6 pasos simples para organizarte y ser flexible a los imprevistos

Ante las injusticias y adversidades de la vida… ¡calma!.
Mahatma Gandhi

Hace poco me mudé de casa.

 Supongo que todas las mudanzas requieren trabajo y esfuerzo, y esta no fue la excepción. Afortunadamente nos mudamos a cuatro cuadras de donde vivíamos antes, lo cual facilitó mucho el trabajo.

Sin embargo, cuando de organización se trata, cualquier actividad de este tipo genera un pequeño conflicto y muchas veces no sabemos qué hacer. En general pasa que terminamos  haciendo algo pero preocupados por no estar siguiendo nuestra rutina, o por no estar haciendo otra actividad.

Con el tema de la mudanza me pasó algo así. De repente me enfrenté a una situación que requería mi participación activa y significaban dos o tres días de estar todo el día guardando cosas, trasladándolas de un lado a otro, ordenándolas en su nuevo espacio, limpiando y volviendo a limpiar. Y era importante colaborar con  mi familia en esta tarea.

Por supuesto, al final del día sólo tenía hambre y sueño. Al día siguiente, lo único que tenía era un poco de cansancio y ganas de continuar con las actividades para terminar de dejar todo en orden lo antes posible.

Entonces, cuando me vi frente a esta situación, que hace tiempo sabía que iba a pasar pero recién un día antes me di cuenta de todo lo que realmente implicaba, me obligué a tomar una decisión y hacer lo que me pareciera importante para estar bien y lograr lo que quería lograr. Decidí enfocarme en la mudanza esos tres días y no preocuparme por las otras cosas que quería hacer. Simplemente me comprometí con el movimiento de esos días y me propuse  retomar y reorganizar las actividades el Lunes.

Una mudanza puede ser un problema... o una experiencia genial! :)
Una mudanza puede ser un problema… o una experiencia genial! :)

En este caso es una mudanza pero en otros casos puede ser un viaje corto, una visita inesperada de alguien importante, un evento familiar, etc. De estas experiencias rescato estas idea, que te permiten mantenerte equilibrado y tranquilo en medio de situaciones en las que no podés sostener durante un par de días tus hábitos cotidianos o tu organización.

  1. Decidí. Evaluá la situación y elegí qué vas a hacer y cómo vas a enfrentarla. Hacéte responsable de que lo que suceda y lo que hagas es exclusivamente tu elección.
  2. Comprometete con tu decisión y con la actividad que decidiste hacer y no te preocupes por lo demás.
  3. Proponete qué vas a hacer cuando esos días terminen. Yo, por ejemplo, decidí estar 100% en la mudanza, descansar lo necesario y el Lunes levantarme a las 6am nuevamente, organizarme y hacer una tarea que tenía pendiente y que era muy importante.
  4. Revisá tus actividades y tratá de resolver las urgentes antes de desconectarte. Las cosas que son urgentes e importantes y que puedas resolver antes de embarcarte en la nueva situación, resolvelas. Se trata de equilibrar, no de desenchufarse y tirar todo y ver qué pasa recién el Lunes.
  5. Pedí ayuda. La mejor manera de ordenar y dejar las cosas acomodadas es pedir ayuda. Yo conversé con mis compañeros de equipo de Superhábitos y les pedí que me ayuden en algunos temas puntuales que eran urgentes o que me esperen para los que no eran urgentes.
  6. Relajate y disfrutá de lo que decidís hacer. Aprovechá la oportunidad para aprender y compartir. Esa semana aprendí muchísimo sobre mudanzas, experimenté la libertad de tener pocas cosas y me sentí renovada en el proceso. Lo disfruté mucho y me cansé mucho también. Pero pude descansar, porque estaba organizada para eso.

Estar organizado no significa tener una rutina impecable e implacable.

Significa tener claro qué es importante para vos, saber qué querés hacer cada día y hacia dónde te lleva eso que hacés. Significa también poder enfrentarte a los imprevisibles y ser flexible a cosas que surjan y requieran tu atención.

Para mí, mi trabajo en Superhábitos es lo más importante, pero mudarme sin dudas era una eventualidad importante también.

Dejar de hacer algo tres días, o una semana, no significa que estás desorganizado o que perdiste los hábitos que habías logrado desarrollar.

Simplemente, significa que estás eligiendo una forma de enfrentar las eventualidades de la mejor manera y si tenés un hábito bien consolidado, vas a volver a él naturalmente.

Los hábitos son cosas que hacemos naturalmente, pequeños pasos que se nos vuelven naturales y casi automáticos. Mientras antes los retomes, más fácil va a ser. Incluso vas a sentir la necesidad de volver a ellos. El Lunes me costó levantarme, pero lo hice y me sentí muy bien de estar nuevamente viendo el amanecer.

Pero ojo, los hábitos no son irrompibles. Una vez que consolidaste un hábito es muy difícil romperlo, pero es posible.

Por eso, siempre que tengas eso claro, vas a poder mantener tu organización y tu equilibrio interno y enfrentar cualquier situación que se te presente.

¿A vos te pasó algo parecido?