Hace tiempo venimos experimentando diferentes formas de reducir nuestras pertenencias y la enorme libertad que sentimos desde entonces es lo que nos impulsa a compartir estas experiencias e incitarte a que lo pongas en práctica en tu propia vida y disfrutes de esa libertad.
Hemos reducido nuestra ropa, primero con el Proyecto 333 (tener 33 prendas cada 3 meses), luego en el marco del Reto de las 100 cosas en el que nos quedamos con 50 prendas en total para todo el año y 100 pertenencias en total.
Una vez que experimentamos esa libertad, el no estar preocupados por las cosas, el poder pasar más tiempo haciendo lo que nos importa y no manteniendo en orden lo que tenemos, una vez que experimentas eso no hay vuelta atrás.
Es muy difícil que habiendo hecho este ejercicio de reducir y darte cuenta de que no necesitas muchísimas de las cosas que conservabas “por si acaso”, descubres que puedes ir más allá y hasta sientes la necesidad de hacerlo.
Y esto se traduce en todo: en las pertenencias, en las actividades que hacemos, en la elección de en qué ponemos nuestras energías y en qué no. Y si estás por empezar tu propio negocio o estás intentando hacerlo funcionar para ser independiente, la mirada simplificadora acelera el proceso y te permite estar más liviano y llegar antes a donde quieres llegar.
La mudanza (¿qué tiene que ver una mudanza con mi negocio?)
Hace poco con Mati nos mudamos juntos y la mudanza fue toda una experiencia.
Por una parte fue muy linda y divertida. Y por otra parte, fue un momento para reflexionar y ver cuán minimalistas estábamos siendo.
Para que se den una idea general de cómo fue, les diré en resumen que nos mudamos en dos horas en un pequeño auto, en un solo viaje.
Suena bastante bien ¿no?
Nos mudamos un Sábado. El Domingo terminamos de ordenar lo que había que ordenar. El Lunes ya estábamos súper instalados en nuestra nueva casa y listos para trabajar enfocados en lo más importante.
Me gustaría compartir esta experiencia para que comprendan la profundidad de lo que implica simplificar en la vida de cualquier persona, pero sobre todo en la vida de quien emprende y tiene un proyecto muy importante entre manos que desea hacer funcionar.
Simplificar no es sólo deshacerse de cosas materiales, es deshacerse de la necesidad de tener algo para poder hacer, avanzar o vivir.
No necesitas cosas para ser una persona excepcional.
Tampoco necesitas cosas para empezar tu negocio y que funcione.
En todos los casos, lo que necesitas es afinar la mirada, saber identificar qué es lo esencial, aquello que es central en tu vida y en tu negocio, y enfocarte en ello eliminando todo lo demás de tu camino.
Así, el paso a paso es más claro y el proceso es más liviano y todo se vuelve simple.
Mientras menos preocupaciones tengas y cosas que ocupen tu cabeza, tu tiempo y tu dinero, más rápido avanzarás en lo que te propongas.
Por lo tanto, no se trata sólo de independencia en relación a la ropa o a los adornos que tienes, adoptar esta perspectiva y el simplificar como estilo de vida te llevará más rápido a tu independencia en general.
El conflicto que desencadenó toda la reflexión
Una de las cosas que descubrí en la mudanza y me impactó muchísimo fue algo que es puro sentido común pero no lo había visto hasta ese día: simplificar tiene impacto si te enfocas activamente en hacerlo en un área de tu vida, pero en las áreas en las que no reduzcas seguirás teniendo demás y abrumándote por ello.
Descubrí que por mucho Reto minimalista de las 100 cosas, además de mis 100 cosas personales, tenía (y tengo aún) muchísimos elementos de cocina que no estaba contando entre mis pertenencias.
Y esto me generó un conflicto enorme.
Primero, me sentí sumamente sorprendida.
Entre nuestras reglas, las 100 cosas son personales, no incluyen las cosas que se comparten en la casa con otras personas. Por lo tanto, todas mis cosas de cocina no estaban contempladas en mi lista de pertenencias y así es que el día de la mudanza yo tenía más cosas de cocina que ropa u otros objetos.
Esto me generó un conflicto en dos sentidos: primero, sentí defraudar a todas las personas para las cuales había sido guía y referente en cuanto a reducir. Pensé “pero, si tengo todas estas cosas, estoy traicionando a mis propias ideas y no es lo que compartí en mi Reto”.
Por otro lado, tuve una revelación de esas simples y obvias que no vemos hasta que nos golpea: para ser coherente, debo aplicar un principio a todas las áreas de mi vida. Nunca seré totalmente libre si tengo sólo 100 cosas personales pero 150 cosas de cocina (aún no las cuento pero no dudo en que sea esa cantidad).
En este video puedes ver lo conflictuada que estaba al darme cuenta de cuántas cosas de cocina tenía en realidad, esto lo grabó Mati en el momento exacto en el que me estaba golpeando la realidad de la cantidad de cosas que tenía.
(Puedes descargar del Kit Gratuito una Guía para hacer el Proyecto 333.)
¿Por qué un Reto Minimalista 2.0?
A partir de esta experiencia, reflexioné mucho y tomé una decisión.
¿Qué fue lo que pensé?
- No sólo no soy coherente, sino que nunca lo decidí. Tengo esas cosas porque me gusta mucho cocinar, lo disfruto y he ido reuniendo diferentes tipos de elementos que uso muy seguido pero en ningún momento en medio de la experiencia de reducir en las otras áreas de mi vida me planteé qué hacer con las cosas de la cocina. Por lo tanto, nunca decidí tener o no tener tal o cual cosa de la cocina. Así es que tengo, por ejemplo, 3 espátulas de diferentes tamaños que Mati no entiende para qué sirven y yo afirmo que cada una tiene su utilidad única. Si bien esto es cierto (si te gusta cocinar me entenderás, ¡no es lo mismo una espátula de 2cm. Que una de 8cm.!) también es cierto que en ningún momento frené a pensar y decidir qué quiero tener y qué no, qué es lo esencial para mí en la cocina.
- Si en una mudanza, las cosas de la cocina ocupan más espacio que la ropa y el resto de los elementos esenciales para vivir y trabajar, creo que amerita frenar a evaluar qué está pasando :)
- Claramente, si no te dedicas a reducir un área, esa área no se va a reducir solo y en algún momento pasará que tendrás que enfrentarte a esas cosas porque como siempre decimos, las cosas ocupan tiempo, dinero y energía. Y si acumulas, en algún momento esos objetos te quitarán energía, tiempo y/o dinero.
- Me atrevería a decir que siempre o la gran mayoría de las veces, cuando acumulamos o tenemos muchas cosas en algún área de la vida, hay algo de fondo que tenemos que comprender y superar. En mi caso, luego de mucho reflexionar, pienso que mi acumulación de cosas de cocina tiene que ver con que me hace sentir bien con respecto a mi lado cocinero. Es decir, me gustaría dedicarle más tiempo a la cocina y me gustaría ser mejor en ese área. Entonces, de alguna manera tener muchos elementos de cocina suple esa necesidad y me hace sentir bien por tener muchos elementos para cocinar. Es muy parecido a tener mucha ropa deportiva pero no hacer ejercicio.
- Por lo anterior, es importante revisar cada tanto lo que tenemos y hacernos preguntas ¿estoy acumulando demasiado? ¿qué hay detrás de estas cosas que tengo? ¿podría tener menos cosas y dedicarme más a lo que quiero? Por ejemplo, ¿podría deshacerme de la mayoría de los elementos de cocina que tengo y, sin embargo, dedicarme más a cocinar? Seguramente sí :)
- Como contrapunto a la idea anterior, no siempre será necesario deshacerse de todo o de casi todo. Simplificar tiene que ver con identificar lo esencial para ti, para tus objetivos, para tu misión, y eliminar lo que no es esencial. Puede que en mi caso sí sea esencial tener muchos elementos de cocina, o puede que no. Es totalmente personal y dependerá de los objetivos de cada uno. No quiero que parezca que en todos los casos “está mal” tener cosas, porque no es así. Lo que para ti es importante, puede que para mí no lo sea, y viceversa. Lo importante es tener claro qué queremos, hacia dónde vamos y qué elementos son herramientas potenciadoras de eso que deseamos. Si las tres espátulas son esenciales en mis objetivos, pues conservaré las tres espátulas. Si no, me quedaré con una o ninguna. Y desde ese ángulo, si mi objetivo principal para el Reto de las 100 cosas era poder moverme con libertad y mudarme con facilidad, tener muchísimos elementos de cocina no parece coherente con ello :)
- Haber reducido tanto desde hace tiempo nos permitió mudarnos a un lugar en el que no necesitamos comprar ni muebles ni electrodomésticos. Entonces, si logramos esa libertad hasta ahora, no tiene mucho sentido que las cosas de la cocina ocupen la mitad del auto en el que llevamos todo en un solo viaje ¿verdad?
En este otro video, cuando ya había pasado el momento de frustración, reflexionamos un poco más en profundidad sobre simplificar.
Está grabado mientras manejábamos a nuestra nueva casa :)
El Reto 2.0: Reglas
Para hacerme cargo de la situación y superar la frustración de descubrir que no era tan minimalista como creía (ese fue mi pensamiento durante horas), decidí enfrentarme al hecho de que tengo muchas (posiblemente demasiadas) cosas de cocina y proponerme un nuevo Reto que se enfoque en la cocina únicamente.
Estas son algunas de las reglas y/o pasos que pensé para este nuevo Reto minimalista 2.0
Primero que nada, hacer un inventario y clasificar los elementos de alguna manera que me resulte fácil saber si son elementos básicos de cocina o son elementos específicos para cocinar ciertos tipos de comidas.
#1 No contar las cosas de cocina entre mis 100 cosas, al menos por ahora.
¿Por qué?
Simplemente porque primero quiero reducir en la cocina y luego pensar cómo integrar todo. Además, hay cosas de la cocina que ahora son comunes con Mati y no deberían entrar en mi lista.
#2 Tener un objetivo claro.
Mi objetivo será tener la libertad para cocinar, esté donde esté y que el reducir me obligue a ser creativa y aprender a usar de diferentes maneras pocos elementos. Además de eso, deseo dedicarme más a cocinar sin necesitar muchos elementos. Despojarme de muchas cosas me ayudará a enfocarme en cocinar más.
Se puede hacer mucho con poco, en todas las áreas de la vida, en un negocio y en la cocina :)
En esta foto pueden ver cómo el primer almuerzo luego de que nos mudamos, como aún no teníamos el horno en funcionamiento, fue una pizza cocinada sobre una tostadora y con una tapa.
Salió riquísima y no teníamos ni horno ni pizzera :)
Si esto no es creatividad ¿qué lo es? ;)
#3 No tener dos elementos que cumplan una misma función.
Siempre priorizar el que cumpla varias funciones diferentes.
Por ejemplo, si tengo una minipimer (o robot de cocina) que me permite hacer licuados, puré y sopas, no necesito una licuadora ni un pisa papas.
#4 Los elementos descartables no cuentan.
Por ejemplo: bandejas para freezer, papel manteca para cocinar, etc.
En este caso me pondré una cantidad máxima como límite, pero no las contaré de la misma manera que elementos no descartables.
#5 No dejar de cocinar determinadas comidas por eliminar elementos.
Esto tiene que ver con no reducir por reducir, sino hacerlo siempre con un objetivo. Si amo cocinar y estoy simplificando para enfocarme en cocinar más, no voy a limitarme en la actividad por la simple razón de tener menos cosas.
Cada cosa que tenga en la cocina tendrá un sentido y una utilidad, y me permitirá cocinar más.
#6 Plantearme un número máximo de elementos.
Así es más fácil reducir porque tengo un objetivo claro. Esto ya lo he experimentado con las 100 cosas. Si bien es arbitrario y no tiene un fundamento claro el establecer cierta cantidad de cosas, ponerse un número simplifica el proceso y te enfoca mejor.
Haré el inventario y luego de eso me propondré una cantidad razonable.
#7 Apelar a la regla de la colaboración.
Si hay algo que no uso muy seguido y sé que alguien más lo tiene y puedo pedirlo prestado cuando lo necesite, lo elimino de mis elementos.
Esto es algo que no siempre tenemos en cuenta, en cuanto a ropa, objetos, cosas de cocina e incluso elementos para nuestro negocio. Podemos pedir ayuda, podemos pedir cosas prestadas a otros.
¿En qué estás poniendo tu tiempo y energías?
Este nuevo experimento no sólo me moverá de mi zona de comodidad en la cocina, sino que también me ayudará a mantener vivas las preguntas de: ¿estoy haciendo todo lo que puedo con lo que tengo? ¿tengo demasiado? ¿las cosas que tengo me están potenciando o me están frenando? ¿necesito esperar a tener X cosa para cocinar más/para empezar mi negocio?
Espero esta experiencia te sirva para ver que incluso cuando ya has reducido bastante, siempre hay áreas en las que puedes re pensar lo que tienes y que no siempre las cosas son tal cual las vemos o percibimos.
Yo pensaba que tenía sólo 100 cosas, y eso no era totalmente cierto.
Quizá tu estás guardando cosas que no necesitas, y no te estás dando cuenta.
Quizá estás esperando a tener algo para que las cosas se resuelvan.
Quizá crees que cuando tengas el conocimiento acumulado, el capital o ciertas herramientas, recién podrás poner un negocio en marcha y ser independiente.
Pero es al revés… si te enfocas en ser independiente verás con claridad qué necesitas y qué no, qué es lo esencial para tus objetivos y qué cosas te están obstaculizando.
Y reducir no es sólo en lo material, también se aplica en actividades que están ocupando tu tiempo, tus energías; preocupaciones que te quitan el sueño o te frustran.
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Cuéntame…
¿Qué tienes que quizá no necesitas?
¿Qué puede ser que te esté quitando energías y tiempo y te desconcentre de lo más importante?
¿Cuál es tu cocina? :)
Estas son todas las cosas que nos llevamos entre los dos (verán por ahí un palo de amasar y varias cajas de las cosas de cocina).