Cuando hablamos de productividad laboral, muchas veces dejamos de lado aspectos fundamentales y caemos en ideas erradas que nos limitan y nos hacen menos productivos.
Una de las creencias más fuertes a la hora de pensar en la productividad laboral, y también en la productividad personal, es que haciendo más lograremos más.
Pensamos que las personas productivas son aquellas que están siempre ocupadas, activas y que hacen mucho cada día.
Y actuamos en base a eso.
Tanto a nivel personal como a nivel laboral, hacer más no es el camino directo hacia lograr más.
Para volvernos realmente productivos, debemos tener en cuenta varios factores que veremos en este artículo, pero primero que nada, debemos darnos cuenta que estar ocupados no es sinónimo de ser productivos.
Una vez que logramos despegarnos de esa idea, podemos dar los pasos adecuados hacia una verdadera productividad laboral y personal.
Qué es la productividad y qué es la productividad laboral
¿Qué es la productividad para ti? ¿Por qué todos queremos ser siempre más productivos? ¿Qué significa y cómo se mide cuán productivo soy?
Si te resulta difícil responder a estas preguntas, no te preocupes, quiere decir que eres un ser humano normal.
No es fácil responder a estas preguntas simplemente porque el ser productivo o cuán productivo eres está directamente relacionado con tus objetivos, con tu trabajo, con tu misión y con lo que deseas alcanzar.
Veamos una definición de productividad:
“Es la relación entre la cantidad de productos obtenida por un sistema productivo y los recursos utilizados para obtener dicha producción. También puede ser definida como la relación entre los resultados y el tiempo utilizado para obtenerlos: cuanto menor sea el tiempo que lleve obtener el resultado deseado, más productivo es el sistema.”
Si tomamos en cuenta esta definición, veremos que la productividad está asentada en dos pilares: los resultados y el mejor uso de recursos y tiempo.
Esta definición es aplicable a muchos ámbitos: empresas, equipos, a nivel personal, a nivel profesional, etc.
Es simple: cuando perseguimos la productividad, lo que estamos anhelando es tener más resultados.
El problema es que en general no hacemos lo necesario o lo correcto para tener esos resultados, sino más bien lo contrario.
¿Y a qué se debe que si deseamos ser más productivos, vayamos por el camino contrario? Hay muchos factores que influyen en esta situación. Algunos tienen que ver con que aprendemos ciertas ideas erradas y en los ámbitos en los que nos desenvolvemos como la escuela, la Universidad, trabajando en empresas, solemos funcionar bajo exigencias que minan nuestra posibilidad de ser más productivos.
Estar ocupado vs. ser productivo
Si tienes un día muy ajetreado y ocupado, ¿te sientes más productivo que un día en el que estás menos activo o haces pocas actividades?
Cuando ves a otras personas que van de aquí para allá todo el día, que trabajan mucho y están muy activas, ¿las percibes como productivas?
Si la respuesta a estas dos preguntas es sí, entonces estás basándote en la idea equivocada de qué es ser productivo.
Si un sistema es más productivo en tanto produce más resultados con menos tiempo y recursos, entonces no se trata de cuántas cosas hagas, sino de cómo uses tus recursos y tu tiempo para lograr los resultados que deseas. Y para ser más productivo aún, cómo optimices esos recursos y ese tiempo para lograr más resultados.
Si lo que deseamos (todos) a nivel personal y laboral, es avanzar, crecer, ver logros, debemos dejar de sobre ocuparnos y empezar a enfocar nuestras energías en qué hace falta hacer para lograr X resultados y cómo podemos hacerlo administrando los recursos que tenemos y el tiempo con el que contamos.
Cuando hablamos en este contexto de productividad laboral, nos referimos a que como profesionales y emprendedores deseamos que nuestro negocio crezca, comenzar nuestro negocio mientras trabajamos en relación de dependencia, crecer profesionalmente.
Para todo esto se aplica la misma lógica.
Si trabajamos 9 horas al día (o más), y deseamos comenzar un negocio a la par, es muy difícil que demos el primer paso o que persistamos si no incorporamos el enfoque correcto acerca de la productividad. Rápidamente nos desanimaremos por no ver resultados, estaremos muy cansados y esperaremos a tener más tiempo para hacer X actividad.
Y ese tiempo nunca llega.
Si tenemos un negocio en marcha y no priorizamos las actividades que hacemos para el negocio según esta idea de foco en los resultados y en las acciones clave que llevan a esos resultados, difícilmente sintamos que avanzamos y es poco probable que avancemos de verdad.
Esto sucede también a nivel personal, si pretendemos generar muchos cambios que nos hagan personas más productivas, como leer más, hacer ejercicio, alimentarnos mejor, etc. es muy fácil que nos quedemos en la intención y no avancemos a la acción.
Cómo apropiarnos del enfoque correcto sobre productividad laboral
Si estar ocupado no es lo mismo que ser productivo y nos aturde más de lo que nos hace avanzar, ¿cómo podemos empezar a orientar nuestras acciones con el enfoque correcto sobre productividad laboral y personal?
En otros artículos trabajaremos en profundidad cómo hacer cambios concretos en diferentes áreas de tu vida para ser más productivo.
Ahora te dejo 5 tips para que comiences a incorporar este enfoque y puedas experimentar los primeros pasos hacia al verdadera productividad laboral.
#1. Hacer menos
Ya vimos que hacer más no implica producir más, y que en muchas ocasiones significa lo contrario.
Hacer menos y hacer lo que sí trae resultados es lo que nos hará realmente productivos. Hemos trabajado esta idea de hacer el 20% de las acciones que nos traen el 80% de los resultados en este artículo.
#2. Priorizar en base a lo más importante
Para poder hacer menos, debes aprender a priorizar. Y priorizarás bien siempre que lo hagas usando como parámetro lo más importante, aquello que es fundamental para tener resultados.
Y no cualquier resultado, los resultados que tu deseas tener.
Haciendo ejercicios como el de crear tu Misión personal y usarla para tomar decisiones, lograrás dar un salto importantísimo en cómo estás decidiendo qué hacer y qué no hacer.
Y esto repercute directamente en cuántos resultados veas.
#3. Tener un sistema de organización personal
Para mantenerte enfocado en lo importante y avanzando, tener un sistema de organización personal es una herramienta súper poderosa. Con él podrás mantenerte conectado con tus objetivos (a veces los olvidamos con facilidad en el ajetreo cotidiano), teniendo momentos para frenar y decidir qué hacer y qué no hacer, manteniendo el equilibrio entre diferentes áreas de tu vida, etc.
Este sistema debe ser simple, y contener lo más importante: momentos definidos para frenar y reflexionar. Por ejemplo, todas las mañanas 15 minutos y el fin de semana 1 hora.
En esos momentos reenfocamos, revisamos nuestras bases (Misión, Visión, objetivos), tomamos decisiones.
De esta forma, no pasará más de una semana hasta que te des cuenta de que debes cambiar o eliminar algo, y no pasará mucho hasta que descubras que has logrado un objetivo o aumentado tu productividad (si ves que haces una actividad en menos tiempo que antes).
Aquí puedes ver más sobre el sistema de organización, pero estaremos trabajando este tema en profundidad pronto :)
#4. Un ritual por las mañanas
El ritual de las mañanas es parte del sistema de organización personal. Lo tomaré como un punto aparte porque este pequeño ritual que puede parecer insignificante, es capaz de marcar toda la diferencia en tu semana, en tu año, en cuánto logres.
Muchas veces pensamos en la productividad laboral muy anclada a las tareas del trabajo, a las acciones concretas que hay que realizar para producir X resultado. Y si bien esa parte es fundamental, antes que eso está el momento en el que diseñamos una estrategia, y nos mantenemos conectados con esa estrategia.
Con el foco sólo en las acciones clave (incluso si son ese 20% más importante), si sólo avanzamos, avanzamos y avanzamos sin revisar el mapa, con mucha facilidad desviamos el camino y lo hacemos muy rápido.
De esta forma, es mejor tener ese momento de revisar el mapa cada mañana unos minutos, y asegurarnos de que cada día daremos el paso en la dirección correcta, que recién revisar el mapa cuando levantamos la cabeza, nos encontramos en un terreno desconocido y necesitamos orientarnos nuevamente.
#5. Proponerse objetivos claros y medibles
Esto de avanzar y perder el rumbo también sucede si no tienes objetivos claros y medibles.
En cambio, si tienes buenos objetivos que te impulsen más de lo que te desvían, podrás medir permanentemente y corregir rápidamente.
Esta es la clave del verdadero avance, del más significativo.
***
Siempre decimos que son los pequeños pasos y los pequeños hábitos simples los que marcan los grandes avances y las transformaciones más significativas.
En estos 5 consejos pudiste ver que la mayoría hacen referencia a acciones cotidianas, a pequeños momentos.
Para dejar de estar ocupado y ser más productivo a nivel laboral y personal, los hábitos son fundamentales.
Accede ahora al Kit Gratuito de Herramientas de Superhábitos y encontrarás pasos a pasos para los hábitos que necesitas desarrollar, y así serás más productivo y estarás más feliz con tus resultados:
Y cuéntame en los comentarios ¿cómo te sientes con respecto a la productividad laboral? ¿Sientes que eres productivo o necesitas mejorar?