La peor consecuencia de una mala organización (y cómo revertirla)

Los últimos tres fines de semana estuve enferma en mi casa.

¿Qué me pasó?

Tuve días de semana intensos, de mucho trabajo, de ordenar y acomodar la nueva casa, y de organizarme mal.

Mucho trabajo. Desequilibrio en las actividades.

Por ende, no me levanté siempre a la misma hora.

Tampoco mantuve mi rutina de ejercicio diario.

Y luego de 5 días así, llegaba el fin de semana y mi cuerpo iba rindiéndose.

Así pasé tres fines de semana completamente anulada. Algunos días en cama sin energías. Y otros días en los que simplemente mi cuerpo y mi mente no respondían para nada más que ver series o leer (o jugar a ese juego del piano en el celular).

¿Sientes seguido que te estás organizando mal y que algo anda mal en tu semana?

¿Te ha pasado que tu cuerpo o tu mente te digan “basta” cuando vas acelerado o desorganizado?

 

Si te sucedió, sabes lo que se siente y lo frustrante que es.

Lo que no solemos preguntarnos es ¿qué pasa cuando es algo reiterativo? ¿Qué ocurre si nos organizamos mal y pasamos así meses o años?

¿Cuáles son las consecuencias de no estar organizados? ¿Y qué impacto tiene en nuestra vida pasar días y días sin frenar a reacomodarnos?

herramientas de organización personal

Tuve dos semanas frustrantes y tres fines de semana anulada, casi completamente.

¿Qué impacto tuvo eso en mi vida, en mis objetivos y en mis resultados personales y profesionales?

 

Esto es algo que no vemos, no medimos y por lo tanto, simplemente seguimos adelante hasta la próxima vez que las cosas se compliquen por falta de constancia, disciplina y organización.

Lo que no sabes es que hay consecuencias de una mala organización. Y hay una gran consecuencia que impacta en los mejores resultados que podrías tener.

 

La GRAN consecuencia de la mala organización

La rutina de estas semanas de caos fue más o menos así: el lunes comenzaba con toda la energía, a medida que pasaban los días me iba sintiendo cansada, agobiada, frustrada.

Llegaba al viernes habiendo usado todas mis energías.

Luego de descansar el fin de semana (a la fuerza, porque el cuerpo no me permitía hacer otra cosa), me iba sintiendo mejor. Ahí me sentaba y me “organizaba” para la semana que comenzaba.

Pero me organizaba mal. Ponía un parche.

Y cuando me sentía mejor, caía nuevamente en la corrida.

Y así, todo el ciclo de vuelta.

Si hubiese evitado llegar al punto de que mi cuerpo y mi mente me digan basta, no hubiese perdido tanto tiempo y energía que podría haber dedicado a muchas otras cosas importantes.

Si pasé tres fines de semana anulada por organizarme mal, ¡significa que perdí 144 horas así!

Imagina que puedes parar el tiempo ahora mismo y tener 144 horas extra para hacer lo que quieras, ¿qué harías? Un mundo de posibilidades, ¿verdad?

 

Yo pasé tres fines de semana en casa, sin ver a la familia. Sin dudas, perder esos momentos es doloroso y es perder algo importante en mi vida.

 

La gran consecuencia es justamente esa: perder momentos, oportunidades y tiempo que es importante en nuestra vida y en nuestros objetivos.

Ese tiempo y esos momentos no se recuperan. Si nos ocupamos de organizarnos y equilibrar en su debido momento, nos aseguramos de preservar y cuidar lo más importante.

 

La verdadera gran consecuencia detrás

El problema de fondo de todo esto no es perder tiempo, pasarse uno o dos fines de semana descansando porque el cuerpo lo pide. (De hecho, si cada tanto notas que necesitas descansar, está muy bien que tengas tiempo para no hacer nada y recuperarte).

El problema central de organizarte mal, es que pierdes lo importante y te alejas de ser lo mejor que puedes ser en este mundo.

Quizá en el marco de una semana no lo notes.

Posiblemente puedas sobrevivir unos cuantos años así (muchos lo hacen).

Pero inevitablemente en algún momento mirarás hacia atrás y verás que poner parches te ha alejado de tus sueños, de lo que más deseabas, de algún gran objetivo o de lo que querías ser.

¿Sueñas con ser un emprendedor independiente y algún día poder levantarte y controlar el 100% de tu día? 

Entonces cada hora que pierdas por estar mal organizado es una hora que podrías estar dedicando a crear ese negocio de a poco y construyendo a la persona capaz de llevar adelante su propio negocio.

Si pones parches, te alejas de todo eso. Cada día que dejas pasar es un día que no estás construyendo tus sueños y la persona que deseas ser.

Es como un edificio en construcción. Cada día que los constructores no vayan a trabajar, es un día menos aprovechado para acercarse cada vez más a la forma que tiene el edificio en los planos.

Si no hay constructores, sólo hay planos (y planes), pero no hay construcción real.

Y puede ser la diferencia entre que sigas así para siempre y nunca seas independiente, o tengas tu independencia pronto.

 

Cada día perdido, es una oportunidad que no se recupera.

 

Debo ser dura con esto, conmigo misma y contigo también.

Puedes comenzar hoy algo que vienes posponiendo hace años. Nunca es tarde para comenzar.

Pero la realidad es que esos años no los recuperarás jamás. Entonces, comienza hoy porque desde ahora en adelante todo el tiempo que no aproveches es tiempo que no recuperarás.

 

Si yo no lo hago ahora, pasaré otro fin de semana perdiéndome de jugar con mis sobrinos, de conversar con mis primos y el día de mañana serán tardes de juego con mis hijos.

una tarde de cocinar con los sobrinos :)

Es bastante claro qué pesa más en la balanza, ¿no?

Eso que estás postergando te está alejando de ser lo mejor que puedes ser.

Puede que en el día a día no lo veas.

Puede que en el momento se vea como algo pequeño, que se puede parchar. Pero te prometo que cada día te estarás alejando de lo que deseas tener y ser, y del impacto que podrías tener en tu vida y en tu comunidad.

 

Cómo romper con la inercia de organizarte mal

Este es un artículo muy honesto. He compartido contigo mi experiencia más dolorosa de las últimas semanas.

Yo no dejaré pasar un día más así. Tampoco quiero que tú lo hagas.

 

Por eso te dejo el Paso #1 para romper con esa inercia desde hoy.

De lo que te estarás alejando es fundamentalmente de realizar tu Misión personal.

Hemos hablado aquí de qué es la Misión personal y por qué es tan importante. Tener tu misión personal y usarla como guía es fundamental si quieres tomar buenas decisiones, que tus días tengan sentido y que tu vida tenga impacto.

Tener tu misión personal y revisarla a diario es una forma de procurar no olvidarte ni un día de lo más importante.

A partir de la Misión, te organizarás bien y notarás cuando te estás organizando mal.

Así que comienza hoy a romper con la inercia de la indisciplina, la falta de constancia, la desorganización y los parches.

Crea tu misión personal y tu rutina para revisarla todos los días y explora organizarte a partir de esta base.

Y no dejes pasar ni un día más sin frenar a ocuparte de lo más importante. Comienza tu negocio. Siéntate a organizarte. Hazte tiempo para tu familia. Hazte tiempo para ti.

 

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