proceso emprendedor

El elemento más importante del proceso emprendedor

Si estás decidido a emprender, habrás leído muchos artículos y asistido a diversas capacitaciones en las que hablaban del proceso emprendedor y de las diferentes etapas de los negocios.  

Todas esas lecturas y aprendizajes son valiosos para entender de qué va esto de emprender, y cómo avanzan los proyectos desde cero hasta consolidarse.

Sin embargo, debes tener cuidado con qué ideas tienes acerca del proceso emprendedor. Las ideas correctas pueden elevarte. Las incorrectas… pueden limitarte y hasta impedirte llegar a tener tu negocio en marcha algún día.

No voy a desarrollar las teorías de todas las fases del emprendimiento en este artículo.

Me voy a enfocar en cuál es el elemento más importante del proceso emprendedor y en qué debes enfocarte para avanzar hacia tener tu propio negocio en marcha (y pronto).

Si logras identificar el elemento más importante del proceso emprendedor, y cómo ese elemento sostiene los demás en el camino de construir un negocio, es muy poco probable que te vaya mal :)

 

El proceso emprendedor como solemos aprenderlo

Es común que veamos en artículos, googleando en Internet, o en Charlas y Capacitaciones, modelos del proceso emprendedor como estos:

Algunos son más complejos que otros, pero en todos los casos hay patrones que se repiten: se ve la existencia de una idea original, innovadora o una “oportunidad”; también aparecen etapas de análisis y elaboración de un plan de negocios; y luego, etapas en las que hay que conseguir recursos antes de la puesta en marcha del emprendimiento como tal.

Al igual que tú, nosotros nos guiamos por esos modelos alguna vez.

Pero no son los que nos impulsaron y ayudaron a que Superhábitos sea lo que es hoy.

Estos modelos son útiles y claros cuando estamos en una situación en la que podemos dedicarnos 100% al negocio, y queremos crear una startup o algún modelo de negocio que requiera específicamente de hacer un plan de negocios, conseguir un gran inversor, tener un estudio exhaustivo del mercado, etc.

Pero no nos ayudan a dar el primer paso cuando nos encontramos atrapados en una rutina que no disfrutamos, dedicando la gran mayoría de nuestras horas y energías a un trabajo en relación de dependencia con todo lo que eso implica…

Para generar nuestro propio negocio en estos casos el proceso emprendedor es diferente, y debe enfocarse en hacer y experimentar poco a poco, más que en planear demasiado.

No necesitas tener grandes capitales para iniciar un negocio que funcione. Tampoco tienes que tener todo el tiempo del mundo, ni contactos, ni conocimientos técnicos o de negocios.

El proceso emprendedor será diferente para cada caso, para cada persona o equipo emprendedor, para cada situación y contexto.

Por eso es tan importante que logres identificar los diferentes elementos de este proceso, sepas cuáles son los grandes pasos que debes dar, y cuál es el elemento más importante de todos.

Así, podrás ir generando tu propio proceso con pautas claras y asegurarte de sostener lo más importante.

 

Los elementos del proceso emprendedor

En todos los casos, vemos como elementos del proceso: habilidades o conocimientos del emprendedor, la idea, darle forma a esa idea para poder dar pasos concretos e implementarla, generar recursos necesarios para implementar esa idea, ponerla en marcha, vender, y crecer.

En la vida real, sobre todo en la del emprendedor que trabaja, ese proceso no es tan lineal ni tan claro como lo vemos en los gráficos.

Aunque está bien capacitarse, más importante aún es enfocarse en el elemento central que puede determinar que tu negocio funcione o no.

El elemento que sostiene a todos los demás, y que puede hacer que te vaya bien por más que la idea no sea la idea más revolucionaria e innovadora de todas, o que no tengas el capital que deseas, o que no tengas todos los conocimientos técnicos que crees necesarios.

Y es el elemento que más solemos descuidar…

Ese elemento central y fundamental eres tu mismo. El emprendedor (o el equipo emprendedor).

Es el emprendedor y sus hábitos lo que determina el éxito o el fracaso de un proyecto.

Son muy repetidas las estadísticas de los grandes porcentajes de emprendimientos que no llegan al segundo año, o la gran mayoría de los blogs que no generan jamás ni 100 dólares.

Y son ciertas.

Pero en esos números el foco está puesto en los proyectos, las ideas, que pueden fracasar por mil razones.

Lo que hay que empezar a mirar es cuántos emprendedores fracasan, más allá de las ideas. Cuántos equipos abandonan la iniciativa de crear una empresa sólo porque una idea no funcionó.

Desde hoy, ya sea que no tengas ni la idea definida, o incluso si ya llevas tiempo con tu negocio en marcha, tu eres el activo más importante de tu emprendimiento, y eres el elemento más importante de tu proceso emprendedor.

Si quieres saber por qué eres tan importante, sigue leyendo…

 

¿Por qué el emprendedor es el elemento clave del proceso emprendedor?

Hay una teoría que se llama la teoría del triángulo invertido.

Nosotros escuchamos de esta teoría por primera vez en “Pasión por Emprender”, un gran libro escrito por Andy Freire. En esta teoría el proceso emprendedor tiene forma de triángulo invertido:

El Emprendedor es el punto de apoyo, es decir, el vértice inferior de este triángulo que está boca abajo. Y sobre él se asientan los otros dos elementos o puntos del triángulo: el proyecto o la idea, y el capital.

Con este enfoque vemos que lo que garantizará que una idea sea bien implementada, o que se logre conseguir el capital necesario para implementar un proyecto, es el emprendedor, o el equipo que llevará adelante el emprendimiento.

¿De qué te sirve tener el capital, si no eres un emprendedor organizado y enfocado, y no sabes administrar esos recursos?

¿Qué utilidad tendrán en tu camino emprendedor tener muchos contactos si no tienes el hábito de ser puntual en las reuniones y no sabes aprovechar los diálogos o entablar relaciones genuinas?

¿Para qué quieres tener un plan de negocios de 60 páginas si no tienes la capacidad de ejecución que hace falta para esa idea supuestamente innovadora?

¿De qué te servirá tener todos los recursos y el tiempo necesarios si no tienes claro qué problema resuelves con tu negocio y no logras generar una solución valiosa para tus clientes?

Así, el emprendedor es lo que sostiene la estructura siempre, pero también debe haber un equilibrio entre las tres partes.

La forma en la que se concibe el proceso emprendedor con este simple gráfico es mucho más real.

¿Te das cuenta de la diferencia entre un enfoque y otro? ¿Cuál de estos dos te parece que es más útil y adecuado para pensar TU proceso emprendedor?

Lo que suele sucedernos es que nos enfocamos tanto en encontrar la idea original y superinnovadora que pensamos que nos garantizará el éxito… que nos descuidamos como motor del emprendimiento.

Dejamos para más adelante el trabajo sobre nuestros hábitos personales, pensando que se trata de algo secundario cuando en realidad es eso lo que nos consolida como sostén del proyecto.

Ponemos tanto foco en que necesitamos capital para iniciar, que dejamos pasar mucho tiempo, planeamos y esperamos a encontrar ese capital y no pasamos a la acción. No tenemos una idea clara de qué problema resolveremos, no validamos, nos perdemos de aprender de la realidad y nos quedamos en los planes.

Todos esos problemas desaparecen cuando re-enfocamos, y empezamos por nosotros mismos…

 

Darle a cada cosa su lugar: cómo empezar a cuidar el elemento más importante de tu negocio

#1. Conviértete en una persona organizada y enfocada

Ningún emprendedor exitoso nació disciplinado y es naturalmente organizado. Pero sí saben que para tener resultados, ser productivos y que sus acciones tengan impacto, deben tener un sistema de organización y hábitos cotidianos que los mantenga enfocados y constantes.

La constancia y la disciplina no son dones sobrenaturales, se ejercitan y se adquieren como hábitos de forma simple.

Y es el paso 1 para lo que sea que te propongas lograr. Estar organizado, enfocado en lo importante, con objetivos claros y dando pasos certeros cada día hacia ello, es fundamental para cualquier emprendedor que se proponga poner en marcha una idea y vivir de ello.

Puedes explorar las Guías Gratuitas  “15 preguntas para definir tu Misión” y “50 ejemplos de Misión personal”, para elaborar TU misión personal que es el disparador de todo lo que harás luego.

Y también puedes descargar y hacer la Guía “El súper mapa semanal” para comenzar a generarte tu propio sistema de organización, a partir de tener tu Misión.

Ambas son parte del Kit gratuito de Herramientas:

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#2. Descubre tus ventajas competitivas

Antes de pensar en miles de ideas atractivas y aparentemente rentables para posibles negocios, antes de googlear “ideas de negocio rentables” como millones de personas más… descubre cuáles son tus ventajas competitivas.

Si la idea para tu emprendimiento surge de tus ventajas competitivas, desde el día 1 estarás en un ámbito conocido, en el que te mueves cómodamente y tienes unos pasos adelante que los demás emprendedores.

Nadie es tan bueno como tu en aquello que disfrutas hacer y te apasiona, nadie es tan bueno como tu en aquellas áreas que se conectan con tus creencias más profundas.

Descubriendo tus ventajas competitivas, generarás ideas adecuadas a ti y con mucho potencial de crecimiento. Ideas en las que desde el inicio tu serás el adecuado para desarrollar.

Para esto puedes descargar la Guía Gratuita “Cómo elegir tu negocio”, que está dentro del Kit completo de Herramientas Gratuitas.

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#3. Enfócate en encontrar problemas reales de personas reales

Además de conocer tus ventajas competitivas y buscar allí ideas de negocio para ti, es importante que pongas la mirada en encontrar problemas reales de personas reales a tu alrededor.

Como emprendedor eres un solucionador de problemas, y ningún producto o servicio que generes tendrá éxito si no está enfocado en ayudar a alguien a resolver una necesidad o dolor que está enfrentando.

Combina tus ventajas competitivas con problemas reales que encuentres a tu alrededor y tendrás ideas de negocio adecuadas a ti y con mayores probabilidades de éxito que cualquier idea que encuentres en un artículo en Internet.

Para esto, puedes usar la herramienta de la Escucha Activa que Mati explica en este post.

 

#4. Manténte motivado y acompañado

proceso emprendedor

Ningún video motivacional o frase inspiradora te mantendrá motivado suficiente tiempo como para sortear los obstáculos que aparecerán en tu camino.

La vida del emprendedor es una montaña rusa emocional, y hay tres armas fundamentales que te ayudarán a mantenerte enfocado y motivado mientras esa montaña rusa sube y baja:

  • Tener tu Misión personal y revisarla cada mañana. Esto hará que te mantengas conectado con tu propósito más importante y que pongas en perspectiva todo lo que vives cada día. Es lo que muchas veces evitará que te rindas.
  • Tener un equipo. Si tienes un equipo o tienes la posibilidad de emprender con un grupo de personas que compartan una visión de futuro, esto te ayudará mucho a mantenerte positivo y a equilibrar las energías. Dentro de un equipo los roles tienden a equilibrarse, cuando tu estés desmotivado alguien más te levantará el ánimo y te recordará los logros. Y cuando alguien más esté desmotivado, serás tu quien vuelva a enfocar las energías en el gran objetivo que los une.
  • Si no tienes un equipo, formar parte de una Comunidad de emprendedores te mantendrá conectado con ese gran deseo de independencia que todos comparten. Siempre podrás compartir tus desánimos, y tus logros, y habrá alguien del otro lado que te entiende mejor que nadie para acompañarte. Emprender solo no significa que tengas que sentirte solo nunca.

 

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Ahora sabes cuál es el elemento más importante del proceso emprendedor. Sabes que hay modelos que no debes seguir y que si te enfocas en fortalecerte como emprendedor, tendrás más probabilidades de éxito que si pones el foco en la idea, o en los recursos.

Cuéntame, ¿habías pensado alguna vez en lo fundamental que eres tu mismo para el éxito de tu negocio? ¿Qué cambios harás a partir de este artículo?