Definir cuál de nuestras ideas de negocio empezar no es fácil.
Hoy por la mañana decidí revisar algunos diarios personales de 2013, cuando Superhábitos aún no existía. Al hacerlo, pude recordar cuánto nos costó dejar de lado otras ideas que teníamos, y la cantidad de dudas y miedos que enfrentamos en el proceso a elegir la idea, darle forma y presentarla al mundo.
No sólo entré a revisar esas notas porque sea divertido, sino también porque recordar esa situación me permite trabajar mejor con las personas de la Comunidad que están definiendo sus ideas, y enfrentando las mismas dudas y miedos:
- ¿Cómo sé si me irá bien con mi idea?
- ¿No es un poco loco pensar en dejar mi trabajo para dedicarme a “esto”?
- A mí me parece buena, ¿pero le gustará a alguien más?
- ¿Qué señales debería tener una idea para saber que es la mejor para mi?
Preguntas como estas nos mantienen dando vueltas en círculos. Somos emprendedores, y eso significa que tenemos una dosis alta de curiosidad e iniciativa. Pensamos, buscamos opciones y vemos oportunidades. Se nos ocurren decenas de ideas, pero pocas se hacen realidad.
¿Por qué nos sucede esto?
Revisando los diarios, viendo la experiencia de todos en la Comunidad y observando a mi alrededor me resulta claro que el motivo #1 por el cual surgen son mitos establecidos sobre las ideas de negocio y qué hace que sean buenas o malas.
Estos mitos son repetidos a diario por personas que no emprenden, pero que quieren hablar del tema. Aparecen en supuestas capacitaciones para emprendedores (más bien para wantrepreneurs), y en los diarios y revistas de moda.
Estas afirmaciones falsas sobre las ideas de negocio tienen tres efectos fundamentales:
- Nos generan dudas. Las escuchamos tantas veces que las asumimos como ciertas, y nos llevan a dudar de nuestras ideas, de qué tan posible es qué funcionen y qué criterios deberíamos seguir para elegir cuál ejecutar.
- Nos hacen sufrir. Ser creativos, ver oportunidades y tener ideas es algo bueno. El problema es que esa virtud se va convirtiendo en un problema cuando no ejecutamos ninguna de las ideas. En este sentido, una idea es como una planta que tenemos en nuestra casa. Si la plantamos y vemos crecer nos alegrará y dará frutos. Si la guardamos adentro de la casa y nunca ve la luz, morirá, se pudrirá y dejará un mal olor.
- Nos distraen. Tanta información, ruido y distracciones sobre las ideas de negocio nos terminan distrayendo y sacando el foco de lo importante. Tanto en los mentoreos, como en las comunidad del curso “Cómo iniciar un negocio mientras trabajas” vemos a diario como el 60% de los problemas de los emprendedores provienen de la falta de foco.
Encontrar una buena idea para nosotros es importante, y nos ayudará en el proceso de emprender. Pero no es el comienzo y el fin del mundo. Debemos atravesar el proceso de encontrar nuestra idea con tranquilidad y foco, y luego pasar a la ejecución.
Por eso es importante que veamos, entendamos y eliminemos estos mitos sobre las ideas de negocio.
Mito #1. Las ideas “brillantes” surgen de forma casual y espontánea.
El mito: Las ideas de negocio que cambian al mundo provienen de un “momento eureka”. El emprendedor vive un momento de iluminación divina, sonríe, mira a la cámara y su vida cambió para siempre. Los emprendedores son personas excepcionalmente creativas, y las ideas de negocio “se les caen de los bolsillos”.
La realidad: Las ideas de negocio que cambian al mundo provienen de hábitos incorporados por personas comunes, que al hacerlo se convierten en emprendedores. No hay momentos de iluminación divina, sino más bien el resultado de un trabajo cotidiano por observar el entorno, rodearse de nuevas ideas y desarrollar la capacidad de proveer soluciones.
Los emprendedores no se iluminan mágicamente, ni bajo una luz de los cielos con sus ideas, sino que más bien encuentran porque están buscando de forma sistemática.
Mito #2. Para diferenciarme, mi idea de negocio debe ser completamente innovadora.
El mito: ¿No has visto la película de “La Red Social”, o “Jobs”? Los emprendedores exitosos son unos genios que ven algo que nadie ha visto antes, de una forma que nadie ha visto antes. No estoy hablando de algo simple, sino de ideas que generan un antes y un después en la historia de la humanidad.
La realidad: Hay emprendedores de muchos tamaños, colores y tipos. Es cierto que Facebook y Apple fueron ideas disruptivas que cambiaron el mundo (ninguna de las cuales fue producto de un momento divino de inspiración).
Sin embargo, también es cierto que existen millones de emprendedores exitosos, que tienen vidas geniales e independencia financiera y cuyas ideas no cayeron en este grupo de “tan innovadoras que quieres llorar de la emoción”.
No es necesario crear una mega-compañía para hacer lo que te gusta. Tampoco es necesario emprender por Internet para generar ingresos pasivos. Lo importante no es que una idea sea locamente innovadora, sino que resuelva un problema real a tu alrededor.
Mito #3. Hay ideas de negocio buenas y otras malas.
El mito: ¡Cómo no se me ocurrió a mí! Si yo hubiera tenido la idea de Facebook, hoy sería multimillonario. Las ideas tienen una fuerza tal que la persona que tiene la idea adecuada, sin importar quién sea o dónde esté, triunfará. Todas las ideas del mundo pueden dividirse en buenas o malas, y el éxito vendrá cuando tengas una que realmente entre en la primer categoría. Un atajo para encontrar una idea de negocio buena es googlear, ¡hay páginas con miles de buenas ideas de negocio!
La realidad: No existen ideas buenas y malas en general, sino que una idea debe ser acorde a la persona, su contexto y la época en la que vive.
Una idea de de negocio puede ser pésima para una persona, y genial para otra. Tengo amigos para quienes empezar un negocio como Superhábitos sería un sufrimiento, igual que para mí sería pesado abrir un local comercial.
Al mismo tiempo, una idea de negocio puede arrasar en un país y fracasar rotundamente en otro. Home Depot, por ejemplo, fue un éxito en Estados Unidos y un fracaso absoluto en China. Las diferencias culturales y económicas, como la moda por los arreglos “DIY” (Hazlo tu mismo), o el precio de la mano de obra local para arreglos, pueden hacer que una idea sea genial o una locura.
Resumido: no existen ideas buenas en abstracto, sino que una idea será adecuada para una persona en un lugar concreto, ¡por eso no podemos esperar googlear nuestra idea de negocio!
Mito #4. Cuando una idea te apasiona, te vuelves loco por ella y puedes ver cada detalle.
El mito: El héroe pasa de un empleo detestable a un negocio que le apasiona profundamente. Esa pasión profunda es similar a la que sentían Romeo y Julieta, y lo mueve a las lágrimas.
No sólo sabe de qué va a tratar su negocio, sino que también tiene una visión en alta definición de cómo van a ser las oficinas, el logo y las conferencias de prensa.
Desde el momento de la concepción la empresa se encuentra definida a la perfección. Sólo falta ejecutarla, pero eso no es un problema porque el emprendedor apasionado adora cada tarea en el proceso.
La realidad: Todos los empleos tienen cosas buenas y malas, igual que cualquier negocio. Cuando encontramos una idea que es buena para nosotros no sentimos una repentina necesidad de llorar y correr por una pradera.
Sí sentimos, en cambio, entusiasmo y ganas de hacerla realidad. No sólo porque nos gusta la actividad en sí, sino que nos mueve especialmente el impulso a tener un poco más de libertad, mejores ingresos y poder desplegar nuestro potencial.
El proceso emprendedor se vuelve más simple cuando dejamos de ver a la pasión como un estado de éxtasis emocional máximo, y empezamos a buscar cosas que disfrutemos. Se trata de filtrar lo que nos gusta más, y de a poco vamos conociendo mejor qué es “lo nuestro”.
Eso nos lleva a un proceso de mejora continua. Mientras avanzamos con nuestra idea, le realizamos cambios, porque ninguna idea nace perfectamente definida. Los contornos que funcionan provienen de una interacción y enriquecimiento entre nuestra idea y la realidad.
Esa interacción incluye una buena parte de actividades que nos gustan, pero también otra parte de actividades necesarias-aunque-no-tan-divertidas. Los emprendedores son más felices, pero no porque cada segundo de su día parezca un vídeo de MTV, sino porque saben que con cada acción (divertida o no) están avanzando hacia la libertad y estilo de vida que los motivó inicialmente.
Mito #5. Lo que diferencia a los emprendedores que tienen éxito son sus ideas de negocio.
El mito: Un emprendedor exitoso se caracteriza por generar buenas ideas. Las ideas detrás de las empresas son buenas, innovadoras y rentables en sí, ¡por eso el momento clave en la vida del emprendedor es cuando puede “ver” cuál es el negocio que debe hacer!
También por eso debes cuidar tus ideas de los ladrones de ideas, ¿o acaso no escuchaste del primo Pepe, que le contó su idea a un amigo que la hizo y nunca se lo reconoció?
Una buena idea es el 90% del camino, y deberías hacer que todo el mundo firme acuerdos de confidencialidad antes de contársela.
La realidad: los emprendedores exitosos se diferenciar por ser personas excepcionales en su capacidad de ejecución. Algunos son más visionarios. Otros no tanto. Pero todos son buenos haciendo realidad lo que se proponen.
Eso significa que no tenemos que temer a que alguien más se entere de nuestra idea (después de todo, eso va a suceder necesariamente cuando salgamos al mercad), ¡pero sí que debemos ser exigentes con nosotros mismos en ser los mejores para ejecutarlas!
Los emprendedores tienden a tener muchas ideas. Casi siempre algunas de ellas son buenas. Lo que separa a quienes logran motar sus negocios es que avanzan rápidamente a elegir una adecuada para ellos, validarla y ejecutarla con los recursos disponibles.
¿Qué hacer para vencer estos mitos?
Sería fácil ver estos mitos y utilizarlos como excusas. Pero eso sería como dejar que los mitos sobre romance y aventura de Hollywood arruinaran nuestras vacaciones y relaciones.
Lo importante de entenderlos es que nos permite tomar distancia. Podemos ver cuáles son las barreras mentales que nos estaban frenando, y al verlas podemos dejarlas atrás, elegir una idea y empezar nuestro negocio.
Así que, si deseas romper con los mitos y encontrar una idea de negocio, es hora de poner manos a la obra. Cuéntame en los comentarios:
¿Cuál es la parte más difícil de encontrar o elegir ideas de negocio para ti?
Esta semana nos enfocaremos 100% en esto, y utilizaremos sus comentarios como base para hacerlo.
¡Nos vemos allí!
Mati