportar valor.

Si hablamos de cuán asombrosos somos, nunca vamos a lograr conectarnos con mentores. Si sólo repartimos tarjetas de nuestro negocio, nunca vamos a conocer los negocios de pares y colegas. Y si no entendemos los problemas de nuestros futuros clientes, los productos que hagamos van a ir a parar al sótano de nuestra madre (con suerte).

Nuestro traje no importa, sino nuestra habilidad para resolver problemas y aportar valor.

Camino Emprendedor vs. Espera del Wantrepreneur
Nunca vamos a estar 100 % preparados para una aventura (o una tormenta eléctrica en el camino). Tampoco para aprender, ¡por eso hay que empezar y mejorar mientras avanzamos!

Hábito #5: Habla con clientes antes, durante y después

Este hábito es una extensión del anterior y una forma de llevar el hábito # 2 hacia el futuro.

Un wantrepreneur pasa años intentando armar un sistema perfecto en su cabeza. Los emprendedores, en cambio, inician sabiendo que cualquier primer paso va a ser imperfecto. Pero mientras antes se inicia, antes se aprende, y ese es el punto.

Si lo que importa es empezar y estar atento a las personas, entonces nuestra rutina de trabajo debería ser aprender de las personas y hacer algo con eso. Luego aprender de las personas y hacer algo con eso. Y así sucesivamente. Por eso no importa tanto cuál sea el resultado que obtengamos al sacar nuestro producto o servicio ahí afuera, como importa qué aprendemos de esa experiencia:

  • Si vendimos mucho, ¿por qué? ¿Qué buscaban las personas? ¿El producto fue lo que esperaban? ¿Estaban dispuestos a pagar más?
  • Si no vendimos nada, ¿por qué? ¿No estaban interesados en el producto? ¿Lo promocionamos mal? ¿O a las personas equivocadas?
  • ¿Fueron los interesados quienes teníamos en mente? ¿O el producto captó el interés de otros grupos?

Luego de cada lanzamiento viene una etapa de observación y aprendizaje, y es la mejor manera de saber si nuestro producto soluciona o no problemas reales o concretos. Luego hay que tomar lo aprendido y mejorar la segunda versión.

Mientras los wantrepreneurs pasan 6 meses anotando ideas, los emprendedores ya están lanzando la 4° versión de su producto, con cambios sugeridos por los mismos clientes y una idea clara de qué necesitan.

La diferencia entre  un Emprendedor y un Wantrepreneur son sus hábitos

Las 5 acciones que cubrimos en este Post no son algo que los emprendedores realicen una vez y adiós. Son parte de su forma de ser. No pierden el tiempo divagando, sino que enfocan y ejecutan. Ejecutar es lanzar, y eso se aplica también a lo que leen. Mientras aplican y ponen las ideas en el mundo real se conectan con personas, y cultivan esas relaciones, aprovechando los aprendizajes en la preparación y en lo mejor del producto.

El hábito fundamental es el hábito # 2. Romper con la necesidad de encontrar el momento o el sistema perfecto y simplemente lanzarse al mundo es lo que hace la diferencia. El primer paso nos da la claridad para luego desarrollar los otros 4 hábitos.

Un wantrepreneur piensa y habla. Los emprendedores solucionan problemas y hacen del mundo un lugar mejor.

¿Cuál vas a ser?

Mati

PD: La diferencia entre wantrepreneur y emprendedor real es lanzar, aplicar y hacer, y lo mismo vale para este Post: cuéntanos en los comentarios qué paso vas a dar esta semana, y qué te gustaría saber para darlo de la mejor manera. Vamos a contestar todas las preguntas que surjan.