La Lista de Equipamiento 2018

Vivir con 100 cosas: mi lista de equipamiento 2018

El desafío de vivir con 100 cosas es uno de los temas por los que más preguntas recibo en charlas y conferencias. Siempre genera curiosidad cómo funciona, qué implica y cuán fácil es mantenerlo.

La verdad es que vivir con menos de 100 cosas no es para nada difícil, ¡al contrario! Tengo que reconocer que es uno de los hábitos que más impacto tienen mi productividad, felicidad y estilo de vida. Me permite tener mejores cosas, más tiempo libre y una sensación constante de calma y foco.

Claro que esa facilidad viene de que ya se convirtió en hábito. Con Lu afrontamos el desafío de vivir con 100 cosas en Enero de 2015. En ese momento era algo “raro” y no había nada de información sobre el reto en español. Por eso escribimos el artículo «Minimalismo extremo: cómo vivir 1 año con 100 cosas», y poco tiempo después compartimos nuestra primera lista de cosas.

El reto empezó como el desafío de vivir con menos de 100 cosas durante 9 meses, y sin embargo se convirtió en un hábito que mantenemos hace 3 años y medio. En este tiempo mejoramos muchísimo, y aprendimos decenas de tips y consejos para disfrutar al máximo del minimalismo.

En este artículo voy a compartir un pequeño resumen de las reglas con las que afrontamos el reto, y mi lista actual de cosas, junto con los aprendizajes que me llevaron a ella. Este es un índice de los temas que veremos:

 

 

¿Primera vez que escuchas de minimalismo o vivir con 100 cosas? ¡Estos links te orientarán!

Si ya conoces las ideas de minimalismo o vivir con 100 cosas, ¡salta a la siguiente sección!

Si eres nuevo, te recomiendo que antes de continuar avanzando hagas dos cosas fundamentales.

Primero, ver la charla TED «Menos Cosas, Más Felicidad» de Graham Hill:

Y la segunda es leer el post «Minimalismo extremo: cómo vivir 1 año con 100 cosas”. 

Si te entusiasmas y quieres profundizar, en Netflix hay un Documental sobre el tema, y puedes leer el libro original de Dave Bruno sobre Desafío de Vivir con 100 cosas .

Nuestras reglas minimalistas.

Casi todas las preguntas que recibo sobre vivir con menos de 100 cosas se responden cuando comparto las reglas minimalistas que usamos con Lu.

Antes de compartírselas, una aclaración importante: estas son nuestras reglas, y de ninguna manera las comparto como algo que todo el mundo debería seguir. Cada uno debe definir las reglas de su desafío en base a sus objetivos y el momento en que se encuentran.

Lo importante no son las reglas en sí, sino el dedicar tiempo a pensar nuestra relación con nuestras cosas. Esto no es una carrera a ver quién es más minimalista.

Nuestros 7 mandamientos para el reto de vivir con 100 cosas son:

  1. Las cosas son herramientas. Eso significa nunca reducir por reducir. Para decidir si eliminar algo la pregunta fundamental es: ¿El costo de tener esto es mayor a la utilidad que obtengo? Si la respuesta es sí, debe irse. Si lo que nos aporta es más de lo que nos cuesta, entonces se queda. Cuando digo «costo» me refiero al costo no sólo monetario, sino sobretodo en tiempo, atención y energía. Puedes leer más sobre esta regla en este artículo.
  2. Sólo se extiende a objetos personales sobre los cuales cada uno tiene el control al 100%. Como es un reto personal, no incluye cosas que son comunes de la familia o de la casa. Para leer más sobre cómo manejamos esos objetos comunes pueden escuchar este podcast sobre cómo ordenar la casa.
  3. Sólo se aplica a objetos físicos. Los archivos y datos digitales se manejan con un sistema aparte.
  4. El límite son 100 cosas, pero dentro de ellas podemos hacer todas las variaciones que deseemos. Eso quiere decir que cosas nuevas pueden entrar todo el tiempo siempre que reemplacen a alguna que ya estaba o que haya lugares libres dentro de la lista.
  5. Está bien si preferimos tener MENOS de las 100 cosas. Hace un tiempo me dí cuenta de que podía tener todo lo que necesito con más o menos 60 cosas, y decidí mantenerme en ese número.
  6. Si hay dos objetos físicos que cumplen una sola función, o que no pueden existir el uno sin el otro, cuentan como una sola cosa. Así, por ejemplo, un móvil y su funda cuentan como una sola cosa. Lo mismo dos zapatos que conforman un par, el pantalón y saco de un traje, o la notebook y su cargador.
  7. Hay cosas que no cuentan: objetos consumibles,  documentos legales obligatorios y recuerdos (siempre que no ocupen más espacio que el de una caja de zapatos).

(Nota: Estas son las reglas actualizadas. Si quieres leer las reglas que nos pusimos cuando empezamos simplemente haz click aquí para leer el artículo original sobre el desafío de vivir con 100 cosas ).

Mi lista de equipamiento (actualizada a 2018)

Una de las cosas más lindas de aplicar el minimalismo es cambiar la relación que tenemos con las cosas. Antes de empezar con este hábito siempre tuve las cosas que “podía tener”. Nunca eran perfectas, y muchas veces me sentí ligeramente avergonzado de mi ropa o cosas.

Ahora me pasa todo lo contrario. Gracias al foco que me da el minimalismo tengo las cosas que quiero tener, y todos los objetos me producen mucha alegría. Dedico tiempo a elegirlas, y sé que cada minuto que le dedico a encontrar el mejor objeto para cada función me trae muchísimos beneficios a futuro.

Muchas veces me desespero en conversaciones con amigos y familiares al hablar de estas cosas, porque siento que la vida de la mayoría de las personas sería al menos 5 veces más productiva si simplemente tuvieran cosas de mayor calidad, más inteligentes para su actividad y región.

En ese espíritu, les comparto mi lista de cosas y cómo fui eligiendo cada una.

El nivel de alegría que me da cada cosa hace que el 90% de la lista sean ítems que si se perdieran o rompieran hoy, mañana compraría de vuelta exactamente el mismo ítem sin mirar el precio.

Esta lista me permite no sólo vivir muy bien sin que las cosas me roben tiempo o atención a diario, sino que también son las cosas que me permiten hacer viajes de cualquier duración y a cualquier clima con una mochila de 30 litros.

Categoría 1: Tecnología (5 cosas)

Vivir con 100 cosas: Mis Cosas de Tecnología

La tecnología para mí es la categoría #1 por un motivo simple. Cada una de estas cosas me ahorra horas y multiplica mi productividad. No hay nada que impacte tanto en la vida de uno como tener las herramientas correctas, y las herramientas de tecnología son por lejos las que más impacto tienen para un emprendedor:

1. Apple Macbook Air 2017 (con cargador y adaptador para HDMI)

La computadora (o el ordenador) siempre es el ítem #1 en mi lista. Es mi herramienta de trabajo, y también mi cuartel general de operaciones. Esto es así hace muchos años, incluso antes de empezar Superhábitos, cuando teníamos otros proyectos y aún ejercía como abogado.

Nada explica tan bien por qué es el ítem más importante como este GIF:

Cómo la PC te ahorra tiempo y dinero

 

Gracias a su multifunción en mi escritorio cada mañana está sólo la Mac, y lo mismo pasa el fin de semana. Tanto si tengo que escribir, como si estoy organizando un viaje o buscando una nueva receta para la parrilla, ¡este es el elemento #1!

Entre el universo de ordenadores elegí la MacBook Air porque:

  • Las dimensiones y peso son fantásticos para los viajes. Dentro de eso, tener un disco de estado sólido me permite moverla con tranquilidad.
  • La batería me dá como mínimo 6 horas de autonomía (normalmente 8 a 10). Si estoy de viaje y no hay un enchufe, o si hay un apagón en medio de una tarea importante, sé que voy a poder terminar con la jornada de trabajo tranquilo. A la hora de elegir entre la MacBook Pro (que tiene más potencia) y esta, decidí sacrificar un poco de potencia/estética a cambio de tener más batería.
  • El año pasado decidí abandonar Windows porque estaba harto de perder segundos en cada tarea. Primero me pasé a Ubuntu, pero ahí me cansé de perder tiempo aprendiendo a configurar cada cosa. El sistema operativo de Mac me permite la velocidad de Linux y con una usabilidad mejor que la de Windows.
  • El touchpad de Mac es tan práctico que me permitió eliminar el Mouse, ¡y eso es una cosa menos!

Mi estimado es que la Mac me ahorra 1 o 2 horas por día en comparación con Windows. O sea que sólo durante este año me voy a ahorrar 480 horas, ¡o sea que incluso si mi hora sólo valiera 2,5 U$ se paga sola cada año!

2. Kindle 5.

Mi e-reader de elección es el Kindle 5. Lo compré a finales de 2013 y los casi 300 libros que leí desde entonces los leí todos en Kindle. Me permite viajar con una biblioteca en el bolsillo y en sólo 170 gramos. No sólo eso, sino que la batería dura 30 días (incluso ahora que tiene ya casi 5 años completos de trabajo encima).

Ahora, con respecto a la gran pregunta: ¿por qué el Kindle 5, y no alguno de los modelos más modernos?

  • En primer lugar, es un modelo que no tiene luz incorporada. Eso significa que para leerlo tengo que tomar las mismas precauciones que tendría que tomar para leer un libro normal: prender la luz, ponerme al sol, etc. Eso evita que lea en la oscuridad con poca luz, o que mire directo a una fuente de luz azul cuando leo.
  • No es táctil. En este modelo para pasar las hojas hay botones en los lados del Kindle. Más de una vez me encuentro leyendo y caminando al mismo tiempo, o leyendo parado. Este modelo es más finito que los táctiles, y eso me permite sostenerlo con una sola mano, cambiar con uno de los dedos de página, ¡y hacerlo sin preocuparme porque si toco la pantalla algo cambie!
  • Peso y ancho. Tanto en peso y ancho el modelo es más liviano/más fino que los que salieron después (con excepción del Kindle Oasis, que me pareció demasiado costoso para las prestaciones).
  • Dureza. Cuando un objeto es simple en general eso significa que es más resistente. Menos partes o mecanismos complejos implican menos cosas que pueden averiarse.  A pesar de que nunca le puse funda, y de que lo he llevado de arriba para abajo en mochilas con todo tipo de cosas y se ha caído varias veces, ¡sigue funcionando como el primer día!

3. Móvil: Moto G4 (y cargador con Turbo Charge)

Tengo que reconocer que el móvil no es exactamente el aparato de tecnología que más uso, y por lo tanto aquí no puedo dar fe de que esta sea la mejor opción en general.

Simplemente cumple con todas las funciones que busco en un teléfono. Me permita ejecutar las apps que utilizo normalmente para comunicarme, organizarme y hacer ejercicio.  Me permita conectarme y navegar por internet con comodidad. Tiene una cámara de buena calidad y vídeos HD.

El Moto G4 cumple con todo eso por un precio que me parece ridículo cuando se lo compara con otros teléfonos de otras marcas con prestaciones similares. Además tiene varias funciones que lo hacen fácil de utilizar (como la activación de cámara y linterna por movimiento), y la posibilidad de carga rápida que es fundamental para los viajes o semanas ajetreadas (carga una batería para 2 días en menos 1,5 horas).

4. Auriculares

No tengo el oído más fino del mundo, así que para elegir mis auriculares sólo tomo en cuenta tres cosas:

  1. que se escuche moderadamente bien;
  2. que sean in-ear (para poder correr tranquilo, y usarlos en contextos donde hay sonido en el ambiente);
  3. que sean portables (para que no ocupen mucho espacio en la mochila en viaje, o si los llevo en el bolsillo en el día a día).

Actualmente estoy usando unos auriculares Samsung, diseñados para los móviles Galaxy S. Tienen el plus de traer incorporado micrófono, lo cual permite que en las video-llamadas el sonido salga mejor.

5. Pendrive.

Durante mucho tiempo no tuve pendrive (y usaba el celular para trasladar datos). Luego me dí cuenta de que eran demasiadas las ocasiones en que eso me generaba problemas: cuando necesitaba darle a alguien unos archivos para que se lleve, cuando tengo que llevar presentaciones para charlas y eventos, si necesito generar un USB booteable, etc.

A eso se sumó que me regalaron un Pendrive de R2D2, que me divirtió tanto que no podía dejarlo ir.

Categoría 2: Otras Herramientas (4 cosas)

Vivir con 100 cosas: Otras Herramientas

6. Mochila – Mil-Tec Tactical Combat Backpack 36L

Después de la tecnología, la mochila es el ítem de equipamiento que más me importa entre mis cosas.

Una ventaja de tener un negocio no presencial es que podes trabajar desde donde quieras. Para nosotros, la mayoría de los días eso significa poder trabajar desde casa. Sin embargo en promedio estamos de viaje 3 o 4 meses cada año, y casi todas las semanas vamos de visita a casa de familiares o  a trabajar a cafés que nos gustan. Eso significa que hay mucho movimiento, ¡y la mochila es el elemento central para disfrutarlo!

Para mí una buena mochila tiene que no sólo ser cómoda, sino además tiene que verse bien sin llamar mucho la atención (por seguridad), y ser práctica para todos los usos que le doy.

Incluso si estoy de viaje 3 meses seguidos la mochila que uso es la misma que si voy al centro a trabajar en un café. Eso quiere decir que debe poder usarse con pocas cosas y con muchas, y en ambos casos ser cómoda en la espalda.

Dentro de eso, un requisito fundamental para mí es que mi mochila pueda pasar como equipaje de mano en tamaño y peso. Viajar sólo con mochilas que clasifican como equipaje de mano tiene una cantidad infinita de ventajas:

  • Te da mucha flexibilidad para elegir vuelos (lo cual te ahorra dinero);
  • apenas uno baja del avión puede salir del aeropuerto (o sea que evitas la acumulación de personas, y llegas antes a destino);
  • se puede caminar por la ciudad con el equipaje sin que sea incómodo o llame la atención (o sea que podes usar transporte público tranquilo y planear actividades entre la llegada y que vas al alojamiento);
  • no hay necesidad de preocuparse por equipaje despachado ni siquiera si tenés escalas o conexiones;
  • ¡y encima puedes armar la mochila en media hora!

Mi mochila actual se puede encontrar en Amazon o Mercado Libre al buscar “Mochila Táctica”. Además de cumplir con los requisitos anteriores tiene una serie de ventajas:

  1. Es negra, lo cual hace que llame poco la atención. No hay nada peor que verte obviamente turista cuando llegas a una ciudad, ¡y nada dice TURISTA como una mochila de mochilero!
  2. Es de polyester 600D PVC, con lo cual resiste la mayoría de las lloviznas sin que se moje el contenido. Por las dudas que sea algo torrencial, le agregué un protector de lluvia.
  3. El compartimiento más grande tiene un cierre de lado a lado que se abre completo como una valija. Esto permite poner/sacar incluso las cosas que están en el fondo sin desacomodar las demás. Esto es fundamental para mantener todo acomodado durante un viaje sin perder tiempo.
  4. Las tiras son muy cómodas. Perfectamente podés andar con la mochila cargada al 100% y puesta varias horas caminando sin que te haga mal ni moleste. Cuando llegamos a Barcelona en abril estuve dando vueltas con la mochila más de 10km sin problemas. La tira de la cintura puede sacarse, lo cual es útil para el día a día cuando la mochila no está cargada.
  5. Los dos bolsillos de afuera tienen tamaño perfecto para las cosas que uno usa constantemente. Uno para lentes de sol, billetera, etc., y el otro para cosas como Kindle, Cuello Multiuso, Cepillo de Dientes, etc.
¿Para qué tipo de viajes sirve esta mochila?

Una pregunta que recibo seguido es para cuánto tiempo de viaje “alcanza” esta mochila: ¿es para viajes cortos? ¿O sirve para viajes de varios meses? ¿Sólo en climas cálidos, o fríos también?

Yo personalmente utilizo la misma mochila sin importar la duración del viaje, ni la época del año en que suceda. Como referencia, usé mochilas de este tamaño para:

  • el viaje de 3 meses que hicimos en invierno/primavera de 2014 a Buenos Aires/Mar del Plata,
  • los 2 meses en primavera que organizamos para este año a España/Italia,
  • las vacaciones de verano en Brasil (como fuimos en Enero de 2018),
  • un mes completo en pleno invierno en Mendoza (en Agosto de 2017).

Es más: la mochila que tengo ahora la elegí por la calidad de los materiales. Sin embargo, antes hice viajes de 2 meses con una versión aún más pequeña (de 25 litros según el fabricante).

Dentro de la mochila llevo tanto ropa de verano e invierno (malla, campera, impermeable, etc.), como ropa para ocasiones variadas (ropa de trekking y jean/vans como para una salida o charla), y las cosas de trabajo (compu, una cámara, micrófono, trípode, teléfono, kindle, etc.). No sólo eso, sino que casi siempre tiene espacio vacío, que puedo usar para llevar o traer regalos para otras personas

7. Mochila Plegable Doite.

Como uso la mochila principal como valija, en los viajes necesito algo en lo que llevar las cosas cuando hacemos pequeñas salidas y no quiero desarmar la mochila. Esta mochila es plegable y muy liviana, con lo cual puedo llevarla plegada y abrirla sólo cuando la necesito.

8. Mate y Bombilla.

Tanto el mate como la bombilla son un regalo de Lu. Si bien perfectamente podrían pasar como “ítems de la casa”, lo honesto es ponerlos en la lista. En caso de irme de mi casa para siempre y tener que dejar todo atrás, me llevaría este mate. Me acompaña desde 2010: con él leí los 7 hábitos por primera vez, estudié en la universidad, ideé todos los proyectos emprendedores y con él escribí la mayoría de los artículos en Superhábitos.

9. Termo de 800ml Quechua.

Si bien un mate puede sobrevivir sin termo (y por eso los cuento como cosas separadas), la verdad es que este termo también sería salvado por mí de un incendio. Lo encontré hace poco durante un viaje, y el tamaño y forma del pico me parecieron perfectos para tenerlo en el escritorio y cebar mates a diario.

Categoría 3: Ropa y Calzado

En la parte de Ropa y Calzado el aprendizaje #1 de estos años ha sido la importancia de elegir «ropa inteligente».

El mayor error que veo en otras personas cuando intentan viajar con mochilas chicas o empezar a vivir con pocas cosas es que eligen las cosas equivocadas, y la falta de eficiencia de cada cosa va sumando a que el espacio o cantidad de cosas se sienta insuficiente.

En general este error viene de una de las mentalidades más nocivas con las que crecí: la idea de que si alguien compra algo de marca es porque es un estúpido o un millonario. La idea viene de asumir que un ítem “de marca” es lo mismo que uno “no de marca”, sólo que más caro. Asumir que eso es cierto siempre es un error, igual que asumir lo inverso (que cualquier cosa “de marca” es mejor que algo “no de marca”).

¿Y cuál es el paradigma correcto?

Entender que detrás de cada objeto que compramos hay equipos enormes de personas desarrollando tecnologías para optimizarlos y mejorarlos. Muchas veces los mejores equipos en cada industrian utilizan una marca para que los usuarios podamos identificar con facilidad sus productos.

(Eso no quita que hay marcas que tratan de pasar con una marca cosas que no tienen ningún valor añadido, lo cual las hace malas marcas, por más conocidas que sean).

O sea que el foco no tiene que estar en si algo es de marca o no, tanto como tiene que estar en la calidad del objeto, y la relación precio/prestación que cada ítem nos da.

A eso me refiero  cuando digo buscar ítems “inteligentes”. Son objetos que tienen tecnología detrás que los hace adecuados a nuestros objetivos.

En mi caso, busco ítems que me permitan estar igual de cómodo en mi día a día y cuando viajo. Quiero ropa que haga que mi vida sea fácil y agradable siempre. Con el tiempo he logrado convertir esto en una serie de características:

  • Que se vean bien (para mi gusto y estilo).
  • Que sean tan versátiles como es posible. Esto implica versatilidad en uso (que puedan usarse en diversas situaciones y afrontar diversos climas), y también versatilidad estética (que puedan utilizarse en diversas situaciones y verse bien igual).
  • Que sean resistentes al uso y paso del tiempo. O sea que una prenda que no pierde color con el paso del tiempo le gana a una que sí, y una prenda que no se mancha le gana a una que sí.
  • Que sean livianos y que ocupen poco espacio para los viajes y comodidad diaria.
  • En la medida de lo posible que sean de secado rápido y no necesiten planchado. Este es un elemento que nos salva no sólo en viaje, sino sobretodo en el día a día. La vida es demasiado corta como para pasarla planchando 😉

Con esos criterios está elegida toda la ropa y calzado que integra esta lista. Agrupé los ítems en sub-grupos de manera que sea más fácil de procesar, y agregué detalles en la elección de cada uno.

10 a 16. Siete Remeras

Vivir con 100 cosas: Camisetas o Remeras

En este momento tengo 7 remeras. Todas las elegí en función de las siguientes características:

  • Ser de materiales sintéticos al menos en un 70%. La mayoría son de Polyester y Elastano al 100%. Eso hace que no se manchen, no requieran planchado para verse bien y se sequen rápido. Todo lo contrario a las remeras de algodón, que se manchan fácilmente, son imposibles de secar y requieren de mucho tiempo planchado.
  • Ser lisas, de una misma gama de colores (la forma más fácil de que toda la ropa se ve bien entre sí). Para mí en general eso implica azul, gris y rojos oscuros.
  • Que la terminación no sea la típica de una una remera deportiva, sino que «parezca una remera de algodón». Me pasa todas las semanas que alguien se sorprende de saber que la remera que tengo puesta no es de algodón. Esto tiene que ver con la versatilidad: las remeras de algodón quedan mejor estéticamente para reuniones sociales, y de esta forma logro lo mejor de dos mundos.

Mis remeras actualmente incluyen:

  • Dos azules Adidas.
  • Una gris-rayada Under Armor.
  • Una Gris Lisa.
  • Una Roja Adidas.
  • Una celeste Nike.
  • Una celeste Volcom.

17 a 19. Tres Camisas

Vivir con 100 cosas: Camisas

Con el mismo criterio elegí la primera de mis camisas: una camisa azul de Mountain Hardware.

Las otras dos camisas están por motivos menos minimalistas:

  • Camisa celeste (Humahua). En casi todos los bloques dejo lugar para cosas que no cumplen con los requisitos pero que simplemente me encantan. Esta camisa entra directo en esa categoría.
  • Camisa blanca. Esta camisa blanca de algodón es un regalo de mi abuela. Ese – y que se ve muy bien puesta – son los dos motivos por los que sigue en la lista.

20 a 28. Pantalones largos, shorts y trajes de baño

Vivir con 100 cosas: Pantalones

Para los pantalones mantengo un criterio parecido a las remeras. Sin embargo, he descubierto que no hay pantalones 100% sintéticos que se vean realmente bien, así que en este rubro es donde tengo la mayor cantidad de objetos de algodón:

  • Tengo dos pantalones técnicos de trekking, que utilizo en el día a día por su comodidad. Aquí el criterio es parecido a las remeras: son pantalones que no se ven viajeros o de explorador de National Geographic, y que sin embargo tienen toda la tecnología que necesitarías para esos momentos. Uno es color camel de Patagonia, y otro gris oscuro de Quechua.
  • Cuatro pantalones de algodón 100%. Aquí tengo un Jean Levis 511 (elegí la marca no sólo porque el Jean es bueno, sino porque a futuro sé que siempre va a estar disponible el modelo que quiero), un pantalón bordó de Humahua y dos pantalones de algodón de secado rápido de Quechua, uno azul y otro gris.
  • Short Deportivo Under Armour. Es un short negro, de tela anti desgarro y secado rápido. El motivo central por el que lo elegí es porque es cómodo para correr y tiene un bolsillo para llevar el celular seguro mientras tanto, ¡y además puede usarse como traje de baño en un viaje si es necesario!
  • Dos trajes de baño. Si fuera por un sentido de máxima reducción podría simplemente tener uno, pero la verdad es que durante noviembre a marzo estoy casi todo el día usando estos como shorts, y estos dos me divierten mucho.

29. Cinturón.

Vivir con 100 cosas: Cinturón

Es un cinto hecho por un artesano local, y lo tengo porque a veces es necesario, aunque la verdad es que lo uso muy poco.

Abrigo y Protección contra la lluvia y el frío

La comodidad es un elemento necesario para la productividad y el disfrute. Es difícil ser productivo si estamos con frío, porque la atención se divide. De la misma forma, no se puede disfrutar un paseo si estamos empapados.

Por eso para mí es importante tener ropa que me permita ser “a prueba del clima”. De eso se trata esta sección, y hay dos elementos clave que lo integran:

A. Abrigo: La comodidad en los momentos fríos del año es fundamental para mí. Si cuando hace frío mi productividad baja, estoy perdiendo al menos un 40% del año por rendir a la mitad.

Ahora, así como uno puede ser menos productivo por estar con frío, también puede serlo por por estar incómodo físicamente por la ropa que usa para abrigarse (te estoy mirando a ti, sweater gordo que pica y quita la movilidad). También si nos sentimos mal por cómo nos vemos con la ropa de abrigo puesta (los estoy mirando a ustedes, despreciables pantalones de tela polar).

Así que es fundamental que la ropa en esta categoría abrigue sin ser molesta y viéndose bien.

B. Impermabilidad: en el día a día y los viajes la falta de impermeabilización es un problema que puede ser muy costoso. Si decidimos “mojarnos igual” lo más probable es que terminemos enfermos, o lastimados por el roce con la ropa húmeda. Si decidimos evitar la lluvia a toda costa terminamos gastando extra y limitando las actividades.

Así que la solución es simple: tener formas de movernos tranquilos por la lluvia sin que nos moje o enfríe, para poder caminar igual y que nuestros planes no se alteren por el clima.

Estos dos objetivos están cubiertos por la ropa en esta sección. La mayoría de la elección de la ropa en esta categoría viene de las valiosas lecciones del curso de montañismo que hicimos en 2013 con Lu.

La industria de la ropa técnica de montaña lleva AÑOS buscando cómo lograr ropa que sea térmicamente eficiente, liviana, que se vea bien y no moleste para subir una montaña. Mi regla a partir de eso es: si es suficientemente eficiente para alguien que sube una montaña de 4.500 metros, es suficientemente buena para mi día a día ;)

30 y 31. 2 Camisetas Técnicas Térmicas de Manga Larga.

Vivir con 100 cosas: Camisetas Térmicas

Tengo dos de estas camisetas. La negra es marca Columbia y la gris es marca Nexxt. Pueden leer más sobre cómo funcionan todas estas cosas y por qué son tan efectivas en este artículo que lo explica con lujo de detalles.

32 a 35. 4 Buzos (o Sudaderas)

Vivir con 100 cosas: Buzos o Sudaderas

Tengo 4:

  • Dos de micropolar. Son los que mejor se ven para utilizar en salidas, y los más livianos para empacar en viajes. Uno es de Quechua y el otro Weinbrenner.
  • Uno de polar normal, de Doite.
  • Un buzo de algodón Nike con capucha.

36 a 38. 2 Camperas (chaquetas) e Impermeable.

Vivir con 100 cosas: Chaquetas

La función de la campera es abrigo. Para eso, no hay nada mejor que las camperas de plumón. En este momento tengo dos, que utilizo para diferentes contextos/momentos. Ambas son livianas, muy abrigadas y se pueden comprimir para ocupar poco espacio. Las camperas con pluma son una tecnología tan superior a otras formas de abrigo que no veo un contendiente para reemplazarlas cerca (¡si conocen alguno me cuentan!).

A eso se suma un rompevientos impermeable, que tiene la función de protección contra la lluvia tanto en verano (que es temporada de lluvia) como en invierno (si estoy en un lugar que tenga lluvias en momentos fríos, como Buenos Aires).

A la hora de comprarlo es fundamental chequear que sea 100% impermeable, para que resista lluvias fuertes. En general las publicaciones del producto o etiquetas lo aclaran, pero siempre me gusta chequearlo poniéndomelo en el jardín y pidiéndole a Lu que me apunte con la pistola de riego ;)

Es importante elegir un impermeable que sea estéticamente agradable como para poder usarlo en el día a día y que se vea bien. También que sea liviano para poder empacarlo sin problemas. Para empacarlas yo uso este método.

39 a 44. Calzado (6 pares).

Vivir con 100 cosas 2018: Calzado

En términos de calzado para mí hay 4 categorías básicas a cubrir. En general con un par de cada categoría alcanza, pero de acuerdo al uso cotidiano puede sumarse alguno extra.

Esas categorías son:

39. Zapatillas para Correr. Actualmente son unas Nike Flex 2016 Run. Con Runtastic (una app que uso al salir a correr) llevo un control de la cantidad de kilómetros hechos con la zapatilla, para saber cuándo es momento de cambiarla.

40 y 41. Zapatillas día a día. Aquí las campeonas actuales en mi ranking son el modelo Atwood de Vans. Tengo dos pares, y son lo que utilizo el 80% del tiempo durante otoño, invierno y primavera. No sólo son hípercómodas, sino que también cumplen con las características de un calzado “barefoot” (que es lo más parecido posible a la posición natural del pie), se consiguen en cualquier lugar (con lo cual se pueden reemplazar con facilidad) y la calidad de las suelas es increíble.

42. Botas de Trecking (que también sirven como calzado para climas extremadamente fríos). Aquí tengo unas Botas Hi-Tec Ocala Weatherproof. He considerado cambiarlas varias veces, pero la verdad es que no realizo actividades suficientemente extremas como para justificarlo, y cuando las elegí ya tuve en cuenta lo que SÍ necesito (impermeabilidad, comodidad para andar largas distancias, espolón de acero para evitar lesiones y buen agarre en el tobillo).

43 y 44. Ojotas (o Chancletas/Flip Flops). Este es un ítem fundamental para disfrutar de la vida, y uno de los mayores placeres de tener un negocio online para mí es poder utilizarlas el 90% del tiempo durante el verano. Tengo dos pares simplemente porque uno es un regalo de Lu y uno es un regalo de su mamá, y no me decido a cuál dejar ir.

45 a 52. Otras Prendas y Objetos Personales

Vivir con 100 cosas 2018: Otras Prendas

Esta es la famosa parte miscelánea que incluye objetos poco interesantes, que cumplen una función muy específica o que están por puro motivo sentimental:

45. Zapatos Mocasines: Si alguien organiza una reunión o evento que requiere de algo más que zapatillas, pero sin llegar a traje, estos mocasines con jean y camisa son la solución perfecta.

46. Traje: hay eventos (como un casamiento) que ameritan/requieren traje, ¡y me parece genial! Si el evento importante es tan importante para el otro como para organizar una gran fiesta, es importante para mí como para ponerme un traje. Dentro de “traje” incluyo el pack completo: saco, pantalón, cinto, medias de vestir, sujeta corbatas, camisa y corbatín. Para ser fiel a las reglas, no uso ninguna de estas cosas sola por separado.

47. Zapatos de traje negros: ídem con lo dicho arriba, y como diría mi madre “traje gris no va con zapatos marrones”.

48. Corbata Azul. Esta es una corbata que mi abuela paterna me regaló cuando estaba empezando la Universidad. Me la trajo de un viaje que era un sueño cumplido para ella, y me dijo “para que te traiga suerte”. La usé -literalmente- en todos los exámenes que rendí en la universidad, y en mis primeras disertaciones como orador en Congresos de Derecho. Le tengo mucho cariño, y es el regalo más preciado de mi abuela (la “Mamaneja”, como le dicen sus nietos). La uso con el traje cuando la ocasión lo permite.

49. Equipo de Natación. Incluye tres ítems que sólo funcionan juntos: malla tipo “speedo”, gorro de natación y antiparras.

50. Ropa Interior: siguiendo las reglas del libro original “El reto de las 100 cosas” cuento toda mi ropa interior como un sólo ítem. Para que eso no implique un descontrol, tengo la regla adicional de no tener más de 5. Para poder hacer un lavado diario y que se seque rápidamente son todos de microfibra.

51. Calcetines/Medias: aquí el libro sienta la misma regla. En mi caso, esto implica 5 pares de medias cortas (o zoquetes) con mayor composición de fibras sintéticas, y dos pares de medias largas (una de algodón, y otras de lana sintética para trekkings en montaña).

Categoría 4: Objetos Personales

Vivir con 100 cosas 2018: Objetos Personales

En esta categoría entran los ítems de uso personal básicos, más un par de “chiches” (o gustos) que disfruto mucho:

52. Billetera. Mis billeteras de los últimos 3 años han sido todas de papel reciclado (de una tienda en Salta que se llama «Alma Andina», aunque más por costumbre que por un buen motivo). No sólo son resistentes al agua, sino que también son livianas y no se convierten en un bulto gigante en el pantalón.

53. Cepillo de dientes.

54. Lentes de sol. Desde que descubrí la importancia de tener lentes de sol con filtro UV para cuidar la vista esto siempre fue parte de la lista. Pueden leer más sobre eso aquí. Los lentes actuales son marca Polemic.

55 y 56. Cuellos Multiusos (Buff). Los cuellos multiuso son un ítem que para mí entra en la misma categoría que la campera de pluma o el Kindle: no entiendo por qué no todo el mundo tienen uno. Son livianos, fáciles de lavar y secar, duraderos (uno de los dos que tengo tiene 5 años de uso intenso y se ve igual que cuando lo compré). Más importante aún: abrigan muchísimo, como una bufanda, y ocupan 1/10 del espacio. Se llaman multiuso porque pueden servir, además, como pasamontañas, gorros, vinchas, antifaz durante viajes, etc. Tengo 2 porque uso uno para hacer ejercicio en invierno, y otro para las demás ocasiones.

57. Llaves. Sirven para entrar a la casa :) Normalmente uso como llavero un pendrive, pero ahora está con un amigo en Buenos Aires, porque  lo presté en DNX Barcelona y me olvidé de pedirlo de vuelta.

58. Peine. Lo uso para la barba más que para el pelo, claramente.

59. Bicicleta. No soy un ciclista profesional, y creo que apenas clasifico como amateur, ¡pero tener una bici para pasear por el verde de San Lorenzo es fantástico!

60. Máquina de cortar el pelo.

 

Actualmente vivo con 60 cosas, ¿y ahora qué sigue?

Vivir con 100 cosas 2018: Todos los objetos.

Esa es mi lista de cosas en 2018.

Sin embargo, estoy en un proceso de análisis y mejora constante de cada uno de los ítems. Para el próximo año hay 2 grandes temas que quiero trabajar en relación en esto. Los dos tienen que ver con aumentar el nivel de productividad y foco que disfruto gracias a tener la cantidad justa de cosas, y teniendo las cosas ideales para mis objetivos.

Uno de los descubrimientos que más me fascinaron de vivir con 100 cosas es cuánto tiempo me ahorro de estar buscando cosas o haciendo compras. Antes podía pasarme una tarde entera dando vueltas tratando de encontrar una camisa, o viendo qué ofertas de ropa había. Ahora esas dos cosas desaparecieron en gran parte.

Sin embargo, aún hay algunos aspectos que pueden mejorarse, y de ahí surgen mis dos nuevas metas para mi vida con menos de 100 cosas:

Mejora #1: Tener cosas que sean más fácilmente re-cambiables.

Cuando tenemos menos de 100 cosas, en general pasamos una buena cantidad de tiempo eligiendo cada cosa, y viendo que los ítems de la lista se conecten bien entre sí. 

Si es un trabajo que se hace una vez cada un par de años es un mega-negocio. Pero si cada vez que un ítem se rompe o pierde tengo que re acomodar todo, ese trabajo sucede cada un par de meses y se siente desgastante.

El trabajo de reducir se potencia si los objetos que elegimos tienen un índice alto de “recambiabilidad” (que es una palabra que acabo de inventar). Básicamente, me gustaría que cada uno de los objetos en la lista pueda reponerse fácilmente, de manera que una pérdida o rotura no implique un trastorno.

El índice de recambiabilidad de las cosas para mí está dado por si:

  1. tiene una marca (o sea que puedo encontrarlo con más facilidad);
  2. dentro de la marca, está identificado el modelo con un nombre (por el mismo motivo);
  3. es algo que no dependa de las modas (si algo sólo existe en un color porque ese color está de moda, va a ser difícil volver a conseguirlo en 6 meses).

En el próximo año me gustaría asegurarme de que todas las cosas pueda recambiarse sin más vueltas que googlear el ítem, hacer click en comprar y esperar a que llegue a mi casa.

Mejora #2: Buscar cosas que duren una década.

Cuando buscamos que cada cosa sea la mejor posible, en general invertimos más tiempo en elegirlas que la mayoría de las personas. Esa inversión vuelve fácilmente cuando la ponemos en relación a la cantidad de tiempo que tener las cosas correctas nos ahorra, y las actividades que podemos hacer gracias a eso.

Además, mientras más tiempo dura esa cosa, ¡más alto es el retorno sobre la inversión!

Digamos, por ejemplo, que invertí 12 horas en elegir, encontrar y comprar la mochila adecuada a mis necesidades. Si esa mochila dura un año, el próximo año voy a tener que volver a invertir tiempo en ella. Al tener marca y modelo puedo encargarla rápidamente, así que lo más probable es que eso signifique invertir 4 horas más cada año (si no serían 12 por año!).

Cuando proyecto eso a diez años, habré invertido 12 horas el primer año, y luego 4 los nueve años siguientes. Total: 48 horas.

Ahora, si elijo una mochila de calidad suficientemente alta como tener que volver a buscar el reemplazo en 10 años, eso quiere decir que sólo invertiré 12 horas el primer año, y 4 horas 10 años después. Total: 16 horas. Si multiplico esas 32 horas ahorradas por todas mis cosas, estoy hablando de 1920 horas, que equivalen a 240 días laborales de 8 horas… ¡o sea que casi me estoy ganando un año de vacaciones!

Para lograr esto estoy implementando algunos cambios (como medir qué objetos duran más, o cuánto dura cada uno), y siendo más deliberado en elegir cosas de alta calidad.

Vivir con 100 cosas 2018: Todos los objetos.

La conclusión más importante después de 3 años y medio de vivir con menos de 100 cosas

Vivir con menos de 100 cosas es una de las mejores decisiones que he tomado a nivel personal.

Cada día veo sus efectos en las demás áreas de mi vida. Afecta cómo me veo, mi capacidad de viajar, el tiempo que tengo diario y mi claridad para tomar decisiones. Ahora sin excepción los objetos que me rodean me generan felicidad al verlos, y no pesar.

Ver a las cosas como herramientas, y asegurarte de tener las necesarias te hace más enfocado, relajado y feliz.

Puedo asegurarte de que no te arrepentirás de invertir tiempo en enfrentar el desafío de las 100 cosas…

¡Y espero que este listado te haya dado nuevas herramientas para hacerlo! ;)

Mati

PD: ¿Comentarios o sugerencias?

Como parte de esa mejora continúa, estoy todo el tiempo atento a nuevas sugerencias y herramientas. Cualquier comentario sobre cómo mejorar esta lista de cosas, ¡soy todo oídos! El mejor lugar para escribirme es a través de nuestra cuenta de Instagram @Superhabitos.