Me preguntaron, hace dos días, por qué poníamos tanto material «gratis» en nuestra página, si eramos una fundación o si teníamos alma caritativa.
Ninguna de las dos cosas. Somos un equipo y una empresa y, pronto, vamos a tener material pago que comprar.
Pero vamos a seguir, siempre, poniendo material de altísima calidad todas las semanas en nuestro sitio, y en el correo de cada uno de los subscriptores que confían en nosotros.
¿Por qué?
Porque creemos en el cambio, y porque creemos en esta Revolución para que vivas mejor y le saques el jugo a tus días y a esta etapa de la vida.
Miramos a nuestro alrededor, vemos los dolores de quienes nos rodean y nos damos cuenta: hay algo que no está bien.
¿Qué esperamos hacer poniendo esto a tu disposición?
Es simple. Esperamos que pases por este proceso:
Hay algo que no está bien. Simplemente, pongamoslo así, no estás tranquilo. Sabés que hay ciertas cosas que podrían ser distintas y que está a tu alcance cambiar pero que, «por algo», no has cambiado todavía.
Te hace sentir un poco culpable, así que mejor no pensar en eso.
Entonces lo ves: un título simple te llama la atención. Te das cuenta de que es un cómo, y que ayuda a mejorar eso que te estaba preocupando. Por un segundo lo pensas y decidís. Es una buena inversión de tiempo.
Entonces, leés.
Y ahí la cosa cambia. La picadura desaparece.
Te enterás de personas que hacen las cosas de una manera distinta a la que las hacés vos. Ver esto te hace dar cuenta de cuánto en tu día está bajo tu control y que, hasta ahora, hay mucho que has hecho en automático. Tal vez tus papás lo hacen así, o tal vez te lo dijeron en el Colegio.
Es claro: no vas a lograr resultados nuevos con medios viejos.
En medio de todo, sin que te des cuenta, algo dentro tuyo empieza a cambiar. Metafóricamente, está plantada una semilla. Literalmente, en tu cerebro el recorrido neuronal empieza a descubrir nuevas conexiones y ver soluciones a viejos problemas.
Esa semilla crece y, aunque sea en algo chico, sale a la superficie. Aunque hace rato que leíste el post ahora te acompaña. Se manifiesta. Hacés algo diferente.
Hacés.
Eso que hiciste te hace bien, y trae mejores resultados. Cambiar hábitos malos por buenos se siente bien en un nivel profundo que ya experimentaste pero que aún no te resulta cotidiano. Es un cambio sereno, pero decidido.
Hacés algo más. Al cambio uno sigue el cambio dos, por algo más que leíste. Empieza a crecer la bola de nieve y a buscar altura la planta que nació de la semilla.
Mejorás. Probás. Perseverás. Compartís y enseñas. Aprendés. Aprendemos juntos.
Muchos cambios se convierten una ola. Ese post que leíste fue un disparador. Tu curiosidad y empuje convirtió la pólvora en un fuego.
Y, así de simple, lo imposible se volvió posible.
Ya no tenés picadura alguna, sino un fuego adentro: estás creando una vida de la que estás orgulloso. Te levantás entusiasmado y transmitís esa energía en la mirada. Ya no hay obstáculos, sino retos. Ya no hay ignorancia, sino la eterna oportunidad de aprender.
Ahora sos vos, cambiado. Y cuando cambiás, empieza a cambiar tu familia. Cambia tu oficina. Y con vos, cambiamos todos.
Por eso en Superhábitos trabajamos cada mañana y ponemos tanto material a disposición gratis.
Nadie nos paga por esos posts, es cierto. Pero hay mucho más: recibimos correos de agradecimiento, vemos a personas cambiar sus costumbres y, por todo esto, vivimos en un mejor planeta.